Antigua Matanza. Revista de Historia Regional

ISSN 2545-8701

Junta de Estudios Históricos de La Matanza

Universidad Nacional de La Matanza, Secretaría de Extensión Universitaria, San Justo, Argentina.

Disponible en: http://antigua.unlam.edu.ar

Agostino, H. N. (diciembre de 2019 – junio de 2020). ¡Precisamos saber Historia!. Antigua Matanza. Revista de Historia Regional, 3(2), 1-3.

Editorial

¡Precisamos saber Historia!

Hilda Noemí Agostino[1]

Universidad Nacional de La Matanza, Secretaría de Extensión Universitaria, Junta de Estudios Históricos de La Matanza, San Justo, Argentina.

 

El 10 de diciembre de este año 2019, se cumplieron 36 años de la vuelta a la vida en democracia en la República Argentina, luego de vivirse la dictadura cívico militar más sangrienta de nuestra historia nacional. Desde aquel 1983 hasta hoy se ha dado una sucesión ininterrumpida de gobiernos democráticos y nos congratulamos de esto. Para recordar lo vivido, para aprender de ello y sobre todo para no incurrir en los mismos errores, existe la ciencia histórica que da cuenta de esos procesos con sus intrincados detalles, sus múltiples relaciones y que visibiliza a los protagonistas de estos en sus respectivos contextos. No puede dudarse de la necesidad que los pueblos tienen de conocer su historia. Sin ella, cada generación debería empezar de nuevo y no sabría ni de sus raíces, ni entre muchas otras cuestiones, de las luchas que vivieron para lograr derechos quienes los antecedieron. Y tampoco sabría de todos los que perdieron la vida en pos de sus ideales. Porque en cada sociedad hay héroes, algunos reconocidos y otros muchos ignotos pero no por eso menos importantes y a todos ellos los recoge la investigación histórica en sus diferentes miradas.

Saber de nuestra historia es un imperativo, y esto es de vital importancia, sobre todo en este país que todavía no ha logrado una democracia tan sólida e indiscutible como se precisa, solo basta observar el contexto latinoamericano actual. Sin embargo, entre nosotros un importante sector de la población todavía añora a la fuerzas armadas interviniendo en la vida cotidiana de los argentinos para solucionar problemas (Consultores, 2019) que no son los que les adjudica como misión la Constitución Nacional. Eso indica, un desconocimiento de los males que esto acarreó en el pasado y si no es así estamos ante cómplices de ese accionar.

Volviendo a la idea inicial, ya que el país encara en estos momentos una nueva etapa, permítasenos insistir con que es necesario colocar a la Historia Nacional, en un lugar de privilegio y hacerlo de tal manera que los argentinos la conozcan, si es posible la asuman y por ende la defiendan. Se precisa instalar una cultura ciudadana donde cada argentino se comprometa con valores que se prolonguen en el tiempo, con los que se sienta identificado, pero para ello debe saber de dónde provienen y quiénes fueron los que los promovieron, y para eso la Historia puede colaborar fuertemente. Conocer a nuestros hombres y mujeres actuando en determinados momentos y hacerlo sabiendo qué ideas los impulsaban y sobre todo qué defendió cada uno, sería una excelente manera de contribuir a formar esa nueva cultura que propiciamos. Conocer, por ejemplo, qué defendieron los diferentes presidentes argentinos y qué sustentaron como políticas de estado puede inclusive ayudar en futuras instancias electorales, porque permitiría desde el conocimiento, trascender las propagandas siempre intencionadas de algunos y las campañas mediáticas direccionadas, tan de moda en nuestra América actual.

Solo con más educación y, por supuesto, nosotros enfatizamos incluir la histórica, se pueden sortear ciertos desafíos en los que la hora actual nos coloca. No todo se resuelve con planes económicos, aunque son indispensables. Fomentar el pensamiento crítico y hacerlo posible para las grandes mayorías, desde proporcionar conocimiento validado a la sociedad en general desde todos los lugares posibles, es una propuesta no solo factible sino viable. La democracia se hace fuerte con más democracia y eso implica planificar una vida digna que esté basada en alimentos, salud, trabajo y educación para todos los argentinos.

La Historia no puede ser solo un recurso discursivo. Debe necesariamente ser un saber de cada uno de nosotros, y para eso debe ser investigada y transformada en contenidos que todos puedan conocer y conservar en su memoria. Y de ser posible sentirse orgullosos. La Historia Nacional habla de cada uno de nosotros como parte de una sociedad que nos necesita. Se debe tener memoria y con ella construir Historia. Para conocerla, amarla y defenderla. Porque nadie ama lo que no conoce y nadie defiende lo que no ama.

Son tiempos en los que se precisa instalar un nueva cultura nacional pero esta no puede pensarse sin que la historia de la patria, tenga un lugar destacado, sobre todo para rescatar a los miles de hombres y de mujeres, que día a día construyen desde sus lugares a esta Argentina que todos amamos.


[1] Realizó su Doctorado en Educación alcanzando el grado de Ph D (EE.UU.), Magíster en Gestión de Proyectos Educativos (Argentina), obtuvo la Suficiencia Investigadora (Magíster) en Historia (España), se especializó en Evaluación de la Educación Superior (Cuba) y sus títulos de grado son Licenciada en Historia y Licenciada en Ciencias de la Educación. Es autora de numerosas  publicaciones en Historia, en Educación y en Formación Docente. Ha obtenido becas y premios por investigaciones realizadas En el Área Metropolitana, dirige proyectos relacionados con la Historia Regional del Partido de La Matanza.

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