Antigua Matanza. Revista de Historia Regional

ISSN 2545-8701

Junta de Estudios Históricos de La Matanza

Universidad Nacional de La Matanza, Secretaría de Extensión Universitaria, San Justo, Argentina.

Disponible en: http://antigua.unlam.edu.ar

Pomés, R. (diciembre de 2020 – junio de 2021). La prensa local durante el primer peronismo en el municipio de La Matanza: el diario Nueva Idea de Ramos Mejía (1943-1953). Antigua Matanza. Revista de Historia Regional, 4(2), 108-155.

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Nuestro Legado

La prensa local durante el primer peronismo en el municipio de La Matanza: el diario Nueva Idea de Ramos Mejía (1943-1953)

The local press during the first Peronism in the municipality of La Matanza: the newspaper Nueva Idea by Ramos Mejía (1943-1953)

Raúl Pomés [1]

Universidad Nacional de La Matanza, Escuela de Formación Continua, San Justo, Argentina.

Fecha de recepción: 23 de julio de 2020.

Fecha de aceptación: 9 de noviembre de 2020.

Fecha de versión final: 5 de diciembre de 2020.

Resumen

En las últimas décadas el peronismo incrementó su presencia como objeto de estudio historiográfico. Se dejaron de lado viejos enfoques y se analizaron nuevos temas desde perspectivas diversas. En ese contexto, los trabajos sobre las experiencias locales del primer peronismo tomaron protagonismo. En muchos casos se utilizaron como fuentes indispensables los periódicos, que a su vez se transformaron ellos mismos en objeto de estudio. Existen trabajos sobre las relaciones del peronismo con los medios de prensa a nivel nacional, provincial, de grandes ciudades y de algunos municipios del interior de la provincia de Buenos Aires, no así con respecto a los partidos que pertenecen al Conurbano Bonaerense. Este artículo viene a aportar a los estudios sobre la prensa y el peronismo, pero en este caso se analizó la prensa local, más precisamente el diario Nueva Idea, que se editaba en la localidad de Ramos Mejía en el municipio de La Matanza. A través de un recorrido por los primeros diez años de historia de esta fuente hemerográfica, se pretende ubicar a los periódicos locales independientes como importantes actores políticos capaces de influir en las decisiones de los gobiernos municipales.  

Palabras Claves: prensa local, Buenos Aires, Municipio, La Matanza

Abstract

In recent decades, Peronism increased its presence as an object of historiographic study. Old approaches were put aside and new issues were analyzed from different perspectives. In this context, the works on the local experiences of the first Peronism took center stage. In many cases newspapers were used as indispensable sources, which in turn became an object of study themselves. There are studies on the relations between Peronism and the press at the national, provincial, large cities and some municipalities in the interior of the province of Buenos Aires, but not with respect to the parties that belong to the Greater Buenos Aires. This article contributes to studies on the press and Peronism, but in this case the local press was analyzed, more precisely the newspaper Nueva Idea, which was published in the town of Ramos Mejía in the municipality of La Matanza. Through a journey through the first ten years of the history of this newspaper source, it is intended to locate independent local newspapers as important political actors capable of influencing the decisions of municipal governments.  

Keyword: local press, Buenos Aires, Municipality, La Matanza

La prensa local durante el primer peronismo en el municipio de La Matanza: el diario Nueva Idea de Ramos Mejía (1943-1953)

Introducción

El peronismo como objeto de estudio ha sido abordado en las últimas décadas desde diversas perspectivas. Se superaron las antiguas visiones sobre este movimiento político y se analizaron las fuentes desde distintos enfoques. Una línea de investigación incluyó trabajos que estudiaron al peronismo en clave local y regional. Entre ellos se destacaron los referidos al desarrollo del peronismo en ámbitos provinciales del interior del país. En este grupo se destacó la compilación realizada por Oscar Aelo (2010), que incluyó trabajos sobre el surgimiento de este partido en Jujuy (Kindgard, 2010), Salta (Michel, 2010), Santiago del Estero (Erbetta, 2010), Tucumán (Gutierrez & Rubistein, 2010), Catamarca (Ariza, 2010), Mendoza (Garzón Rogé, 2010), Córdoba (Tobares, 2010), Santa Fe (Prol, 2010) y en los territorios nacionales de Santa Cruz (Bona & Vilaboa, 2010) y La Pampa (Alonso, 2010), el de Melon Pirro y Quiroga (2006)  sobre el peronismo en la provincia de Buenos Aires. También, se publicaron trabajos que analizaron su formación en ámbitos municipales, en este grupo se pueden mencionar los trabajos referidos al peronismo en municipios bonaerenses como los de Salomón (2011), Gayola, Melón Pirro y Roig (1988), Muñoz (2014; 2016), Castro (2006) y Pomés (2015), entre otros.

Muchos de los trabajos mencionados utilizaron a la prensa como una importante fuente de información, pero luego se experimentó un viraje que tomó como objeto de estudio a la actividad periodística. Este recorte temático se concentró en la relación del peronismo con los medios de prensa. Sobre este tema se encontraron los libros de Pablo Sirvén (1984) y de Mariano Plotkin (1993), quienes realizaron un análisis de la intromisión del Estado en los medios de comunicación para favorecer la liturgia oficial y los emprendimientos políticos del gobierno peronista a través de un férreo control de la prensa. Más recientemente, se publicó una compilación de Raanan Rein y Claudio Panella (2008) sobre peronismo y prensa, en este libro se analizaron diversas cuestiones sobre las visiones del peronismo de la prensa partidaria opositora y de algunos diarios del interior y Buenos Aires, además de estudiar la identificación de algunos periódicos con el naciente peronismo; para terminar analizaron también la percepción de ciertos diarios extranjeros sobre este movimiento político. Otra compilación que se ocupó de este tema fue la realizada por Da Orden y Melón Pirro (2007), que incluyeron trabajos sobre distintos periódicos de la provincia de Buenos Aires y su relación con el peronismo, además de incorporar el estudio de los trabajadores de prensa del período. Existen otra serie de investigaciones que se ocuparon de la prensa de la ciudad de Buenos Aires, de grandes centros urbanos de la provincia de Buenos Aires y de otros del interior del país. Entre los primeros se hallaron los trabajos de Claudio Panella (1999) sobre el diario La Prensa, en de Myriam Pelazas (2007) sobre el periódico Democracia, entre otros. Con respecto a ciudades del interior de la provincia se publicaron los trabajos de Quiroga (2007) sobre el diario La Capital de Mar del Plata y los de Marcilese (2013) y Violi Cataneao (2015) sobre el periódico La Nueva Provincia de Bahía Blanca.

Los diarios de ciudades más pequeñas del interior de la provincia de Buenos Aires también fueron objeto de estudio, aquí se destacó el trabajo de Alejandra Salomón (2016), que estudió una serie de periódicos de ciudades del ámbito rural bonaerense, caracterizando su formato, contenido y posicionamiento político. Referidos a diarios locales de los municipios del conurbano bonaerense no se han hallado trabajos, y es aquí donde el presente artículo intenta sumar su aporte.

Este tiene como objeto analizar el desempeño y características de la prensa local del municipio de La Matanza durante el período conocido como primer peronismo, a través del estudio del periódico Nueva Idea, publicado en el barrio Lomas del Millón, de la localidad de Ramos Mejía en el partido de La Matanza.

El estudio parte de la premisa de que los periódicos independientes son, además de un medio de información, un actor político en las comunidades donde se distribuyen y leen. Siguiendo a Borrat (1989), se entiende por periódico independiente a aquel que: “se define y actúa como tal en cuanto excluye toda relación de dependencia estructural respecto de cualquier otro actor que no sea su empresa editora” (p. 67), la independencia no significa neutralidad ideológica, sino que hace referencia a la subordinación a partidos, agrupaciones políticas o de otra índole en cuanto a la responsabilidad de su edición. Por otra parte, del periódico independiente en tanto que actor del sistema político es un actor colectivo o individual, “capaz de afectar el proceso de toma de decisiones en el sistema político… Su ámbito de actuación es el de la influencia, no el de la conquista del poder institucional o la permanencia en él” (p. 67). Según este autor:

Cada sistema político configura su propio subsistema de los medios de comunicación masiva mediante las decisiones y acciones de sus actores, las constricciones de sus estructuras y la influencia de los contextos sociales, económicos y culturales, el análisis del periódico independiente de información general como actor del sistema político incluye necesariamente el de sus actuaciones como componente de ese subsistema de los medios así configurado (p. 68).

De tal manera, que el periódico comparte con otros actores políticos ciertas necesidades básicas: considerar el conflicto, decidir y ejecutar estrategias, acceder a fuentes de información política y realizar actuaciones públicas a través de la comunicación masiva de un discurso propio.

En las actuaciones que realiza para dar satisfacción a estas necesidades compartidas con otros actores políticos, el periódico se perfila, junto con la empresa editora de la que depende, como un grupo de interés que, para lograr sus objetivos, necesita narrar y comentar la actualidad política, social, económica y cultural ante una audiencia de masas. Tal actuación pública hace de él un agente de socialización que influye sobre sus lectores tanto desde la superficie redaccional como desde la superficie publicitaria de los temarios que publica, tanto cuando pretende «formar» a su audiencia como cuando se propone «informar» o «entretener». (p. 68)

Nueva Idea, era un periódico independiente de información general y periodicidad diaria editado en el barrio Lomas del Millón en la localidad matancera de Ramos Mejía. Era una empresa familiar dirigida por Luis Domingo Guardia, quien era director del diario y propietario del taller donde se imprimía. Su primer número apareció el 1 de octubre de 1943 y todavía hoy se publica como un diario judicial. Para este trabajo contamos con números comprendidos entre la fecha de su primera publicación hasta finales de 1953, comprendiendo los inicios del gobierno de la revolución del 4 de junio de 1943, hasta los primeros años del segundo gobierno del Gral. Juan D. Perón.

Este artículo se plantea como objetivos indagar sobre los cambios que sufrió el diario tanto en su formato, línea editorial y contenido, como en su posicionamiento político y el grado de influencia política que logró a nivel local. Su línea editorial situaba al periódico como una especie de tribuno que resguardaba el derecho a la información del pueblo de La Matanza. En cuanto su posicionamiento, se pretende probar que en un principio estuvo identificado con el radicalismo yrigoyenista y los postulados de la Revolución del 4 de junio y luego del ascenso político de la figura del Gral. Perón a partir de 1945, se transformó en férreo militante del peronismo. Además, a pesar de su identificación política con el oficialismo, no dudaba de criticar algunas medidas tomadas por los gobiernos comunales, así como canalizar denuncias sobre el funcionamiento de los servicios que prestaba la municipalidad. En este aspecto, Nueva Idea se transformó en un defensor de los derechos de la comunidad local.

La política de medios del primer peronismo

Se entiende al peronismo como un continuador de los principios políticos de la Revolución del 4 de junio de 1943, por tal motivo se realizará una breve referencia a su política respecto de la prensa.

Luego de los reacomodamientos hacia el interior del movimiento revolucionario que terminó con la designación del Gral. Pedro Pablo Ramírez como presidente, comenzó la tarea de desarmar el andamiaje político del régimen conservador depuesto y evitar cualquier conato contrarrevolucionario. Entre las medidas represivas y de control que se tomaron, se destacaron las referidas a la censura de la prensa.

En diciembre de 1943, el Poder Ejecutivo creó la Subsecretaría de Informaciones y Prensa, dependiente de la Secretaría de la Presidencia de la Nación. El mismo mes, mediante por decreto 18.407 se declaró de “interés público toda actividad publicitaria por medio de la prensa”. Además, se obligaba a los medios de prensa a inscribirse en el Registro de Prensa, dependiente de la Subsecretaría de Informaciones. En su articulado, establecía una importante limitación a las publicaciones, que debían ceñirse a una serie de disposiciones que en términos muy amplios limitaban sus contenidos (Presidencia de la Nación, 1944).

Con el curso de los meses y en virtud de los cambios en el contexto internacional derivado del retroceso alemán en la Segunda Guerra Mundial, en febrero de 1944, Ramírez rompió relaciones con las potencias del Eje y poco después, fue reemplazado en la presidencia por el Gral. Edelmiro Farrell. Los sectores opositores al gobierno y la embajada de Estados Unidos comenzaron a presionar al régimen para lograr una salida electoral que normalizara institucionalmente el país. En el transcurso del año 1945, con la rendición de Alemania y Japón, el accionar opositor se incrementó y llegó a su clímax en septiembre con la marcha de la Constitución y la Libertad. Hacia el interior del gobierno militar había crecido la figura del coronel Juan Domingo Perón, quien, a la sazón ejercía los cargos de secretario de trabajo y previsión, ministro de guerra y vicepresidente. En octubre de 1945, se forzó el alejamiento de Perón del gobierno, lo que dio lugar a la histórica movilización popular del 17 de octubre. El gobierno del General Farrell, convocó a elecciones para el 24 de febrero de 1945, en las que se impuso la fórmula Perón – Quijano.

Durante la campaña electoral, sólo el diario La Época y el recientemente creado El Laborista habían acompañado la fórmula Perón-Quijano, mientras que los matutinos El Mundo, Clarín, La Nación, La Prensa y los vespertinos La Razón, Noticias Gráficas y Crítica, como la abrumadora mayoría de los medios regionales y locales, habían apoyado a la Unión Democrática (Da Orden & Melón Pirro, 2007, p. 20).  Una vez en el poder, el peronismo comenzó una política de concentración de los medios de prensa en manos del Estado o de empresarios afines.

En la primera presidencia (1946-1952) se formó un sistema extraordinario de medios de comunicación y en la segunda presidencia (1952-1955) se regularizó y normativizó a la radiodifusión a partir de la sanción de leyes y decretos sustanciales. El resultado de estas etapas de gobierno fue la formación y consolidación de un proceso de concentración, centralización y regulación ideológica (Varela, 2012, p. 2).

Fue central en esta labor el accionar de la Subsecretaría de Informaciones, creada en 1943, la cual se potenció durante los gobiernos de Perón y fue el organismo encargado de la centralización, instrumentación y distribución de la propaganda oficial.

La Subsecretaría absorbió una serie de reparticiones estatales preexistentes que se entregaron a cinco dependencias: La Dirección General, de carácter ejecutivo, tenía la responsabilidad de coordinar todas las áreas, ejerciendo además encubiertamente el control de la prensa a través del abastecimiento de papel; la Dirección de Prensa completaba la labor previendo la información oficial a todas las publicaciones y a los noticieros radiales del país (Gené, 2005, p. 31).

Desde 1949, con la designación de Raúl Apold, la Subsecretaría aumentó su poder y se complejizó el aparato propagandístico del régimen. Por su intermedio, el gobierno peronista aplicó una serie de medidas para controlar a la prensa, básicamente de tipo restrictivas, como la censura de los contenidos y el control de la provisión de insumos, sobre todo del papel prensa que mayormente era de origen importado y cuya comercialización era monopolizada por el Estado.

La concentración de medios a través de la compra por terceros comenzó con la adquisición del 51% de las acciones de la editorial Haynes por parte de empresarios ligados al gobierno, esta publicaba los diarios El Mundo y las revistas Mundo Argentino, Selecta, El Hogar, Mundo Deportivo, Mundo Agrario, Mundo Atómico, Mundo Infantil, Mundo Radial, Caras y Caretas y PBT (Varela, 2012, p. 6). También, se obtuvieron diarios por otros medios

Las presiones de diferente orden sufridas por los propietarios de los diarios (que van desde censuras, amenazas de clausuras, huelgas de los sindicatos peronistas, etc.), permiten también la compra de los siguientes periódicos: La Razón, Noticias Gráficas que antes pasó a formar parte de la editorial Democracia S.A. que ya agrupaba los diarios Democracia, El Laborista, La Mañana de Mar del Plata y luego Crítica. Otros periódicos del interior corrieron la misma suerte (Varela, 2012, p. 7).

Luego de un conflicto con el gobierno, En 1951 se expropió el diario La Prensa, y al poco tiempo se lo cedió a la CGT, que pasó a administrarlo a través de la empresa EPASA (Empresa Periodística Argentina S.A.), convirtiéndose de ese modo en vocero de la central obrera, “Columna Vertebral del Movimiento Peronista”.

Para unificar a la prensa peronista se creó ALEA S.A., monopolio estatal de medios de prensa que imprimía gran cantidad de diarios y además editaba todos los folletos, revistas y hojas que el Partido Peronista utilizaba como propaganda, también realizaba trabajos para terceros. Decenas de semanarios y quincenarios se editaban en sus plantas, su primer director fue el mayor Carlos Aloé, viejo conocido de Perón y gobernador de la provincia de Buenos Aires a partir de 1952.

Al comenzar la década de los años cincuenta, el peronismo disponía de una abrumadora cantidad de medios gráficos que sostenían sus políticas y constituían un poderosos aparato de propaganda.

El municipio de La Matanza durante el primer peronismo

El municipio de La Matanza es uno de los que forman y formaban el conurbano bonaerense, aglomeración de partidos que rodean la Ciudad de Buenos Aires. Sus límites son: los barrios porteños de Mataderos y Villa Lugano, el Río Matanza y los partidos de Marcos Paz, Merlo y Morón (en aquella época 6 de Septiembre). Desde mediados de la década de los años treinta venía sufriendo un acelerado proceso de urbanización e industrialización, al calor de la llegada de migrantes internos y europeos.  El cuarto censo nacional realizado en 1947 contó una población de 98.471 habitantes, de los cuales 94.685 vivían en zonas urbanas, la mayoría, 88.853 personas en los cuarteles 1, 2 y 3 que eran linderos con la Capital Federal (Presidencia de la Nación. Ministerio de Asuntos Técnicos, 1947). Durante el período estudiado la población de la Matanza creció a un ritmo acelerado hasta convertirse en el municipio más poblado del Conurbano con 401.738 habitantes para 1960 (Dirección Nacional de Estadística. Secretaría de Hacienda, 1960). Los cuarteles señalados en 1955 se convirtieron en localidades. Cuartel 1: San Justo. Cuartel 2: Ramos Mejía y Villa Luzuriaga. Cuartel 3: La Tablada, Villa Madero, Tapiales y Aldo Bonzi, (Ordenanza 1752/55. Archivo de la Junta de Estudios Históricos. UNLaM). La instalación de industrias, sobre todo en Ramos Mejía y San Justo, transformó a esas localidades en pujantes barrios obreros que se urbanizaron aceleradamente.

Desde 1940, el municipio estaba gobernado por comisionados municipales designados por el gobierno provincial. El interventor provincial de la Revolución del 4 de junio designó como comisionado municipal al Dr. José Esteban Meana, quien fue sucedido por el Mayor Alberto Serna en 1944 y por el Dr. Felipe Iannone en enero de 1945.

Hacia 1946, comenzaron a organizarse los primeros comités o centros políticos de los partidos que apoyaron la candidatura de Perón en las elecciones de aquel año. Mayoritariamente las del recientemente creado Partido Laborista y de la Unión Cívica Radical Junta Renovadora. En esos comicios ganó por amplio margen la fórmula Perón – Quijano para el gobierno nacional y Mercante – Machado para el gobierno de la provincia de Buenos Aires. A nivel local ejercía el cargo de comisionado municipal el Dr. Felipe Iannone, referente del Radicalismo Renovador del distrito. En los mencionados comicios, los partidos de la coalición peronista fueron con sus propios candidatos para los cargos legislativos. En la Matanza se impuso el Partido Laborista y con el pasar de los días Iannone renunció al cargo de comisionado y fue sucedido por Constantino Curcumelis, representante del sindicalismo local y laborista, quien desempeñó el cargo hasta ser reemplazado por un interventor por los problemas surgidos con el Sindicato de Obreros Municipales. Para poner orden el gobernador de la provincia designó como interventor al diputado nacional de origen sindical Silverio Pontieri, quien debía apaciguar la interna y unificar a los peronistas. Aplazadas las elecciones para autoridades locales vuelve a ser designado comisionado el Dr. Felipe Iannone. En 1947 la lista de la que era referente ganó las primeras internas partidarias del peronismo y se transformó en jefe partidario matancero. En marzo de 1948 ganó las elecciones municipales y se convirtió en el primer intendente peronista de La Matanza. Hasta el 16 de septiembre de 1955 el gobierno municipal estuvo en manos del peronismo (Sobre la formación del peronismo local y sus primeros gobiernos véase: Pomés, 2015; 2018).

Entre 1948 y 1955 se sucedieron los intendentes: Felipe Iannone (17/5/48 - 16/01/50), José León Larre (16/01/50 - 15/04/52), Jorge Oscar González (16/04/52 - 05/08/53). Los comisionados interventores Humberto Gruppi y Alfredo Norese (05/08/53 – 1/05/55) y el intendente Luis A. Ferro (01/05/55 - 20/10/55), quien fue desalojado del poder por la autodenominada Revolución Libertadora.

La prensa local: la publicación del diario Nueva Idea

A comienzo de la década de 1940 circulaban en La Matanza varias publicaciones periódicas de salida diaria, semanal y quincenal. Entre ellos se destacaban El Eco de Oeste “Órgano independiente defensor de Matanza”, cuyo primer número se publicó en 1902 en Ramos Mejía y era el más antiguo del distrito, luego de la muerte de su creador, el Sr. Ramón Quiroga, en junio de 1935, cambió de dirección y tuvo un relanzamiento cuando asumió como administrador Antonio J. Desimone, periodo en el cual adhirió a los principios del Partido Demócrata Nacional, hacia mediados de la década de 1940 el diario dejó de lado su fe demócrata y se transformó en un diario de interés general sin opiniones políticas (El Eco del Oeste, 22 y 29 de junio 1935) . También, en el barrio de Lomas del Mirador se editaba el mensuario El Mirador, cuyo primer ejemplar salió el 9 de julio de 1936, desde 1945 su publicación era diaria y se calificaba como “Diario Independiente de La Matanza”. El 31 de diciembre de 1936, se publicó el primer número del diario San Justo: “Diario de la mañana”, con domicilio en Ramos Mejía, pero editado por el diario La Razón del partido de San Fernando (Sin Programa, 1936), en el período estudiado se identificaba con la unión Cívica Radical Comité Nacional.

El 1 de octubre de 1943, se sumó a estas publicaciones locales el diario Nueva Idea. Este era un periódico independiente en los términos de Borrat (1989), de salida diaria con domicilio en la calle Almirante Brown 1041 del barrio Lomas del Millón, de la localidad de Ramos Mejía. Su publicación era un emprendimiento familiar dirigido por el Sr. Luis D. Guardia. Se podía adquirir por suscripción o en la vía pública en los kioscos habilitados. No se pudo establecer con certeza la cantidad de ejemplares tirados, pero se puede suponer de acuerdo con la influencia del diario en las diversas épocas que eran de unos cuantos miles, en una publicidad del 25 septiembre de 1951, el diario afirmaba: “30.000 lectores se deleitarán próximamente con la lectura de Nueva Idea”. Los primeros números contaban con ocho páginas de tamaño tabloide. En la portada, debajo del nombre y fecha de edición, se ubicaba una nota de opinión central referida generalmente a sucesos del orden local, aunque también en algunas oportunidades había referencias a acontecimientos de orden provincial o nacional, estas notas editoriales no tienen firma, pero se supone que fueron escritas por el director del diario. También en la portada, en los márgenes se ubicaron avisos publicitarios de empresas de distinta índole ubicadas en la zona. Se editaban en esta parte algunas noticias de orden municipal. El número inaugural tiene en la parte superior de su portada en letras de gran tamaño, el título del editorial de presentación: “En la brecha”. Debajo de este el nombre del diario y la consigna “Diario del oeste para las familias de la zona”. En la página dos por lo general se publicaban noticias de interés general, sean de carácter nacional, como internacional. En la página tres “La mujer y el hogar”. En la página cuatro, se incluían noticias sociales, publicidad y noticias de interés general vinculadas al ámbito local. En la página cinco se situaba la “Guía comercial, industrial y profesional, con información y avisos publicitarios de diversos rubros. En la página seis noticias del mundo del espectáculo. La página siete comprendía noticias de interés general y algunas columnas de opinión. Finalmente, en la página ocho, última del diario, con el mismo encabezado identificatorio de la portada, se publicaba información sobre el diario, formas y precios de suscripción etc., además de algunos avisos publicitarios. Cierra el ejemplar el lema “Una voz de Matanza netamente argentina”. Si bien este formato era el habitual, en algunas ediciones sufría algunos cambios. También, se editaban ejemplares especiales en las fechas patrias como el 25 de mayo, 9 de julio o 17 de agosto.

En el primer editorial se presentaron los objetivos y propósitos buscado por el diario del siguiente modo:

Editar un diario en estos momentos, en los cuales los mercachifles de la moral y los mercaderes de la pluma han defraudado en el orden local las legítimas aspiraciones colectivas, haciendo trizas la fe de la opinión pública, en estos momentos – repetimos – emprender una empresa de tal naturaleza, supone iniciar la marcha por un camino fecundo en vicisitudes, en el que solo se  aventuran a trajinar quienes a trueque de sus comodidades propugnan las grandes realizaciones que orientan la permanente doctrina del bien público…

Nuestros propósitos de proporcionar al partido de La Matanza, un diario que, en un todo, constituya un alto exponente de su cultura y de su potencialidad económica.

Estos son, en síntesis, los fundamentos que justificaron la aparición del diario Nueva Idea. Situados en un plano de incuestionable equidistancia, en materia política, haremos escuela de periodismo honesto, procurando reivindicar el apostolado de la prensa en el aspecto lugareño, tantas veces prostituido por quienes, sobornados por la “pitanzas” que encadenan la libre expresión del pensamiento, mancillan la conciencia y determinan el envilecimiento de las prácticas honradas, han convertido su función ingénita en un medio de vida turbulento y lucrativo… (En la brecha, 1943).

Estas primeras expresiones del editorial, dejó en claro la acción vindicativa con respecto del periodismo que vino a ejercer el diario, hacía referencias sin nombrarlos, a otros periodistas que defraudaron al pueblo matancero. Más adelante declaraba su independencia política y la pretensión de convertirse en referente del partido en materia cultural y económica. Más adelante, el editorial afirmaba:

Con un criterio masculino y objetivo, Nueva Idea, fiscalizará la gestión del gobierno comunal, al mismo tiempo que recabará las soluciones impostergables de los problemas públicos, para que se extirpen con medidas eficaces los cuantiosos perjuicios que provocan en detrimento del bienestar de todos y cada uno de los vecinos…

Aspiramos a hallar el espontáneo apoyo moral de todos los hombres libres, comprometiéndonos a llegar a todos los hogares del partido de La Matanza, como mensajero responsable, portador de todo aquello que significa el acervo de la verdad y de la justicia, estereotipadas en una prédica serena y argentina. (En la brecha, 1943).

Se observa aquí, que el periódico se posicionaba como “tribuno”, fiscalizador de los poderes locales y mensajero del pueblo de La Matanza. Esta sección del diario se transformó con el pasar de los números en una columna crítica y, en algunos casos, de denuncia, del accionar de los gobiernos municipales. Aquí se revela el periódico como actor político con la misión de influir en la toma de decisiones políticas de las autoridades comunales (véase figura 1).

Figura 1. Portada del número inaugural del periódico Nueva Idea, 1 de octubre de 1943.

En su segundo número, el editorial insistía en la misión que pretendía llevar a cabo el periódico, dándole una dimensión épica:

Libres de compromisos políticos y resueltos a no aceptar sugestiones interesadas tendientes a desvirtuar nuestra finalidad periodística, haciéndonos susceptibles de la suspicacia del consenso político, cerramos este paréntesis abierto en nuestra labor; y poniendo la proa contra todas las corrientes… haremos de Nueva Idea una tribuna valiente, desde donde le hablaremos al gobierno en el lenguaje del pueblo. (El derecho de pensar, 1943).

Más allá de pregonar su “equidistancia política”, Nueva Idea adhería a los principios del gobierno de la Revolución del 4 de junio, y en sus editoriales denunciaba el accionar de caudillos conservadores, que intentaban perpetuarse en la dirección de algunas instituciones barriales, como es el caso de la Sala de Primeros Auxilios de Lomas del Millón, denunciando al Dr. Lomónaco por seguir prestando servicios en la institución a pesar de haber sido removido por el comisionado. “Utilizando la Sala de Primeros auxilios como instrumento de proselitismo electoral, usufructuando de forma indebida parte del patrimonio institucional” (Avanza la conspiración, 1943).

El papel de fiscalizador de la gestión municipal quedaba en claro cuando en su número del 23 de noviembre de 1943 publicó el siguiente aviso:

Ciudadano: Si usted tiene alguna queja que formular contra las autoridades municipales, policiales, escolares, etc., lo invitamos a que nos mande la denuncia correspondiente, la que mantendremos en una reserva absoluta; y nosotros, por medio de publicaciones, la llevaremos al conocimiento de las autoridades superiores; y usted, puede tener la seguridad de que se le hará justicia.

En virtud de esta actitud tomada por el diario, en los números sucesivos se publicaron denuncias de distinta índole referidas a problemas locales.

En el ámbito político comunal Nueva Idea apoyaba al comisionado municipal de origen radical yrigoyenista Esteban Meana, se publicaron diversas notas de apoyo cuando fue desplazado del gobierno y reemplazado por un militar, el mayor Alberto Serna, como por ejemplo:

Un núcleo calificado de vecinos del partido, vienen activando los preparativos preliminares relacionados con la demostración que todos los sectores de opinión, le ofrecen al ex comisionado municipal Dr. José Esteban Meana.

En esta forma, han de testimoniar su reconocimiento moral por la obra constructiva realizada a su paso por la Municipalidad, la que no tienen parangón en la historia administrativa local, y al mismo tiempo, se pondrá de manifiesto el júbilo con el que ha sido aceptada su designación de Consejero escolar de la provincia de Buenos Aires.

Nota: las adhesiones en nuestra redacción o en Almafuerte 3124- San Justo. (Amplia adhesión, 1944).

El apoyo a la carrera política de Meana se extendió en el tiempo hasta que en 1947 se formaron los órganos partidarios del peronismo local.

Con el correr de los números el periódico comenzó a transformarse en referente del vecindario y empezó a tener cierta influencia en los poderes locales. Esto se observó en una serie de notas que criticaban la gestión del comisionado municipal, mayor Serna. Publicadas bajo el sugestivo título de “¿Fracasó la Revolución en Matanzas?” se realizaban algunas denuncias del tenor siguiente:

El pueblo de la Matanza ignora de qué modo se realiza la administración del erario, y cuál es el rumbo que toman sus más primordiales intereses, así también qué piensa, qué hacen y cuantas son las iniciativas y las soluciones en ciernes, tendientes a resolver las dificultades y los perjuicios de los múltiples problemas que afectan y retrasan el progreso y bienestar de las masas contribuyentes…

Se ha comprobado en el breve lapso transcurrido, que hay personas que aún se presentan a las dependencias oficiales munidas de cartas de recomendación… Es preciso que el comisionado municipal Mayor Alberto Serna, encauce la gestión por los carriles de una administración doctrinariamente preestablecida; el ciclo de la gauchada política y el de la ganzúa de la recomendación, tiene que desaparecer de estos lares… (Fracasó la Revolución en Matanzas?, 1944)

Evidentemente la presión del diario sobre el gobierno municipal surtió efecto, en el número del 16 de septiembre aparece publicado el estado de la caja municipal y el 28 del mismo mes el comisionado citó a una rueda de prensa para explicar su programa de gobierno a los periodistas y al público en general.

Esta primera etapa del diario terminó el 27 de octubre de 1944 cuando fue clausurado por la Subsecretaría de Informaciones en virtud del decreto 18407/43 que limitaba la libertad de prensa. No se sabe fehacientemente la causa, pero se puede suponer que la actitud beligerante del diario con las autoridades municipales tuvo algo que ver. Recién el 19 de mayo de 1945 se levantó la clausura en virtud de los cambios políticos que a la sazón se produjeron en el gobierno revolucionario (Sr. Director del diario Nueva Idea, 1945).

Con su reaparición Nueva Idea cambió un poco su formato, las primeras ediciones de esta etapa se reducen en cuanto al número de páginas pasando de ocho a cuatro. En cuanto al formato y contenido, desaparecen los avisos publicitarios en primera plana y pasan a las páginas dos y tres, ocupadas por estos casi completamente. Siguen las notas editoriales, también las referidas al ámbito local y las denuncias.

En el número del 4 de junio de 1945, al conmemorarse el segundo aniversario de la Revolución, el diario reafirmó su fe revolucionaria:

Cúmplese hoy, el segundo aniversario de la revolución del 4 de junio. Hecho excepcional en nuestra vida institucional, como lo sería en cualquier país que se rige por normas jurídicas habituales, no derrocó a determinado partido político, ni a un gobernante, sino a un régimen creado por la venalidad de los hombres públicos, que venidos de agrupaciones cívicas tradicionalmente antagónicas, convergieron en el peculado como norma de gobierno. La causa justificó este hecho excepcional, que disipó los nubarrones que cubrían el cielo de la patria…

En camino de la normalización constitucional es dable esperar del gobierno de la revolución que la etapa final, los comicios y el proceso electoral, se desarrollen dentro de un ambiente de ampliada libertad, libertad de palabra, libertad de pensamiento y muy especialmente libertad de prensa… (A dos años de la Revolución del 4 de junio, 1945).

En este fragmento se ve un tipo de redacción clásica de este periódico, en una primera parte se elogia un determinado rumbo político, pero luego de alguna manera hacía presente la opinión del diario instando a las autoridades sobre su conveniencia.

Otro cambio que se percibió luego de la reapertura fue el de hacer cada vez más presente la figura del coronel Juan Domingo Perón, coincidentemente con el ascenso de su figura política, además de publicitar la obra que realizaba desde la Secretaría de Trabajo y Previsión. El 6 de octubre, a tono con los hechos ocurridos al interior del gobierno militar que terminaron con el desplazamiento de Perón y el llamado a elecciones, Nueva Idea hizo presente su fe radical intransigente:

Es este el momento de la purificación que tiende a dignificar los principios de los Partidos Políticos que durante más de tres lustros se constituyeron en títeres de la oligarquía, a la que fueron entregados por la traición de apócrifos dirigentes. La UCR representada en los hombres probos, de trayectoria sin máculas, que encarnan la intransigencia revolucionaria de la doctrina incorruptible de Leandro N. Alem, resurge vigorosa e impertérrita para arrojar por siempre al ostracismo a los felones que aspiran a restituirse a las posiciones, a las cuales nunca debieron llegar…

En la UCR está precisamente la auténtica expresión del nacionalismo en su más generosa y pujante significación… (Política criolla, 1945).

En ese momento ya había asumido como comisionado municipal el Dr. Felipe Iannone, quien era referente local de la UCR Junta Renovadora. En números posteriores se publicaron notas favorables a Iannone e información sobre el devenir de la municipalidad. En el orden nacional, mientras avanzaba la campaña electoral, el diario se volcaba a favor de la candidatura de Perón. Para ese entonces las ediciones de los días de semana tenían ocho páginas, y los sábados entre ocho y doce. El número correspondiente al 5 de enero tiene una doble página central dedicada a la labor del coronel Perón, con el título: “El Coronel Perón, realizó la verdadera unidad nacional, desterrando la lucha de clases y estableciendo una nueva política social argentina”, en esta nota efectuaba un repaso de toda la obra de Perón al frente de la Secretaría de Trabajo y Previsión. Realizados los comicios del 24 de febrero de 1946, con la victoria electoral de la fórmula Perón-Quijano, el diario afianzaba cada vez más su fe peronista.

Desde el mes de abril que aquel año, Nueva Idea comenzó con una serie de cambios en su formato, anunciados en su número del 23 de marzo: “Diario Nueva Idea, su reorganización total. Diario independiente del oeste para las familias de la zona”. También extendió su área de influencia hacia los partidos de Gral. San Martín, Morón, Merlo, Gral. Sarmiento, Vicente López y “todas las localidades y villas del oeste”. Las nuevas secciones serían: “Información general. Movimiento político. Sociales. Movimiento obrero. Cine teatro, radios. Carreras, sports. Historietas, etc”. Para terminar, se ofrecían: “Avisos de pedidos y ofrecidos de servicio doméstico. Oficios y empleo. Completamente gratis.” (Nueva Idea, 23 de marzo de 1946, p. 6). A partir de estos cambios, el diario contaba con 16 páginas y cambió su formato, según lo anunciaron. Hay mayor cantidad de noticias nacionales y extranjeras y menor número de avisos. En la portada se mantenían los editoriales con temas referidos al ámbito local y en la página dos se editorializaban temas de interés general.

Como se dijo, tras las elecciones del 24 de febrero 1946, comenzaron las rencillas entre los distintos partidos que apoyaron la candidatura de Perón, en La Matanza los laboristas obtuvieron la mayor cantidad de votos y los radicales renovadores salieron segundos. Estas tensiones provocaron la renuncia como comisionado municipal del Dr. Iannone, referente radical renovador, quien fue reemplazado por un comisionado de origen laborista: Constantino Curcumelis, el enrarecimiento del aire político al interior del peronismo, vino acompañado con la publicación de una nueva sección en la página dos del diario denominada “Vientos políticos”, en la cual con tono socarrón se hablaban temas de la política local.  Los cambios en políticos se vieron reflejados en Nueva Idea, quien fiel a su tradición de situarse como fiscal del pueblo de La Matanza, solicitaba investigar la gestión de Iannone, acusado de malversar fondos municipales, frente a esta denuncia el diario se posicionó como interlocutor de la “opinión pública”:

La opinión pública reclama una comisión investigadora.

La opinión pública reclama la constitución de una Comisión Investigadora en Matanza… integrada por vecinos y mayores contribuyentes, para que libres de intereses políticos y con amplias facultades, realicen un minucioso examen de la gestión administrativa efectuada en el período cerrado el 17 de abril… Es necesario saber por qué y cómo se han administrados los dineros del pueblo estableciendo procedimientos y delineando responsabilidades en forma exacta y meridiana, de manera que si hay delitos, los culpables reciban en la picota pública la tremenda amonestación del pueblo (La opinón pública reclama la constitución de una Comisión Investigadora en Matanza, 1946)

Propuso como miembro de esa comisión al Dr. José Esteban Meana, ex comisionado municipal y “amigo de Nueva Idea”, en su postulación se realizó un resumen de la obra de Meana durante sus once meses de gestión. En la nota no se ahorraron adjetivos a favor del ex comisionado, hasta se lo postuló para reorganizar al peronismo local: “Nos es grato anticipar que el Dr. José Esteban Meana, con el desinterés y patriotismo que inspiran sus actos, y a solicitud de calificados vecinos del partido, se ha puesto a sus órdenes para reorganizar al peronismo de Matanza”. (Puede integrar la comisión investigadora, 1946)

Cabe recordar, que el 5 de mayo el Gral. Perón decretó la disolución de todos los partidos que apoyaron su candidatura para terminar con las rencillas internas y lograr la unificación en el partido Único de la Revolución Nacional. En este contexto hay que ubicar el contenido de la postulación de Meana.

En lo que restaba del año 1946 y durante gran parte de 1947, el diario informó y participó en la organización del Partido Peronista local, apoyando a José Esteban Meana para liderarlo. Notas similares a la que sigue se repitieron en varias oportunidades:

La prestigiosa figura del Dr. Meana se agiganta a través del Partido Único

No cabe la menor duda que dentro del Partido Único, en Matanza el Dr. José E. Meana ocupa un lugar de indiscutible prominencia… Así lo interpretan las masas peronistas de Matanza, ya que, en la estructuración del Partido Único, se aglutinan en torno a la figura del Dr. José E. Meana, cuyos antecedentes políticos constituyen las más amplias garantías de corrección y amplitud (La prestigiosa figura del Dr. Meana se agiganta a través del Partido Único, 1946).

El 21 de septiembre de 1947, se realizaron las primeras elecciones internas de las fuerzas peronistas para formar el Congreso Constituyente del partido. En el municipio de La Matanza se presentaron cuatro listas, de las que salió victoriosa la que respondía al Dr. Felipe Iannone, la lista en la que participaba el Dr. Esteban Meana, obtuvo el tercer lugar. Así quedaron elegidas las autoridades del peronismo matancero y el partido se hallaba organizado para enfrentar los comicios comunales que se realizaron el 14 de marzo de 1948. El candidato peronista a la intendencia era el Dr. Iannone quien fue electo por amplio margen. Durante la campaña electoral el diario tuvo una activa participación apoyando la candidatura de los peronistas.

Bajo la figura 2, en la imagen de la izquierda, en el ángulo inferior izquierdo la nota habla del Dr. Iannone, candidato peronista, visitando las instalaciones del periódico, este hecho determinaba en cierto modo la influencia del Nueva Idea en la política local, al merecer el diario la visita del candidato. En la imagen de la derecha manifiesto que apoyaba la candidatura de Iannone. Al final, declaraban que el llamamiento incluía a simpatizantes de cualquier fuerza política que quieran apoyar la obra del Dr. Iannone como comisionado.

Figura 2. En los ejemplares anteriores se observan ejemplos de la participación del diario en la campaña electoral. Diario Nueva Idea del 28 de febrero de 1948

Durante esta época, Nueva Idea continuó bregando por la realización de obras de mejora urbanística y de salubridad, haciendo suyos los reclamos del vecindario, entre las que se destacaron la pavimentación de la Av. Díaz Vélez y el entubamiento de la sección matancera del arroyo Maldonado (figura 3).

Figura 3. Se observan en esta portada las referencias a las obras mencionadas de pavimentación de la Av. Díaz Vélez y entubamiento del arroyo Maldonado. Portada de Nueva Idea, 13 de septiembre de 1947.

Otra tarea en la que participaron los directivos del diario fue la de bregar por la creación de un “Sindicato de la Prensa Menor Argentina”, es decir de una asociación que agrupe a los periódicos de circulación local. A través de diversos encuentros realizados se redactó una “Declaración de Principios”, cuyos principales puntos decían:

Son sus propósitos:

Agrupar en defensa de intereses comunes, en resguardo de la ética profesional y para practicar la ayuda mutua, a los directores propietarios de la prensa argentina de menor cuantía que hagan de ella un modo de vida habitual.

Defender y representar los intereses individuales de cada uno de sus asociados… Gestionar la creación de una sección especial en la Subsecretaría de Informaciones del Estado, destinada a la prensa menor… (Sindicato de la prensa menor argentina, 1947).

La prensa en general, pero más precisamente la prensa local, sufría la falta de papel, el aumento en los costos de impresión y la falta de apoyo estatal, así lo expresaban varias notas publicadas en el periódico. Una consecuencia de esta situación fue el cierre de numerosos medios de prensa “chica”. Nueva Idea, se hizo eco de estos problemas a través de sus editoriales.

La información suministrada por la prensa chica – tan pequeña en su aspecto material, como grande en grado superlativo de su quijotesco ideario y al cual nos hallamos vinculados por una indestructible afinidad mística y profesional – nos viene presentando en forma paulatina pero persistente, la configuración de un alarmante fenómeno cuyo origen contemplamos con un dejo mezcla de tristeza y rebeldía… Nadie repara en la brutal decadencia que para los pueblos significa la desaparición de tantos y tantos periódicos y revistas, máxime cuando por su evolución lo dieron todo sin exigir nada… Pero la ingratitud mayor no está precisamente en el pueblo, sino en las Reparticiones oficiales, en el orden municipal, provincial y nacional, puesto que son ellas quienes en provecho propio explotan la generosidad innata de la “Prensa Chica”. (Junto al camarada caído, 1948)

Este editorial viene a manifestar la situación de los periódicos locales y la necesidad que desde el Estado se los apoye, para de este modo evitar su desaparición, aquí también se inscribe la necesidad de un sindicato que represente al sector.

Luego de conocerse los resultados de los comicios municipales de 1948, el periódico publicó un pequeño aviso que tenía por objeto poner en conocimiento del nuevo mandatario cuál era la postura del diario.

Señor Intendente

Nueva Idea tiene como tradición el destacar las obras beneméritas que se realizan, como así criticar las deficiencias que de “visus” observamos.

Señor intendente: nuestro deseo es que en nuestras columnas aparezca una línea halagadora, y no de desaliento que sería defraudar esta etapa tan importante para la vida comunal. (Señor Intendente, 1948)  

En diciembre de 1949, el diario adoptó un nuevo formato, con más cantidad de noticias y sumando caricaturas. También cambió el lema que se hallaba debajo del nombre, ahora era: “Único diario en la zona oeste en su nueva modalidad”. En mayo de 1951, se produjeron nuevos cambios editoriales. Ya en números anteriores se anunciaba: “Faltan muy pocos días para la reforma completa de Nueva Idea. Foot ball – Carreras – Sociales – Política”.  Los jueves salía una edición especial en dos colores, que contaba entre seis y once páginas. En este nuevo período el diario contenía mayor cantidad de noticias, mayoritariamente dando cuentas de las acciones del gobierno nacional, provincial y municipal de las comunas vecinas. Los editoriales de la portada se fueron haciendo más espaciados en el tiempo y los reclamos o denuncias para el gobierno comunal se hicieron más esporádicas. Se incluían también noticias sobre el devenir interno del Partido Peronista. Además, se dio la oportunidad para que quien quiera colaborar escribiendo alguna nota la mande al periódico para su publicación en la edición de los jueves. También, los días de las fiestas patrias más importantes se editaba números especiales.

El año 1951 estuvo signado por las elecciones presidenciales que se celebraron el 11 de noviembre. Nueva Idea participó activamente en la campaña a favor de los candidatos peronistas y reafirmó una vez más su pertenencia ideológica a aquel partido. Así se expresaba desde la portada de la edición del 31 de julio de aquel año:

Nueva Idea con todo su personal en pleno se adhiere a la reelección del Gral. Perón. Así lo hizo saber a los periodistas de la provincia de Buenos Aires en una reunión ayer en La Plata, su director Luis D. Guardia, esta reunión contó con la presencia de periodistas de las distintas zonas de la provincia…  (Nueva Idea con todo su personal en pleno se adhiere a la reelección del Gral. Perón, 1951).

En enero de 1952 comenzaron a publicarse los días jueves, una serie de notas bajo el título “Conversando con el intendente de La Matanza D. Jorge O. González” (esto ocurría aún antes de que González se hiciera cargo del gobierno comunal, hecho que sucedió el 1 de mayo de 1952). Se trataba de una conversación imaginaria a través de la cual el periodista le hacía llegar los reclamos y pedidos de la comunidad. Para esto se solicitaba a los vecinos su colaboración:

Toda persona, institución o asociación que desee opinar o mostrar sus inquietudes (siempre que aspiren a beneficiar a todos, sin detrimento de nadie, ni ventajas individuales) puede hacerlas conocer enviando sucintamente los datos, para que el redactor de esta columna se encargue de visitarlo y comprobar la veracidad de lo expuesto y hacerlo difundir por este periódico (Conversando con el intendente, 1952).

La primera crítica al intendente municipal fue debida al “abandono cultural en el que se halla La Matanza”, porque solo había dos o tres bibliotecas municipales en todo el distrito, según el columnista que firmaba con el pseudónimo Oscar Car Com, “La carencia de bibliotecas indica el índice de incultura en el que se hallan sumidos los habitantes del partido”, luego planteaba una serie de medidas que se podrían tomar para solucionar ese problema (Conversando al intendente, 1952). De este tenor eran los reclamos incluidos en estas notas se visibilizaban problemas de las escuelas, la necesidad de erigir un monumento a Almafuerte, la falta de plazas y espacios verdes, entre otras. En junio, cambió el nombre de esta sección y pasó a llamarse “Hablándole al intendente” y el que firmaba era un tal Cirilo Tapia, las notas eran más cortas que las anteriores, aunque seguían revelando problemas de jurisdicción municipal.  

Una cruzada de Nueva Idea: la creación del parque municipal Eva Perón

Durante el año 1952, el diario estuvo abocado a una campaña que tomó la forma de una cruzada popular. Se trataba de la construcción de un parque recreativo en un predio de seis manzanas ubicados en el barrio de Lomas del Millón, limitadas por las calles O´Higgins, Gral. Acha, Las Heras y Av. San Martín, a pocas cuadras de la redacción del diario. Ya desde tiempo antes Nueva Idea venía reclamando la necesidad de contar con un parque infantil, para esa barriada cuya población venía creciendo aceleradamente. La campaña para la construcción del parque cobró impulso a partir de una nota a doble página publicada el 8 de julio, por la cual se pedía adherir a su creación. De este modo, comenzaron a llegar adhesiones de algunos personajes y asociaciones civiles del ámbito local. En esa nota se transcribieron varias cartas de adhesión firmadas por el Prof. Esteban José Camino, interventor del peronismo local, del Sr. José Urdagaray, tesorero del círculo mutual, social y deportivo Defensores de Brown, presidentes de unidades básicas peronistas y varios renombrados vecinos. También, en esta oportunidad se publicó una solicitada pidiéndole al intendente que impida que el terreno en cuestión sea destinado a otros propósitos. Como respuesta el intendente Jorge O. Gonzáles aseguró que “ese parque será para todos los niños de La Matanza, por ser la era del Justicialismo y que los únicos privilegiados son los niños, porque así lo quieren Perón y Eva Perón…” (Campaña pro parque Eva Perón, 1952). El jueves 17 de julio, se volvió a publicar una doble página a favor de la construcción del parque (figura 4). En ella seguían las adhesiones y se presionaba a los concejales con domicilio en Lomas del Millón para que adhieran a la causa. (Campaña pro parque Eva Perón, 1952)

Figura 4. Página central promocionando la creación del parque Eva Perón. Nueva Idea, 17 de julio de 1952.

En la figura 5 se puede observar la ubicación del proyectado parque Eva Perón.

Figura 5. Plano con la ubicación del proyectado parque Eva Perón. El recuadro negro marca los límites del parque Eva Perón. Arriba a la izquierda de este, el punto negro indica la ubicación de los talleres gráficos de Nueva Idea. Elaboración propia sobre un plano de Máximo Randrup de 1940.

Luego del fallecimiento de Eva Perón el 22 de julio, la campaña a favor del parque se intensificó, notas como la anterior se repitieron en varias ediciones del periódico. Finalmente, el 5 de septiembre el Concejo Deliberante local trató la creación del parque, pero no resolvió lo que esperaban los vecinos, así lo manifestó el diario en su edición del 11 de septiembre: “Nuestro parque Eva Perón será cercenado para venderlo en subasta pública, así lo resolvió el Concejo Deliberante de Matanza en su reunión del día viernes próximo pasado”, en realidad lo que votó el Concejo Deliberante fue la venta de parte de los terrenos, con frente sobre Av. San Martín. A partir de este hecho Nueva Idea intensificó su campaña, con una serie de notas para influir en los concejales: “Iniciamos una encuesta entre las unidades básicas, ateneos, sindicatos y todos los peronistas” (11 de septiembre). “El Concejo Deliberante de Matanza trabaja a puertas cerradas, no da información y entorpece la misión del periodista al quitar el lugar reservado para este en el recinto” (18 de septiembre). “Los vecinos de Lomas del Millón propician la formación de una asamblea, para luego dirigirse al gobernador de la provincia para que no se lleve a cabo la venta de una parte del “Parque Eva Perón” (25 de septiembre). La beligerancia de diario respecto a las autoridades locales iba in crescendo y posteriormente se hizo una denuncia periodística por supuestas amenazas que recibió el periódico: “Miles de amenazas llegan a nuestra redacción por defender junto con el pueblo el Parque “Eva Perón”, ni así nos detendrán porque somos peronistas y porque siempre tenemos presente las iniciativas de nuestro “Gran Conductor”, Gral. Perón” (25 de septiembre). Más allá de la veracidad de estas afirmaciones lo que queda claro es la intensidad de la campaña, tanto del lado de los vecinos como del gobierno municipal. Con el tiempo se siguió con las presiones sobre las autoridades comunales, así lo expresaba un folleto propagandístico publicado por el diario (figura 6). La campaña surtió efecto y los vecinos fueron convocados a una reunión con el bloque peronista del Concejo Deliberante. Esta reunión fue ampliamente cubierta por el periodismo, con una doble página central en la que se criticaba la actitud de las autoridades municipales. También se elevaron peticiones al gobierno nacional y al gobernador de la provincia. En esa reunión los concejales le comunicaron a la Comisión de Vecinos, que sobre cuatro manzanas se construiría un Club Municipal con piletas, canchas de futbol y tenis, vestuarios y una lujosa confitería, ante esto los vecinos respondieron:

Habiendo concurrido a la citación del concejo deliberante de Matanza el día 30 de octubre próximo pasado, y después de escuchar atentamente el informe de los señores concejales sobre el futuro del parque Eva Perón, esta comisión de vecinos deduce con asombro que de llevarse a cabo dichos proyectos, esas cuatro manzanas de tierra con su frondosa forestación, se convertiría en un lujoso club municipal, porque ellos piensan vender de esos sesenta mil metros, la fracción más grande, o sea las dos manzanas sobre la calle O´Higgins, por lo cual ya no quedarían para parque ni la mitad de dichas tierras.

Esta comisión de vecinos cree que aceptar esa tesis sería olvidar los principios del peronismo, porque al observar lo que se piensa construir, vemos que no queda lugar para parque donde instalar los juegos infantiles. (Al margen de una reunión realizada en el Concejo Deliberante de Matanza, 1952).

Figura 6. Afiche convocando a impedir la venta del parque. Nueva Idea, 30 de octubre de 1952

Más adelante la Comisión pide que se haga un plebiscito para decidir el futuro del parque. Finalmente, el 17 de julio de 1953, el Concejo Deliberante votó la incorporación de la construcción del Parque Eva Perón, dentro de las obras del Segundo Plan Quinquenal, según los términos que resolvió el Concejo oportunamente. Sin embargo, por las vicisitudes políticas posteriores esta obra no se llegó a concretar.

El 1 de octubre de 1952 el diario celebró su décimo aniversario, el día 4 se editó un número especial y se realizó una reunión social a la que concurrieron numerosos personajes de la vida local y regional. En esa edición el Nueva Idea refirmó sus principios periodísticos a través de un editorial:

Hace justamente diez años, cuando salimos a la calle, para someter al juicio de la opinión pública una modalidad distinta en materia de periodismo, respaldada por una autoridad moral sin mácula adquirida en muchos años de lucha contra el vandalismo pretoriano y el latrocinio regimentado, en cuyo ejercicio el sacrificio sublime y la mística revolucionaria se galvanizaba en el acento masculino de un verbo impertérrito, sabíamos que íbamos a provocar, no solo la grita ramplona…

Sin dar nombres, califica a sus detractores con adjetivos peyorativos. Seguramente, la posición del periódico con respecto a diversos asuntos del orden local; su militancia a favor de ciertas causas, como la del mencionado parque Eva Perón, y su actitud denunciadora frente a los problemas que presentaba el municipio, hizo que se ganara algunos enemigos. Sin embargo, más adelante, seguía sosteniendo los principios formulados el día de su creación:

Desde entonces hemos encausado nuestra función periodística por los carriles principistas de la vindicación integral de los intereses del pueblo, sometidos al escarnio de esas “lombrices solitarias” que se colaron por la claraboya del movimiento revolucionario del 4 de junio, y que a la sazón iban ascendiendo en el comando de la “patria chica” mediante la egañifa calculada… (Chaves , 1952).

Más adelante, el editorial criticaba, “a aquellos hombres que embriagados por la petulancia y el nepotismo que enciende en su espíritu el ejercicio discrecional del poder, llegan a creer que el periodismo debe estar supeditado a su antojadizo albedrío…” Al final, afirmaba que, si seguían esa conducta, “dejaríamos de ser la expresión auténtica de las reservas morales en las que se nutre y fortalece la Revolución Justicialista.” (Chaves, 1952).

Al asado criollo que se realizó con motivo del aniversario, concurrieron invitados de diversos orígenes. Haciendo un repaso de su procedencia se pudo determinar la inserción del periódico en el ámbito local y regional. En principio, concurrieron representantes de diversos medios de la prensa local y regional, como el diario La Raza y La Reconquista del partido de Gral. San Martín; en jefe de prensa de la municipalidad de este municipio; representantes del sindicato de prensa; representantes de asociaciones de la sociedad civil, como clubes y sociedades de fomento y también personajes de la política, miembros de la dirigencia del Partido Peronista y el intendente municipal Jorge Oscar González. Por la calidad de los personajes que asistieron se pudo observar que Nueva Idea tenía cierto renombre no solo en La Matanza, quien estuvo representado por su máxima autoridad, sino también en partido vecinos. (Nueva Idea, 6 de octubre de 1952)

Figura 7. Reunión por el décimo aniversario de Nueva Idea. De izquierda a derecha: Albino Spósito, presidente del círculo Defensores de Brown. Luis D. Guardia, director de Nueva Idea. Jorge Oscar González, intendente municipal. Adolfo Luna, director de periódico Tribuna del Trabajo y Isidoro Bierdechosky socio del anterior. (Nueva Idea, 6 de octubre de 1952)

Conclusiones

Por lo expuesto aquí, se puede afirmar que desde su inicio el diario Nueva Idea, bajo la dirección de su propietario el Sr. Luis D. Guardia, siguió un camino de crecimiento e innovación no solo en cuanto a su formato y número de páginas, sino también en lo referido a cambios en la impresión, agregando números a dos colores y mayor cantidad y variedad de noticias, sobre todo a partir de la asunción del gobierno peronista.

Su sesgo ideológico se inscribió en sus comienzos en el Radicalismo Yrigoyenista y pronto abrazó los principios de la Revolución del 4 de Junio. Con el ascenso de la figura de Perón, adhirió a su causa transformándose con el correr de los años en un defensor ferviente de las políticas seguidas por sus gobiernos. Sin embargo, en el ámbito local no titubeó en criticar sin medias tintas algunas decisiones de los gobiernos municipales que, según su criterio, perjudicaban a la población. Esa actitud le granjeó numerosos enemigos. En numerosas ocasiones se transformó en vocero y defensor de los intereses del pueblo y actuó en consecuencia. A través de sus editoriales, ejerció influencia en las autoridades municipales que en muchos casos obraron según la opinión del periódico. Por eso se puede afirmar que Nueva Idea se transformó en un importante actor político del municipio y ejerció cierta influencia en las autoridades, que lo tuvieron en consideración en diversas oportunidades, sea visitando sus instalaciones, accediendo a algún pedido o concurriendo a reuniones sociales organizadas por sus dueños. La máxima expresión de su accionar fue la campaña para la construcción del parque Eva Perón, en aquella circunstancia movilizó a la población y se ganó la atención de las autoridades municipales, esto más allá de los resultados.

Por otra parte, se pudo observar que la lógica de funcionamiento de los periódicos locales era distinta a la de los grandes diarios de tendencia peronista. La tecnología utilizada para su impresión, a través de rotoplanas, hizo más fácil la obtención de papel y los independizó del monopolio ejercido por el Estado en la importación de papel prensa.  Esto le dio mayor independencia con respecto al gobierno. Sin embargo, la llamada prensa chica, no estuvo al margen de los problemas que tenían todas las publicaciones locales. Por tal motivo, el propietario de Nueva Idea bregó por la formación de un sindicato que defienda sus intereses.

La postura del diario frente a las autoridades políticas fue dual, si bien no era crítico respecto de las políticas de los gobiernos nacional y provincial, no ocurrió lo mismo con los gobiernos locales que estuvieron constantemente sometidos a su escrutinio.

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[1] Profesor, licenciado y especialista en historia. Publicó varios artículos y libros sobre historia local del municipio de La Matanza. Participa en equipos de investigación sobre la misma temática. Es profesor de Investigación Histórica I e Historia Regional y Local en la carrera de Historia, y de Historia Económica y Social en la carrera de Martillero Público y Tasador, ambas pertenecientes a la Escuela de Formación Continua de la Universidad Nacional de La Matanza.

Correo de contacto: pomesra@hotmail.com