Antigua Matanza. Revista de Historia Regional

ISSN 2545-8701

Junta de Estudios Históricos de La Matanza

Universidad Nacional de La Matanza, Secretaría de Extensión Universitaria, San Justo, Argentina.

Disponible en: http://antigua.unlam.edu.ar

Starópole, A. M. (diciembre de 2018). La inserción territorial del Movimiento Barrios de Pie en La Matanza (2003-2015). Antigua Matanza. Revista de Historia Regional, 2(4), 22-71.

La Matanza y su historia

La inserción territorial del Movimiento Barrios de Pie en La Matanza (2003-2015)

Argentina Magdalena Starópole[1]

Universidad Nacional de La Matanza, Escuela de Formación Continua, San Justo, Argentina.

 

Fecha de recepción: 6 de abril de 2018

Fecha de aceptación y versión final: 16 de octubre de 2018

Resumen

El propósito de la presente investigación fue analizar cómo se llevó a cabo la inserción territorial del Movimiento Barrios de Pie en el partido de La Matanza durante los gobiernos de los presidentes Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) para la realización de la tesis de Licenciatura en Historia en la Universidad Nacional de la Matanza. Para ello procedimos al abordaje de bibliografía sobre las consecuencias sociales y económicas derivadas de la aplicación de las políticas neoliberales en la Argentina y específicamente en La Matanza. Se consultaron autores que investigaron la emergencia de los movimientos sociales en el conurbano bonaerense, sus relaciones con el poder político y sus estrategias de confrontación en el espacio público. Nuestras fuentes surgieron de entrevistas semiestructuradas a militantes y referentes del Movimiento Barrios de Pie de La Matanza y de la participación en reuniones, copas de leche y movilizaciones en el partido. Así, pudimos profundizar en el conocimiento de las herramientas que empleó la organización para mantener su presencia en el territorio matancero en el período de referencia. Los resultados alcanzados fueron obtenidos de sus testimonios, previa desgrabación y confección de las matrices correspondientes a partir de variables e indicadores surgidos de la hipótesis y de la discusión con las claves analíticas del marco teórico y de otras investigaciones consultadas. Los mismos permitieron demostrar que Barrios de Pie se abocó a la realización de tareas comunitarias en los barrios buscando la recuperación de la cultura del trabajo entre los vecinos desocupados y también en proporcionarles un espacio social y político para el ejercicio de la participación ciudadana.

Palabras Claves: Movimiento Barrios de Pie, barrios de La Matanza, desocupación, tareas comunitarias, participación ciudadana

 

La inserción territorial del Movimiento Barrios de Pie en La Matanza (2003-2015)

Introducción

Las políticas neoliberales que se implementaron en la Argentina entre los años 1976 a 2001 dejaron como corolario un “Estado mínimo” expresado en una fuerte desindustrialización que, en el conurbano bonaerense y especialmente en La Matanza, provocó desocupación y aumento de la pobreza. Millares de familias matanceras hallaron como canal de participación ciudadana la conformación de los primeros movimientos sociales de desocupados, espejo de las manifestaciones “piqueteras” que en las provincias petroleras de Neuquén y Salta se realizaron a fines de los años noventa. Ollas populares, marchas multitudinarias y cortes en la Ruta Nacional N°3, transformaron a La Matanza en la “capital del piquete” por la masividad y la contundencia de estas acciones colectivas que visibilizaban la exclusión social derivada de las recetas neoliberales.

En este Municipio el Movimiento Barrios de Pie comenzó su presencia en los barrios a partir de 2001 reclamando al Estado nacional, mediante la ocupación del espacio público, trabajo y alimentos que permitieran a los vecinos vivir dignamente. Fue este trabajo comunitario de la organización sociopolítica Movimiento Barrios de Pie el que despertó nuestro interés para su abordaje, siendo el planteamiento del problema cuáles fueron las estrategias desplegadas por Barrios de Pie para posibilitar su inserción territorial en los barrios de La Matanza durante el período 2003-2015.  Así, el argumento central se orientó a demostrar que la inserción territorial de la organización sociopolítica Movimiento Barrios de Pie en el partido de La Matanza durante el período de referencia se realizó a través de la participación ciudadana y de las tareas socio-comunitarias.

Nuestra investigación estuvo direccionada por el siguiente objetivo: hacer una descripción de las estrategias utilizadas por el Movimiento Barrios de Pie para insertarse en el territorio matancero y visibilizar los reclamos barriales. Para ello fue necesario:

·                    Listar los barrios de La Matanza en los cuales tuvo presencia el Movimiento Barrios de Pie.

·                    Identificar los motivos que acercaron a los vecinos matanceros al Movimiento Barrios de Pie.

·                    Describir las tareas comunitarias y las capacitaciones realizadas por el Movimiento Barrios de Pie como respuesta a las necesidades de los vecinos.

·                    Determinar las causas de los reclamos vecinales ante las autoridades municipales y nacionales y cómo fueron estos canalizados a través del Movimiento Barrios de Pie.

Metodología y fuentes

La magnitud de la catástrofe social argentina producto de la crisis socioeconómica iniciada en los noventa y profundizada en 2001/2002 ha sido el motor que despertó el interés por realizar esta investigación. En primer lugar, fue el intento por comprender el porqué de los cortes o “piquetes” en la Ruta N°3, que en varias oportunidades “vivenciamos” en 2001 viajando en colectivo hacia González Catán. En segundo término, nos guió el interés por conocer las causas que explicaran la permanencia del Movimiento Barrios de Pie en el partido de La Matanza. Para ello realizamos un trabajo de campo que se extendió entre enero de 2016 y abril de 2017. Las treinta y una entrevistas semi-estructuradas realizadas a militantes y referentes del Movimiento Barrios de Pie se complementaron con la participación a dos reuniones de Formación Política del Movimiento –desarrolladas en el local partidario que Libres del Sur tenía en San Justo- donde participaron referentes y militantes. Además, asistimos –en el local del Movimiento Barrios de Pie sito en González Catán- a la organización preparatoria para la apertura de una “copa de leche”, de la cual luego participamos en el día de su inauguración en el asentamiento La Celeste, de la misma localidad. Asimismo, se tomó registro fotográfico de una movilización en la localidad de San Justo, de las tareas que los militantes realizaban en el local que el Movimiento poseía en González Catán, de la Feria de Microemprendimientos y de otros aportes documentales que decoraban las paredes del local partidario en González Catán. También registramos fotográficamente las imágenes de la copa de leche “Los Peques” y de los controles de talla y peso a los niños que participaron de la misma. Esto nos permitió comprobar que el barrio – a partir de la implementación de las políticas neoliberales- fue tomando protagonismo para convertirse en el espacio natural de acción y organización, y de interacción entre diferentes actores y organizaciones de base, siendo un componente fundamental en las estrategias familiares de supervivencia.

La bibliografía consultada nos permitió tomar conocimiento sobre la heterogeneidad que presentaron los movimientos sociales de desocupados en la Argentina de la última década: sus orígenes, sus demandas, las estrategias para reclamar al Estado y las divisiones hacia el interior de las organizaciones piqueteras producto de la visión que tenían del gobierno kirchnerista. Contribuyeron a este discernimiento en territorio matancero, el periódico “Esto es Catán” y los diarios La Nación y Página 12.

Dada la naturaleza del tema nos apoyamos en el aporte conceptual brindado por la Sociología, siguiendo para ello a dos autores: Astor Massetti (2009) y Denis Merklen (2010). Sus investigaciones nos brindaron el marco teórico para analizar la dinámica y las estrategias que asumió la presencia territorial del Movimiento Barrios de Pie en La Matanza en el período que nos ocupó (2003-2015). Así, en el artículo haremos referencia a las organizaciones sociopolíticas entendidas como redes organizacionales inter-barriales que tomaban cada tema reivindicativo – planes sociales, alimentos, mejoras barriales, etc. –  como un emergente del nuevo escenario de conflictividad social frente a las insuficientes respuestas del Estado, transformándolo en un eje a partir del cual movilizarse políticamente. Estas experiencias organizacionales debieron competir en cada barrio con los poderes locales constituidos para acumular poder político, evitar perder su capacidad de confrontación, y mantener su carácter de interlocutor/negociador con el Estado.

A partir de esta conceptualización pudimos analizar el ciclo de institucionalización que propone Massetti (2009) para comprender cómo ha sido la relación del Movimiento Barrios de Pie con el gobierno kirchnerista (2003-2015), período en el que atravesó momentos de conflicto y otros de colaboración. El primer estadio de este ciclo es la confrontación durante el cual el movimiento social demanda al Estado a través de la protesta callejera y éste reprime o dialoga. A partir de la implementación de políticas públicas la relación de las organizaciones sociopolíticas y el Estado cambia. Se abrieron canales de diálogo con los funcionarios y hacia su interior las organizaciones comenzaron a funcionar como ONGs captadoras de recursos que debieron administrar entre sus militantes. Llámase a este estadio ongización. Finalmente, el tercer estadio es la inserción momento en el cual se incorporaron cuadros políticos y técnicos de las organizaciones sociopolíticas a distintas áreas de gobierno.

De este ciclo de institucionalización tomaremos para el análisis del período 2003-2015, los estadios de confrontación y ongización que han sido empíricamente observables en nuestro trabajo de campo, para indagar la inserción territorial y las estrategias que desarrolló el Movimiento Barrios de Pie – como brazo territorial del Movimientos Libres del Sur – para legitimarse en los barrios matanceros como referente e interlocutor político en reclamo de asistencia al gobierno.

Otra clave analítica que nos sirvió para comprender la trascendencia que tuvo el barrio para los sectores populares de La Matanza fue la inscripción territorial desarrollada por Denis Merklen (2010). Así, el barrio fue tomando protagonismo frente a la inestabilidad laboral y el hiperdesempleo, como un espacio natural de acción y de organización de los vecinos. Se configuró en una especie de capital social donde sus habitantes tejieron lazos de solidaridad y cooperación que les facilitaban la integración al Movimiento Barrios de Pie.

Los orígenes del Movimiento Barrios de Pie. El trabajo en los barrios y su relación con el poder político (2001-2003)

La historia del Movimiento Barrios de Pie permitirá acercarnos al conocimiento del trabajo comunitario que desplegó en los barrios matanceros y también sobre las prácticas y discursos que posibilitaron su acercamiento y posterior ruptura con la gestión de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández en el período 2003-2015.

Barrios de Pie se organizó en torno al Partido Corriente Patria Libre, organización nacionalista de izquierda de fuerte inspiración populista, que emergió a fines de los ´80 en la provincia de Córdoba a partir del nucleamiento de viejos militantes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) con anclaje en el trabajo barrial.  En los años noventa los militantes de Patria Libre se enrolaron en el trabajo social a través de la experiencia del Grupo de Estudiantes Secundarios (Svampa y Pereyra, 2009). Sobre estos orígenes nos brindó su conocimiento el Sr. José Oscari, referente provincial de la organización Barrios de Pie:

La organización madre se llamaba Patria Libre que se fundó en 1987 con compañeros que venían del ERP y los Montoneros que estuvieron presos en la década del ´70. Desde la misma cárcel comenzaron a plantear un partido distinto con herramientas para entender que la sociedad había cambiado, eran otros tiempos en la sociedad, y en 1987 se funda Patria Libre, Corriente Patria Libre (...) que surge en Córdoba. Después se traslada a la provincia de Buenos Aires y empieza a armar organizaciones más sindical y estudiantiles (...) Barrios de Pie surge en el 2001, el nombre sale de una compañera de Córdoba que puso ese nombre como emblema del trabajo de la gente en el barrio. (J. Oscari, comunicación personal, 4 de febrero de 2016).

Este testimonio lo amplió con la información sobre la presencia del Movimiento en La Matanza:

nosotros cuando arrancamos como organización veníamos de una organización que se llamaba Patria Libre. Estábamos organizados en sindicatos y en los centros de estudiantes. Yo vengo de ahí, la mayoría participábamos de los centros de estudiantes (...) no existían las organizaciones sociales (...) cuando estalla el 2001, con la crisis, la gente tenía un descreimiento de la política, entonces la mayoría nos organizábamos en los barrios a construir (...) Nosotros veníamos de una construcción más estudiantil, más de discusión política (...). (J. Oscari, comunicación personal, 28 de enero de 2016).

Estas actividades barriales acercaron a la organización a la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), claramente opositora a las políticas neoliberales del presidente Menem, a tal punto que:

hacia el año ´99, la Juventud de Patria Libre comenzó a trabajar en los barrios como “Juventud de la CTA”. Para esa misma época, las tendencias de la organización en pos de acordar con sectores del peronismo de izquierda eran cada vez mayores. (Cortés, 2017, p. 19).

Los militantes universitarios organizaban los primeros trabajos territoriales en las llamadas “Jornadas de Jóvenes Solidarios”, actividades demostrativas de que Patria Libre apoyaba ser una organización con alianzas policlasistas donde participaran sectores populares y de clase media. Los finales de la década fueron testigos de la incorporación de Barrios de Pie a la Federación Tierra, Vivienda y Hábitat (FTV) liderada por Luis D’Elía con la denominación de “CTA de los Barrios”, que poco después cambió por Barrios de Pie en enero de 2002. Siguiendo el análisis sobre sus orígenes:

Barrios de Pie se reivindica como una organización territorial que busca “articular el movimiento de barrios con el de desocupados”, existen diferencias notorias entre el trabajo territorial de la FTV (movimiento social urbano) y el activismo desarrollado por los jóvenes ligados a Patria Libre, inscripto en la línea de la militancia social y universitaria más tradicional (apoyo escolar, educación popular) (...) las divergencias político-ideológicas entre Barrios de Pie y la FTV no se tornaron insostenibles durante las asambleas piqueteras sino que son posteriores a los acontecimientos ocurridos en diciembre de 2001. Más aún, Barrios de Pie instala su discurso fundacional entre dos quiebres: el producido el 19 y 20 de diciembre de 2001, que dio lugar a un nuevo protagonismo social; y el 26 de junio de 2002, con la masacre del Puente Pueyrredón. (Svampa y Pereyra, 2009, p. 67).

Fue justamente este último y lamentable acontecimiento el que llevó a Barrios de Pie a coordinar acciones con el Bloque Piquetero Nacional, más confrontativo. Ese mismo año, por diferencias con la FTV dentro de la CTA, terminó desvinculándose de la misma.

Por lo tanto, desde sus orígenes el sello identitario de Barrios de Pie fue el reclamo callejero y el trabajo barrial:

El Movimiento Barrios de Pie nació en diciembre de 2001 como producto de organizarnos a nivel nacional de un conjunto de movimientos de trabajadores y trabajadoras desocupados que veníamos luchando desde hacía tiempo en muchos barrios de diferentes provincias de la República Argentina. Durante el 2002, Barrios de Pie se asentó en (...) el conurbano bonaerense (...)  sin abandonar el objetivo principal de lograr trabajo genuino para todos los habitantes de este país, constantemente nos hemos movilizado ocupando lugares públicos, mostrando al conjunto de la sociedad la realidad que vivimos millones de argentinos, reclamando del Estado la solución inmediata de nuestros problemas más acuciantes –como la educación, la salud, la provisión de los servicios indispensables para vivir dignamente- y principalmente, reclamando por nuestro derecho a una alimentación digna (...) sin dejar de luchar por lo que nos corresponde, hemos decidido tomar la solución de los graves problemas que nos aquejan en nuestras propias manos organizando en los distintos barrios comedores populares y merenderos en los que se alimentan miles de adultos y niños, panaderías comunitarias, emprendimientos laborales, (...) talleres de educación popular, (...) campañas de salud y formación de agentes de salud (...). (http://barriosdepie.org.ar/article.php3?id_article=76, 2015).

Podemos sostener entonces que la trayectoria del Movimiento Barrios de Pie reconoció dos momentos. El primero correspondió al proceso de constitución y consolidación de Barrios de Pie, entre 2001 y mediados de 2003, que coincidió con su etapa piquetera caracterizada por la movilización y la alta confrontación con el gobierno nacional en quien veían al enemigo que estaba al servicio de los sectores económicamente dominantes alineados con el FMI. En esta lectura de la situación nacional coincidían con el Bloque Piquetero Nacional, de allí que coordinaran planes de lucha tales como cortes totales de ruta y a los accesos a las principales ciudades y también bloqueos a los hipermercados. Sin embargo, el no poder acordar una estrategia política, llevó finalmente a su salida del Bloque Piquetero Nacional. Así, en su horizonte próximo Barrios de Pie se proponía construir otro Argentinazo por ello, confirmadas las elecciones presidenciales a fines de diciembre de 2002, Patria Libre rechazó la propuesta de participar de un frente electoral constituido por organizaciones de desocupados e impulsó la “Contra campaña en contra de la farsa electoral”, decidido a boicotear los comicios bajo la consigna “Que se vayan todos”. Fue así que llamó a la abstención electoral, al voto en blanco o la impugnación, manteniendo la misma estrategia ante la posibilidad de una segunda vuelta entre los candidatos presidenciales Néstor Kirchner y Carlos Saúl Menem.

Planteado este antecedente en las siguientes líneas se analizará el segundo momento que correspondió a la fluctuante relación que el Movimiento Barrios de Pie mantuvo con la gestión de gobierno de los Kirchner.

El posicionamiento del Movimiento Barrios de Pie durante el gobierno kirchnerista (2003-2015)

Electo Néstor Kirchner como presidente de la Nación, el Movimiento Barrios de Pie hizo hincapié en la debilidad de su origen – el escaso 22% que obtuvo en las elecciones – y en la imposibilidad que veían de que pudiera disciplinar a algunos actores políticos y económicos. Sin embargo, el nuevo mandatario supo capitalizar la situación de crisis económica-financiera en la que halló al país y, producida su asunción el 25 de mayo de 2003, se abrió el debate entre las organizaciones populares acerca del proceso que se vislumbraba en la Argentina. Muchas organizaciones de tradición nacional y popular leyeron en el discurso presidencial ante la Asamblea Legislativa y en sus primeros gestos de gobierno – el descabezamiento de la cúpula militar, el recambio de los integrantes de la Corte Suprema de Justicia asociada a la década menemista, la política de Estado que condenó la violación de los derechos humanos durante la última dictadura cívico-militar y el traspaso de la ESMA a los organismos de Derechos Humanos el 24 de marzo de 2004 – la recuperación del Estado como eje de las transformaciones profundas que interpelaban a los militantes. Fue entonces cuando se inició la segunda etapa de la trayectoria de la organización en el espacio político nacional. Respondió al llamado presidencial de gestar un espacio transversal – entendido como operación política de sumar expresiones sin importar el origen partidario – como una forma alternativa de representación y de participación, pero también lo interpretó como la posibilidad de construir un nuevo consenso frente a la crisis de legitimidad de los partidos políticos tradicionales y de la dirigencia política. Este espacio político fue construido por fuera y en contra del Partido Justicialista en el que Barrios de Pie veía las lacras de la vieja política: corrupción, vínculos mafiosos y relaciones carnales con el poder económico. El nacionalismo popular que los representaba ideológicamente reconocía la necesidad de la liberación nacional frente a la dependencia que en esa coyuntura tenía la Argentina respecto del FMI y las potencias extranjeras. Fue en esta clave de la soberanía nacional, en sintonía con las reivindicaciones históricas del peronismo, que el gobierno de Néstor Kirchner pretendió actualizar, donde pudimos encontrar la relación de afinidad entre el gobierno nacional y Barrios de Pie.

En apoyo a estos argumentos una referente política de La Matanza y responsable de la Zona 1 que abarcaba Villa Celina, Madero, La Tablada, Ciudad Evita, Aldo Bonzi y Lomas del Mirador nos refirió:

Tuvimos varias etapas con respecto al gobierno kirchnerista. Una primera etapa no llamamos a votar a Néstor Kirchner. (...) Sí, cuando empezó el período de gobierno, vimos que había algunas medidas que estaba tomando que se acercaban a los que nosotros apuntábamos. Sería un gobierno popular y nos acercamos al kirchnerismo. Entonces integramos lo que fue la transversalidad, que había varias organizaciones sociales, movimientos políticos, etcétera. Estuvimos un tiempo dentro de este gobierno apoyando. (Militello, comunicación personal, 3 de abril de 2017).

Por su parte, otro responsable bonaerense de Barrios de Pie coincidió:

(...) entra Kirchner [y] nos planteamos en ese momento el voto en blanco y seguíamos la lucha en la calle. Kirchner es como que vuelve a renovar la política (...) Nosotros de Kirchner hacemos dos lecturas. La primera que el tipo instala los Derechos Humanos en la Argentina. Me parece que con reivindicar los Derechos Humanos sepultó directamente la cuestión de los militares y después me parece que tuvo un desarrollo social en el período que fue fundamental que la gente volvió a resurgir. (...) Nos plantea que iba a formar un partido transversal con diferentes organizaciones y como nosotros empezamos a ver que el tipo empezaba a hacer una política más social en un Congreso decidimos ser parte del gobierno. (J. Oscari, 4 de febrero de 2016).

En respuesta a este ofrecimiento del gobierno las organizaciones nucleadas en el espacio Patria o Muerte y Barrios de Pie-Patria Libre, organizaron el encuentro fundacional del colectivo “Frente de Organizaciones Populares” en un acto público el 21 de junio de 2004 donde se discutió el documento “La hora de los pueblos” como parte de la articulación de los espacios “transversales” de apoyo al presidente. Patria Libre se ubicó en el medio entre los que interpretaban al kirchnerismo como continuidad y los que lo veían como un proceso de transformación. Además, la gestión de Kirchner coincidió en Latinoamérica con la emergencia de una ideología de centroizquierda cuyo principal referente fue el presidente venezolano Hugo Chávez. En este sentido, Barrios de Pie participó en noviembre de 2005 de la Contra Cumbre realizada en Mar del Plata en paralelo a la Cumbre de las Américas. Barrios de Pie también comenzó su acercamiento a la Federación Tierras, Vivienda y Hábitat (FTV) y al Movimiento Evita – que apoyaban al presidente Kirchner – alejándose del Bloque Piquetero Nacional. Dos factores influyeron en esta decisión: primero, el antagonista no era ya el gobierno nacional sino las empresas privadas y, en segundo término, contribuyó a ello el cansancio que provocaban los cortes de ruta entre los sectores de clase media buscándose estrategias que contaran con una mayor legitimidad social.

Este tránsito de la etapa piquetera al ciclo de la institucionalización del reclamo, se hizo visible hacia el interior del Movimiento Barrios de Pie porque determinó una mayor intervención en el trabajo barrial asumiendo una identidad social. Así, los microemprendimientos y las áreas de Educación Popular, Salud y Cultura fueron prioritarios para la construcción en el territorio barrial en la búsqueda de una solución al problema de la falta de trabajo. En Matanza se dictaron cursos para la formación de Promotores Comunitarios siguiendo la metodología de educación popular en la Escuela N° 179 de la localidad de Virrey del Pino.

El acercamiento a otras organizaciones kirchneristas desembocó el 27 de abril de 2006, en el lanzamiento oficial del Movimiento Libres del Sur en el cual el Movimiento Barrios de Pie (brazo territorial de la Corriente Patria Libre) fue parte central del armado político. Libres del Sur se constituyó como un conjunto de partidos, movimiento de trabajadores desocupados y organizaciones autodefinidas como izquierda nacional para confrontar electoralmente por fuera del Partido Justicialista construyendo de este modo una alternativa partidaria.  Al respecto obtuvimos el siguiente testimonio:

(...) lo fundamos en 2006 con diferentes organizaciones (...) el piquetero estaba mal visto (...) entonces nosotros necesitábamos llegar a otro sector que es la clase media, es otro sector para llegar al poder y poder lograr un país más justo. Necesitábamos un nuevo partido, fundar una alianza y de ahí en el 2006 surge la alianza Libres del Sur (...). (J. Oscari, comunicación personal, 4 de febrero de 2016).

Ese mismo año el líder de Barrios de Pie Jorge Ceballos, fue designado Subsecretario de Organización y Capacitación Popular en la órbita del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.

La estrategia de la transversalidad sufrió su primera embestida cuando en 2007 Cristina Fernández de Kirchner fue electa presidente mediante una alianza política con los sectores más conservadores del peronismo y los llamados “radicales K”. Varios testimonios nos refirieron esta situación, siendo ilustrativa la siguiente:

Estábamos en una época con ellos, pero vimos que no acordaban con nosotros. Tenían muchas cosas que no se bajaban al barrio. Por ejemplo, ellos no tenían la idea tener copas en los barrios o sea, no sé, tenían una copa pero no la mantenían, solamente la utilizaban en las elecciones. Y nosotros no (...) Cuando vengan las elecciones o dejan de haber las elecciones seguimos con ese trabajo. Así que bueno, tuvimos que sacar al kirchnerismo y seguir haciendo nuestras propuestas, nuestros proyectos, nuestros, como lo social y lo político. Y bueno, por eso dejamos el kirchnerismo. (Guzmán, comunicación personal, 14 de junio de 2016).

El panorama político fue cambiando por la decisión del ex presidente Néstor Kirchner de presidir el Partido Justicialista, actitud que fue cuestionada por Barrios de Pie y Libres del Sur. Pese a ello, en marzo de 2008, el Secretario General de Libres del Sur, Humberto Tumini, fue designado Secretario Ejecutivo del Consejo Federal de Derechos Humanos. Dos de los testimonios obtenidos lo confirman:

Empezamos a ver hacia 2007, más o menos (...) algunas medidas que sinceramente iban por fuera del camino que nosotros teníamos (...) Con respecto al proyecto de volver a apoyarse en el PJ (...) Ese tipo de cuestiones que nosotros las veíamos alejadas de nuestro proyecto. Hacia el 2008 nos empezamos a transformar en oposición. (Militello, comunicación personal, 3 de abril de 2017).

Cuando ya estaba pisando el 2007 ya el gobierno empieza a tener otra mirada política y empieza a darle poder a los sectores empresarial (sic) y a los sectores más poderosos de este país y es ahí cuando empezamos a tener una grieta con el kirchnerismo. (J. Oscari, comunicación personal, 4 de febrero de 2016).

El conflicto con el campo por la Resolución 125 (2008) provocó el apoyo de Barrios de Pie a las medidas gubernamentales “(...) cuando fue la crisis del campo estuvimos al lado del gobierno de Kirchner. A partir de 2008 comenzamos a tomar distancia del kirchnerismo”. (J. Oscari, comunicación personal, 4 de febrero de 2016).

La salida del kirchnerismo en diciembre de 2008 se explicó al sostener que el proyecto del gobierno se había alejado de la centroizquierda. Desde entonces Barrios de Pie y Libres del Sur integraron distintos espacios políticos de centroizquierda y buscaron afianzar sus bases territoriales “(...) nunca dejamos de estar en los barrios (...) nosotros siempre mantenemos nuestra línea de construcción en el territorio. La construcción barrial”. (J. Oscari, comunicación personal, 4 de febrero de 2016). Estas afirmaciones apuntalan el concepto de “inscripción territorial” (Merklen, 2010) dada la centralidad que el referente de Barrios de Pie le otorga al barrio como anclaje de la construcción social y política de su Movimiento en La Matanza. Además, comprobamos el ciclo de institucionalización que atravesó la organización sociopolítica Movimiento Barrios de Pie entre 2003-2015. En él transitó las etapas de ongización e inserción (2004 a 2008), en momentos de alineamiento crítico con el gobierno de los Kirchner; para luego pasar al estadio de la confrontación desde fines de 2008 hasta 2015 en el que, vuelto definitivamente en un rol opositor, conformó diversos espacios políticos y recuperó como estrategia política la movilización callejera. (Massetti, 2009).

La conquista del territorio barrial en La Matanza

La crisis política, social y económica que sacudió a la Argentina a partir de los días 19 y 20 de diciembre de 2001 condujo a la emergencia en el territorio matancero de la organización sociopolítica Movimiento Barrios de Pie. Las fuentes consultadas coincidieron en afirmar que la falta de trabajo y la acuciante necesidad de conseguir el sustento diario para las familias empobrecidas de sus barrios fueron las causas principales que llevaron a la presencia de Barrios de Pie entre los vecinos.

En relación con estos motivos, transcribimos una selección de los principios que identificaban al Movimiento Barrios de Pie en los cuales ponían énfasis en las tareas barriales y organizativas que desplegaban entre los vecinos. Su lectura nos permitió corroborar a lo largo de la investigación si fueron consecuentes entre la prédica y la práctica:

Participación popular para cambiar la Argentina. Qué somos, qué queremos.

1.        Barrios de Pie es la unión voluntaria de mujeres y hombres que habitan nuestra Patria, su acción está orientada a la transformación de nuestra sociedad, y nuestro horizonte es una Argentina y una Latinoamérica, con Justicia social, para todos y todas.

2.        Promovemos el protagonismo y la participación del barrio en la resolución de sus problemas, alejándonos de todo clientelismo, confiando en la fuerza transformadora del pueblo movilizado.

3.        Nuestras luchas sociales por la dignidad del barrio están relacionadas con cambios de fondo. Promovemos la participación política como parte del Movimiento Libres del Sur.

4.        Nuestra organización es colectiva, no individual o de grupo, aquí no hay lugar para arribistas, mucho menos para utilizar responsabilidades en beneficio propio.

5.        Es nuestra tarea y obligación formarnos política y socialmente, con humildad ya que: “entre todos sabemos todo”. De la conciencia y la participación, sale el compromiso.

6.        Nuestro Movimiento Barrios de Pie se organiza por Áreas de trabajo y acción, para la resolución de los problemas del barrio. (Rudnik y Menéndez, 2012, pp.75-76).

Así, pudimos acercarnos a la cronología que nos brindaron los entrevistados la cual ubicaba entre los años 2001-2003 los inicios del trabajo barrial del Movimiento. Citamos algunos testimonios: “En Matanza comienza (...) 2001/02 (...) en Rafael Castillo donde los índices de pobreza son grandísimos (...)”. (J. Oscari, comunicación personal, 4 de febrero de 2016).

Otro entrevistado de la localidad de González Catán nos refirió:

Más o menos nace en 2003 (...) empezamos a ver las problemáticas en los barrios de González Catán. Hicimos unos relevamientos con el tema de los chicos de bajo peso (...) y fuimos poniendo copas de leche, comedores (...) Ahí nos fuimos organizando en distintos barrios, había mucha gente que se venía a anotar, que no tenía nada (...) Antes nos reuníamos en Virrey del Pino, ahora tenemos un local en cada localidad. (Gómez, comunicación personal, 7 de enero de 2016).

El paso inicial para la inserción del Movimiento Barrios de Pie en los barrios fue la apertura de una copa de leche para los niños:

Empieza más o menos en 2003 (...) yo primero apunté para que puedan abrir en el barrio una copa de leche. Eso es lo más primordial en un barrio porque así se les puede dar una mano a todos los vecinos que no tienen (...). (Guzmán, comunicación personal, 14 de junio de 2016).

El despliegue barrial del Movimiento Barrios de Pie en La Matanza fue extenso. Brindamos un listado parcial de los barrios que resultó de las consultas realizadas entre enero de 2016 y abril de 2017, el mismo fue graficado en la figura 1:

Ciudad Evita: “Casi toda Ciudad Evita porque ahora, gracias a Dios, abrieron comedores que están ayudando. En el barrio Pionero hay mucha necesidad”. (Miranda, comunicación personal, 7 de junio de 2016).

González Catán: barrios La Gloria, Santa Cecilia, Villa del Carmen, Talita, 20 de Junio, Costa Azul. Lasalle, Nicole, Dorrego, Los Ceibos, San Enrique, Independencia.

Gregorio de Laferrere: barrios La Loma I y La Loma II, Villa Adriana, Giardino, Luján, Deportivo Laferrere, La Palangana, Presidente Perón, Dora, Eva Duarte, La Liga, Don Juan y Santa Patricia.

Rafael Castillo: barrios El Torero, Estrada, La Bahía, San Jorge, 8 de Octubre, “en los veintidós barrios de Rafael Castillo estamos con la copa de leche o locales (...)”. (Villarroel, comunicación personal, 7 de junio de 2016).

Virrey del Pino: barrios La Esperanza y Los Álamos.

Figura 1. Plano del Partido de La Matanza donde se indican las localidades en las que tuvo presencia el Movimiento Barrios de Pie en el período 2003-2015. Elaboración personal de la autora.

La estructura organizativa que poseía el Movimiento Barrios de Pie le ha facilitado su afianzamiento territorial en La Matanza, reproducimos las palabras de sus referentes:

Tenemos un Secretario General del Movimiento que es Jorge Cevallos. Nuestro Responsable Nacional es Daniel Menéndez. Después en la provincia de Buenos Aires está José Oscari y después acá en Matanza tenemos dos responsables: Omar Gómez y Lucía Guzmán. A partir de eso La Matanza que es muy grande se divide en zonas (...). (Militello, comunicación personal, 3 de abril de 2017).

Nosotros en cada barrio tenemos un compañero que trabaja como coordinador de ese barrio para ver la problemática de ese barrio (...) tenemos coordinadores en distintas áreas: Gestión, el coordinador de Argentina Trabaja, el coordinador de cada microemprendimiento, (...) el coordinador de Salud, tenemos un responsable de mercadería que maneja el depósito (...). En cada barrio armamos un referente político, somos referentes para trabajar en la política (...) Todos somos de Libres del Sur. (Gómez, comunicación personal, 7 de enero de 2016).

La capacitación en formación política que recibían los militantes y fundamentalmente los coordinadores de áreas y los responsables – en tanto eran integrantes con mayor poder decisorio –, estaba relacionada con la inserción barrial del Movimiento Barrios de Pie:

(...) nosotros somos una organización social, pero no nos quedamos sólo en eso, somos una organización social y política, ambas cosas (...) No queremos un Movimiento en donde haya  compañeros sumisos (...) que no entiendan por qué están acá, que no se sientan que pueden transformar esa realidad que les molesta. Queremos (...) que transformen el barrio (...) y ese papel activo se logra si uno se forma y se capacita (...). (Militello, comunicación personal, 3 de abril 2017).

En suma, estos datos nos permitieron concluir que el andamiaje organizativo del Movimiento Barrios de Pie se ajustaba a los principios que lo regían en tanto que, como organización sociopolítica, posicionaban al barrio y a sus habitantes en el centro de sus actividades y preocupaciones (Rudnik y Menéndez, 2012). Asimismo, las expresiones vertidas por los integrantes del Movimiento Barrios de Pie encuentran su fundamento en el concepto de “organización sociopolítica” (Massetti, 2009) pues Barrios de Pie dotó a los vecinos matanceros de una estructura y representatividad partidaria que buscó el acceso al poder para desde allí motorizar los cambios en el rumbo de las políticas socioeconómicas sin abandonar el trabajo barrial meramente reivindicativo.

La necesidad los unió

La presencia territorial del Movimiento Barrios de Pie estuvo ligada indisolublemente a la coyuntura que atravesaron los vecinos matanceros a partir de la crisis que estalló en la Argentina en 2001, por ello expondremos los motivos que los acercaron a la organización. Todos los testimonios han sido coincidentes y, a los efectos del presente trabajo, reproduciremos algunos de ellos: “Por lo general, si una persona en el barrio se acerca siempre es por necesidad. Siempre es por cuestión de quedarse sin trabajo, de no saber resolver su economía familiar, de cómo darles de comer a los chicos (...)”. (Militello, comunicación personal, 3 de abril de 2017). “Por una necesidad. En ese momento estaba yo sin trabajo y me acerqué por medio de una amiga (...)”. (Gandolfo, comunicación personal, 24 de mayo de 2016). “Me acoplé a través de uno de los compañeros que trabajaba en la 8 de octubre viendo la necesidad que tengo y ahí empezó todo (...)”. (Gómez Aranda, comunicación personal, 12 de julio de 2016).

Cuando estalla el 2001, con la crisis, la gente tenía un descreimiento en la política. Entonces nos organizamos en los barrios a construir (...) empezó con el tema de los piquetes y empezar a conseguir la mercadería, empezar a conseguir los comedores (...). Después del fenómeno del 2001 nosotros la primera vez que cortamos la ruta era trascendental porque eran diez mujeres con quinientos hijos, uno colgado acá, uno colgado acá y los maridos en la puerta mirando: -¿Dónde vas a ir? ¿Qué vas a hacer?-. Y las mujeres: -Yo tengo que dar de comer a mis hijos-. Era llevarlas a cortar (...) Después cuando conseguíamos la mercadería era como sacarse la lotería en ese momento, porque no tenían para comer (...). Cuando conseguíamos los planes, como si se hubiesen sacado un millón de pesos (...). Porque eran 150 mangos (...). A veces como eran pocos los planes anotábamos a dos y se repartían la mitad (...). Nosotros entramos en el barrio más por la cuestión social (...) porque la gente necesitaba una copa de leche, nosotros movilizábamos y conseguíamos la copa de leche (...). (J. Oscari, comunicación personal, 28 de enero de 2016).

El horizonte de conseguir un plan asistencial fue lo que también acercó a otros militantes a Barrios de Pie: “Llegué por una compañera que ya falleció (...). Y esta compañera vino a casa y me dijo: –Tomás, ¿te querés anotar? Yo ando anotando para cooperativa Trabaja Argentina (sic) (...)”. (Mendieta, comunicación personal, 15 de febrero de 2016). Más allá de la necesidad de conseguir la asistencia que brindaba el Estado nacional, algunos militantes y referentes del Movimiento Barrios de Pie refirieron otros intereses vinculados con la preocupación solidaria por el vecino que estaba atravesando una situación de carencia similar o peor a la propia:

Pasaba generalmente donde estaba el local (...) y yo decía ¿cuántas mujeres?, ¿cuántas mujeres? No hacía mucho que había puesto mi peluquería (...) yo veía tantas mujeres, darles un oficio (...) para que tengan una salida laboral (...) la necesidad transmitir lo que yo sabía hacer. (García, comunicación personal, 7 de enero de 2016).

Pocos fueron los militantes de la organización en manifestar que más allá de la necesidad provocada por la falta de trabajo había una intencionalidad política de involucrarse para promover cambios en el modelo económico que perpetuaba la desigualdad y la pobreza de amplios sectores sociales:

Yo me acerco primeramente a Patria Libre porque sentía la necesidad de ver si podíamos hacer algo como partido nuevo (...) para arreglar el tema de la deuda externa (...) en ese sentido yo sentí la necesidad de participar (...) porque yo no entré así por una cuestión de necesidad de trabajo, yo entré por conciencia política (...). Lamentablemente hoy la gente se acerca por necesidad (...) por no tener un trabajo estable, por vivir de changas (...) por conciencia son muy poquitos. Algunos jóvenes que están en la Universidad por ahí algunos participan, ya vienen con más conciencia, pero son muy pocos (...). (Guantay, comunicación personal, 4 de febrero de 2016).

Los testimonios vertidos por los integrantes de Barrios de Pie de las localidades matanceras de Ciudad Evita, La Tablada, González Catán, Gregorio de Laferrere, Rafael Castillo y Virrey del Pino, demostraron acabadamente la centralidad que jugó el barrio en la resolución de la necesidad cotidiana más elemental de toda persona: la alimentación. Para satisfacerla se pusieron en juego estrategias de cooperación y solidaridad entre vecinos frente a un Estado en retirada en medio de la hecatombe social generada por el desempleo. Nuestros entrevistados siempre destacaron la prioridad que tuvieron los niños frente al drama del hambre, razón por la cual la “copa de leche” fue el paso inicial para la “conquista del territorio barrial” que llevó a cabo Barrios de Pie en La Matanza. Efectivamente consideramos siguiendo a Rudnik y Menéndez (2012) que, en La Matanza, el protagonismo y la participación del barrio en la resolución de sus problemas fue relevante.

Por otro lado, queremos destacar tres cuestiones elementales que se han sucedido a lo largo de las expresiones vertidas por la militancia. La primera de ellas nos reenvía al rol de las mujeres en los piquetes que comenzaron a partir del 2001, pues los dichos del Sr. José Oscari (2016) confirman la trascendencia de la figura de la mujer-madre quien politizó en la protesta callejera la carencia alimentaria de sus familias ante la pasividad de la figura masculina (Svampa y Pereyra, 2009). La segunda, está vinculada con el “capital social” (Merklen, 2010) que nos remitió a los vínculos relacionales que se entablaban entre los vecinos, pues muchos arribaron al Movimiento por recomendación o referencias dadas por familiares o allegados. En tercer lugar, la percepción de buena parte de la militancia que consideraba el acceso a un plan social como sinónimo de conseguir un trabajo. “Nosotros lo tomamos como un trabajo (...). Van a limpiar escuelas, limpian Sociedades de Fomento, hacen microemprendimientos (...) limpian calles. Se ganan su sueldo como trabajadores informales, pero son un trabajador”. (Oscari, comunicación personal, 4 de febrero de 2016).

En síntesis, los relatos obtenidos por los militantes y referentes nos remitieron a nuestro marco teórico de inscripción territorial fundamentalmente en lo que atañe al barrio como “base de la sociabilidad elemental y el soporte de una solidaridad inter parís[2] que permite resistir en los momentos de crisis o paliar la condición de los más débiles al potenciar las capacidades familiares” y también al barrio como usina de recursos humanos que permitió mejorar la calidad de vida de muchos de sus habitantes mediante contactos e informaciones, es decir, como “capital social (...), en un recurso para la acción individual”. (Merklen, 2010, pp.14-15).

“La necesidad es el otro”

En este apartado nos explayamos acerca de las tareas que los militantes sociales desplegaron en respuesta a las necesidades barriales. Su título nos remite al referente bonaerense José Alberto Oscari quien en esta frase pronunciada el 04 de febrero de 2016 sintetizó cuál era el interés principal que movilizaban las tareas que desplegó Barrios de Pie en el período 2003/2015 y que podemos agruparlas en dos categorías. Aquellas vinculadas a las necesidades barriales, en las que tuvieron un lugar destacado las consecuencias dejadas por las inundaciones en los hogares y las carencias alimentarias de la población infantil y, en segundo término, aquellas referidas a las problemáticas particulares de los vecinos relacionadas con la falta de trabajo. Ambas motivaciones le posibilitaron a la organización sociopolítica la inserción en el territorio matancero afianzando su presencia y, en algunos casos, ampliar su nivel de convocatoria entre los vecinos de los barrios más vulnerables, teniendo como guía la premisa de ponerse en el lugar del otro.

Barrios olvidados.

Uno de los problemas barriales más frecuentes en el partido de La Matanza fueron las inundaciones que afectaban a los vecinos de los barrios más carenciados. Ante estas situaciones, los militantes del Movimiento Barrios de Pie prestaban su disposición solidaria la cual llevaba siempre a cuestionar la pasividad con que actuaba el municipio en tales circunstancias. Los testimonios recogidos nos iluminaron al respecto:

(...) incontables cantidades de veces que íbamos a solicitar que dieran ayuda, que dieran colchones, las frazadas, los alimentos porque la gente lo había perdido todo. Y éramos nosotros –que de hecho no nos correspondía, nosotros lo hacemos pero le corresponde al municipio- ir a trabajar con esas personas que lo perdieron todo. (Militello, comunicación personal, 3 de abril de 2017).

Lo que más sufrimos acá son las inundaciones (...) la mayoría de nuestros compañeros viven cerca del arroyo Las Víboras, cada vez que llueve se inunda todo (...) tenemos que estar a la expectativa  de qué compañero nos va a llamar para salir y acudir en su ayuda y al día siguiente marchar e ir a la municipalidad y pedir (...). (García, comunicación personal, 7 de enero de 2017).

Nosotros participamos muchas veces en las inundaciones. El año pasado en el arroyo Las Víboras esa es una de las que vi acá, que no le importó si llovía o no llovía (...) ellos van y se mandan sin preguntar nada; vamos a ayudarlos (...). Vinieron después que bajó el agua.  Pero esa gente necesitaba ahí, ahora, en ese momento que se le murieron los animales, todo. Yo lo vi eso (...). (Contreras, comunicación personal, 26 de abril de 2016).

Cuando hicimos la jornada solidaria que se inundó allá en Nicole, que repartíamos la mercadería y toda la gente iba a mi casa a buscar cosas y cuando veían mi casa –yo fui una de las que estuvo inundada– iban a buscar la mercadería, zapatos, un montón de cosas; me miraban y me dicen: –¿Y vos estás acá? Mirá cómo estás–. Es que esto no es solamente para mí, es para el barrio. Yo pertenezco a una organización que somos solidarios con todos frente a la necesidad. En lo que se puede tratamos de ayudar. (Gutiérrez, comunicación personal, 28 de enero de 2016).

En la localidad de Gregorio de Laferrere la situación fue similar. Una vecina del barrio Eva Duarte nos confirmó con su relato las situaciones que venimos describiendo:

Siempre lo mismo. Los barrios bajos que la gente se inunda, que no tienen agua potable (...) todos esos problemas nosotros de alguna manera tratamos de solucionarlos (...) lo que veíamos es que si nosotros nos juntábamos, la mayoría de los vecinos se acercaban y nos decían que tenían algún problema. Ellos iban por su cuenta y no los atendían. Cuando nosotros íbamos con Barrios de Pie una respuesta les dábamos. O sea, si veían que íbamos nosotros movilizados ellos daban una respuesta. Por eso hoy en día la gente se acerca por sus problemas. Dentro de todo se pueden conseguir las cosas para la gente del barrio. (Saravia, comunicación personal, 22 de julio de 2016).

Asimismo, en la localidad de Rafael Castillo el relato fue semejante: “Al municipio íbamos (...) cuando los barrios se inundaban (...) a pedirles que ayuden (...) y cortábamos la calle para que le den bola a las personas, que les puedan dar lo que necesitan”. (Quiroz, comunicación personal, 22/07/2016).

Al margen de la problemática recurrente de las inundaciones que motivaron la intervención del Movimiento Barrios de Pie, han existido otras circunstancias que nuestros informantes han relatado:

En el puente Ezcurra, en el Km. 33, hace un par de años hemos hecho una vereda para la gente, era imposible pasar (...). Hemos hecho eso, cortado el pasto, hemos ayudado a instituciones, hemos hecho jornadas también en instituciones (...) en 2014 en la Escuela 33 que queda en El Talita (...). (Gandolfo, comunicación personal, 24 de mayo de 2016).

A modo de síntesis, sobre las tareas comunitarias desplegadas por Barrios de Pie agregaremos estas reflexiones:

Yo creo en los principios [guías del Movimiento] más que nada (...) servir al barrio, (…). Transmitir que lo que nosotros queremos es que la gente se acerque por la necesidad que tiene, que vean en nosotros como una salida porque la gente normal no tiene voz ni voto (...). Nosotros nos encargamos de cortar el pasto, mantener el barrio limpio y eso es lo que a la gente le gusta. Hay vecinos que se acercan por el plan social, la garrafa social que nosotros anotamos (...) algunos vecinos creen que somos asistentes sociales (...) y así sumamos varios compañeros acá en el barrio. (García, comunicación personal, 7 de enero de 2016).

Para concluir, diremos que resultó evidente la forma en que el Movimiento Barrios de Pie buscó brindar una solución al tema de las necesidades vecinales que requerían una respuesta efectiva de parte de las autoridades municipales. Esta carencia llevó a los vecinos a organizarse para reclamar bajo la égida de Barrios de Pie que tomó este tema reivindicativo para demostrar, por un lado, la potencia que tiene un barrio organizado y por otro, la eficacia de contar con un discurso más politizado a la hora de exigir aquello que por derecho les corresponde a los ciudadanos matanceros. Ello nos remitió a los conceptos que enmarcaron esta investigación:

(...) estas organizaciones sociopolíticas se nutren de experiencias colectivas de resolución de necesidades que surgen espontáneamente (...) tienen una gran capacidad de ejercer demanda al Estado en pos de aumentar el caudal de recursos para resolver colectivamente las necesidades básicas de amplios sectores de la población (...)” y de “(...) recurrir a la protesta como forma de presión directa para lograr demandas puntuales (...). (Massetti, 2009, p.6).

Ciertamente, situaciones como las detalladas le permitieron a Barrios de Pie acrecentar su presencia política en La Matanza, tornándose el territorio en el epicentro que organiza a “(...) las clases populares a través del barrio” y es “una forma de la política popular, una vía de conexión con las instituciones y un punto de apoyo para la acción colectiva”. En estos testimonios nos fue posible comprobar “el fortalecimiento de lazos de cooperación” (Merklen, 2010, p.14) entre los vecinos y también el “protagonismo y la participación del barrio en la resolución de sus problemas (...) confiando en la fuerza transformadora del pueblo organizado”. (Rudnik y Menéndez, 2012, p.75). Sin embargo, el testimonio que nos brindó una militante y referente de Barrios de Pie resumió magistralmente el concepto de “inscripción territorial” (Merklen, 2010):

(...) estamos intentando cambiar al barrio (...) el barrio es fundamental, el barrio tiene que ser la base de toda organización social, las personas tienen que ser la base de toda organización social (...) si vos perdés contacto con el barrio, perdés todo lo que significa la organización social. Si yo estoy haciendo un reclamo que no tiene nada que ver con lo que el barrio te está planteando (...) ¿a quién estoy representando yo? Si no estoy escuchando lo que mis vecinos dicen (...). La organización social es una ida y vuelta. (Militello, comunicación personal, 3 de abril de 2017).

Un paliativo: las copas de leche.

La falta de recursos monetarios producto del desempleo trajo aparejadas un sinnúmero de consecuencias negativas para las familias, pero indudablemente en los sectores sociales más empobrecidos el principal recorte de gastos se efectivizó en el rubro de la alimentación, no sólo en la cantidad de alimentos a los que se podía acceder, sino también en la calidad de los mismos. Como un “efecto dominó” perverso las carencias alimentarias golpearon más fuerte en la población infantil, lo cual a futuro tendrá secuelas quizás irreversibles. Atentos a esta grave problemática social en un partido que poseía un elevado porcentaje de población infantil, desde los orígenes de su trabajo territorial en La Matanza, Barrios de Pie puso su empeño en la búsqueda de un paliativo. En apoyo a esta aseveración nos remitimos a los testimonios de dos militantes: “El tema del 2001 dejó un arrastre bastante malo (...) y fuimos poniendo copas de leche, comedores (...) cuando arrancó Barrios de Pie (...) Ceballos vino a La Matanza (...) hicieron el primer comedor, copas de leche, empezó todo (...)”. (Gómez, comunicación personal, 7 de enero de 2016). Una vecina del barrio Villa Adriana en Gregorio de Laferrere y militante de Barrios de Pie desde 2004, nos relató:

(...) me acerqué a la organización, me ofrecieron un plan y a través del plan yo también hacía mi contraprestación haciendo una copa de leche en mi casa (...) y a la vez especializarme en hacer talla y peso (...) yo me acerqué recontenta a hacer este trabajo en la copa de leche mía (...) en mi casa había como setenta y ocho pibes (...). (Guzmán, comunicación personal, 7 de junio de 2016).

Las palabras de otra referente barrial nos permitió conocer cómo era el análisis de la coyuntura socioeconómica del país entre 2003/2015 y cuáles fueron las estrategias para morigerar sus consecuencias:

Yo creo que la problemática social a lo largo de ya muchas décadas no sólo con el gobierno kirchnerista, son básicamente las mismas. Después lo que cambió fue la intensidad, por ejemplo, no tenés la misma intensidad en el 2001 que en el 2005 o en el 2009 y ahora (...). Pero la problemática (...) que nosotros tenemos son los comedores. Siempre empezamos en un barrio abriendo una copa de leche porque lo principal es que a los chicos no les falte comida. Eso es lo principal (...). La base son siempre los comedores, que es con lo que se hace la apertura del barrio hacia el Movimiento. Tenés la base, la copa de leche y a partir de ahí tenemos un área de Salud. (Militello, comunicación personal, 3 de abril de 2017).

La centralidad que la organización sociopolítica Barrios de Pie le asignó a la alimentación infantil fue evidente, pero además existió una conflictividad cuasi permanente con el gobierno municipal por la asignación de recursos para las copas de leche:

Siempre trataba de hablar ahí con la Asistente Social del municipio de Laferrere haciéndole ver que ellos tienen pero no distribuyen (...). Nos daban para callarnos la boca, nos daban poco, pero por lo menos nos daban (…) La copa mía, que tenía en mi casa, la hacía todos los días. Tenía que ir a pedir donaciones con una carta con una foto y me daban donaciones. Entonces como ellos me daban la donación yo la podía hacer de lunes a viernes. (Guzmán, comunicación personal, 14 de junio de 2016).

Los testimonios reproducidos nos confirmaron que la primera estrategia de inserción territorial del Movimiento han sido las copas de leche las cuales se encontraban diseminadas en las localidades del partido de La Matanza donde Barrios de Pie ha tenido presencia, siendo el primer trabajo de connotación social que se le pedía al nuevo militante que se incorporaba a sus filas. Esta necesidad de organizar las copas de leche se relacionó con una problemática frecuente entre la población infantil matancera que fue la desnutrición, razón por la cual el control de talla y peso de los infantes formó parte de la rutina que las promotoras de Salud del Movimiento Barrios de Pie efectivizaron en los merenderos (véase figuras 2 y 3) y también en otras ocasiones, como nos lo refirió el Sr. Omar Gómez de González Catán:

(...) pesamos casi mil chicos y sacamos cuando hicimos la denuncia creo que salió el 60% (...). Acá hay muchos chicos que tienen bajo peso (...). En cada localidad hay tres, cuatro compañeros que son responsables del área de Salud y un coordinador (...) ellos tuvieron una formación con Médicos del Mundo (...). Nosotros hemos hecho también trabajo social también en los colegios. Hubo colegios que nos permitieron hacer talla y peso. (O. Gómez, comunicación personal, 7 de enero de 2016).

(...) tenés la base: la copa de leche y a partir de ahí tenemos un área de Salud que se encarga de ver el índice nutricional de los chicos y también hacer algunos talleres para ayudar a las mamás y a los papás a conocer sobre determinadas enfermedades, también para conocer cómo es la nutrición de los chicos, cómo tienen que alimentarlos. (Militello, comunicación personal, 3 de abril de 2017).

“Tenemos charlas con profesionales que son de las áreas de Salud para nosotros capacitarnos para que podamos salir a la calle”. (López, comunicación personal, 7 de junio de 2016). “Nosotros hacemos talleres de Salud, hay promotoras que se les enseña a medir, a pesar a los chicos para ver si están desnutridos”. (García, comunicación personal, 7 de enero de 2016).

Figura 2. Promoción de la salud infantil. Local de Barrios de Pie en González Catán, 7 de enero de 2016. Foto personal de la autora.

Figura 3. Requisitos para abrir una copa de leche. González Catán, 24 de mayo de 2016. Foto personal de la autora.

Consideramos de relevancia a fin de dimensionar el valor que tuvieron las copas de leche para el Movimiento, dar a conocer cómo se llevaba a cabo la organización de una copa de leche. Los testimonios los obtuvimos en el local de Barrios de Pie en González Catán, oportunidad en que vecinos del asentamiento La Celeste se acercaron al Movimiento para tramitar la apertura de una copa de leche en él:

Usted ahora que va a hacer un censo como para ver qué cantidad de chicos tiene (...). Para el martes que viene hacemos la reunión esta y ustedes, si ya traen el listado, ya ese día les disponemos el día que vamos a inaugurar la copa. Vamos a poner a las chicas de Salud que van a ir con sus balanzas, con todo lo que se necesita (...) nosotros tenemos una carta adonde pueden ir a las panaderías, pueden ir a los lugares donde ustedes crean como para ir y pedir para la copa. Siempre ese papelito firmado por Barrios de Pie con una foto de la inauguración cosa que la persona vea que ustedes están ayudando a la gente (...). (García, comunicación personal 28 de enero de 2016).

Finalmente, el día 22 de febrero de 2016, tuvimos la oportunidad de asistir participativamente a la inauguración de la copa de leche en el asentamiento La Celeste (figura 4). Una de las vecinas que tuvo la iniciativa de organizar el merendero “Los Peques”, consultada sobre la causa que la llevó a acercarse al Movimiento Barrios de Pie, nos comentó: “A lo que yo escuché, son gente que ayudan mucho, más cuando se trata de comunidad, con los chicos”. (Godoy, comunicación personal, 22 de febrero de 2016). La experiencia nos permitió tomar contacto con la realidad que vivían sus vecinos y concluimos efectivamente que, ofrecerles la posibilidad de una merienda, era sólo un paliativo para tanta necesidad. Asistieron también, según lo acordado en la reunión del 28 de enero, dos Promotoras de Salud cuya función fue la de medir y pesar a los infantes y jóvenes que asistieron al merendero.

Figura 4. Colocación del cartel para la inauguración de la copa de leche. Asentamiento La Celeste, 22 de febrero de 2016. Foto personal de la autora.

Las palabras que pronunció la señora Alicia Gutiérrez, responsable del área de Salud, pusieron en evidencia la preocupación por el problema de la desnutrición infantil:

(...) vamos a estar viniendo constantemente para hacer un seguimiento de la copa, son varias las copas que estamos abriendo. Lo que es talla y peso, cada seis meses, más o menos, vamos a estar haciendo un relevamiento para ver cómo van los chicos, cómo va el peso (...) [el] bajo peso es lo más problemático que hay (...). (Gutiérrez, comunicación personal, 22 de febrero de 2016).

A modo de conclusión de este apartado, pudimos comprobar que las acciones del Movimiento Barrios de Pie tendientes a conseguir un mejoramiento en la calidad de vida de los vecinos más necesitados, en especial los niños, se condecía con los principios de la organización (Rudnik y Menéndez, 2012). Nuestra opinión se fundamentó en los testimonios que hemos recogido de diferentes militantes a lo largo de nuestras entrevistas y en la observación participativa de la organización y apertura de una copa de leche en el asentamiento La Celeste (González Catán). Frente a la carencia de recursos, fundamentalmente alimenticios, toda ayuda recibida contribuyó a reforzar los lazos solidarios entre vecinos demostrando que la fuerza organizativa del barrio permitió sino superar, al menos sobrellevar, la adversidad del desempleo. Ciertamente, estos postulados encontraron un vaso comunicante con el concepto se “organización sociopolítica” en tanto que existió en los barrios de La Matanza una “(...) ponderación del papel de los fenómenos colectivos de resolución necesidades (...)”. (Massetti, 2009, p. 6). Pero también, fue una estrategia para afianzar en el territorio la presencia partidaria de Libres del Sur que, en tanto estructura política de Barrios de Pie, brindó un marco discursivo al que apelaron cuando fueron interlocutores ante las autoridades municipales para reclamar la ayuda que las copas de leche necesitaban.

Para atender a estas necesidades vecinales Barrios de Pie funcionó como una ONG que emprendió las tareas de Salud con militantes adiestradas en materia de nutrición y gestionó el funcionamiento de las copas de leche con recursos propios y con otros que debían reclamar ante el municipio o mediante donaciones de particulares. Esta “ongización” (Massetti, 2009) la evidenciamos en la manera en cómo se organizó y funcionó la copa de leche “Merendero Los Peques”. Asimismo, la “inscripción territorial” que nos remitió a los barrios como “punto de apoyo para la acción colectiva (...) base de la sociabilidad elemental y soporte de la solidaridad inter parís” (Merklen, 2010, pp.14-15) encontró su síntesis en las palabras del Sr. Roberto Carlos Gómez Aranda: “La organización Barrios de Pie caminando los barrios (...) todos nos tenemos que ayudar entre vecinos”. (Gómez Aranda, comunicación personal, febrero de 2016).

“Para mucha gente los que cobramos planes somos vagos”

El título de este apartado surgió de las palabras pronunciadas por la militante y referente de Barrios de Pie en Rafael Castillo Alejandra Villarroel, el 28 de enero de 2016. Las mismas dan cuenta del estigma social que pesaba sobre la militancia por el desconocimiento acerca de sus trayectorias organizacionales y sus dinámicas de funcionamiento. Conscientes de este etiquetamiento social, lo cuestionaron con frecuencia en un contexto de exclusión:

(...) mucha gente se queja de los planes sociales porque dice que es mantener vagos. ¡Bueno! Si no querés mantener vagos, abrí fábricas, abrí lugares para que la gente vaya y se anote y reciba un sueldo, porque si no terminamos en una organización social. (Gandolfo, comunicación personal, 24 de mayo de 2016).

Sin embargo, el interés por recuperar la cultura del trabajo ha sido una constante:

Trabajamos mucho en estos años con los microemprendimientos (...) lo que nosotros necesitamos es que esos compañeros vuelvan a trabajar (...) que vuelvan a recuperar a aprender un oficio (...). Tenemos un Centro de Formación Profesional propio que es el Centro de Formación Profesional 410 que está en Castillo (...) ahí están todas las capacitaciones de oficios (...). Queremos recuperar esa cultura del trabajo. (Militello, comunicación personal, 3 de abril de 2017).

“(...) Tenemos microemprendimientos, tenemos máquinas, tenemos textil, carpintería, serigrafía, electricidad, albañilería para que la gente se capacite (...). También tenemos el Centro de Formación 410 “Carmen Vázquez” en Rafael Castillo, que allí pueden aprender con título oficial varios cursos (...)”. (Villarroel, comunicación personal, 7 de junio de 2016). Los militantes del Movimiento valoraban las capacitaciones brindadas como un aporte para adquirir nuevas destrezas laborales: “Aprendí textil, serigrafía, estampados (...)”. (López, comunicación personal, 22 de julio de 2016). “Venimos de 08.00 hs de la mañana, salimos a las 12.00 hs (...). Nosotros trabajamos, no tenemos el plan para estar sentados (...)”. (Peñalver, comunicación personal, 5 de julio de 2016).

Figura 5.  Listado de microemprendimientos. González Catán, 07 de enero de 2016. Foto personal de la autora.

Los planes sociales (Programa de Empleo y Capacitación, Programa de Trabajo Autogestionado y Argentina Trabaja) que les adjudicaba el gobierno nacional les posibilitaron a los integrantes de Barrios de Pie desarrollar los microemprendimientos que hemos referido para el período 2003-2015 (figura 5). Pero también representaban una de las condiciones que viabilizaban la existencia de la organización pues con ellos resolvieron las situaciones de urgencia que se les presentaban a las familias desempleadas. Esta situación nos reenvió a nuestro marco teórico cuando se planteaba que uno de los conflictos a los que se veían enfrentados los vecinos de los barrios populares era la tensión entre la urgencia y el proyecto: “Por un lado hubo que obtener “Planes Trabajar”, subsidios, recursos para el barrio y para la organización (la urgencia). Por el otro fue necesario articular una demanda por trabajo, la necesidad de sostener un proyecto común de desarrollo autónomo, las críticas al gobierno, a los partidos políticos y al Estado respecto del modelo de sociedad que los excluía (el proyecto)”. (Merklen, 2010, pág.21).

Figura 6. Feria de Microemprendimientos. Pueden observarse la exposición de trabajos realizados por los militantes del Movimiento Barrios de Pie: carpintería y artesanías. González Catán, 14 de junio de 2016. Foto personal de la autora.

 “Te tenían como Cáritas...”

Este título que surgió de las palabras del Sr. Oscari el 28 de enero de 2016, resume la tarea interna y administrativa que desarrollaba cotidianamente la gente de Barrios de Pie para resolver las necesidades y las dificultades que se les presentaban a los militantes y vecinos que se acercaban a la organización en busca de ayuda. Nuestro propósito fue demostrar que el Movimiento Barrios de Pie funcionaba como una ONG siguiendo la clave analítica de “ongización” (Massetti, 2009). En este sentido, Barrios de Pie tenía un área de Gestión donde cumplían sus tareas los llamados “cuadros administrativos” con las funciones específicas de cargar en el sistema los planes sociales, controlar el cumplimiento de tareas y horarios, facilitar información y solución a los frecuentes problemas ocupacionales que surgían al momento del cobro por la contraprestación realizada, ofrecer a los vecinos la posibilidad de acceso a un plan asistencial mediante la solicitud de toda la documentación requerida, entre los más frecuentes. Un integrante de Barrios de Pie que se ocupaba del área de Gestión nos relató que realizaba el “(...) control de las personas que integran el Movimiento elevando planes y que no se les caigan. Estamos anotando compañeros con planes que van a salir ahora”. (Juárez, comunicación personal, 26 de agosto de 2016). Otra militante explicaba a unos vecinos de Catán:

Bueno, si se quieren anotar a algún plan social les explico. Tienen que traer fotocopia del CUIL, fotocopia del DNI y ahí ponen el número celular de ustedes ¿para qué?, para que si yo tengo alguna novedad agarro el contacto y enseguida les mando un mensaje para que vengan. (García, comunicación personal, 28 de enero de 2016).

Para el vecino desempleado y con carga familiar, por mínima que fuese la asistencia pecuniaria que conseguiría a través de la gestión de Barrios de Pie, significaba un avance en su difícil situación económica mientras permanecía a la espera de alcanzar un trabajo formal. Además, la posibilidad de gestionar planes sociales le reportaba a Barrios de Pie una estrategia para incrementar la militancia y la participación en las movilizaciones y, porque no, en los comicios. Finalmente, consideramos que el funcionamiento administrativo de la organización se parangonó con el de una ONG pues los militantes capacitados al efecto conocían a la perfección los vericuetos burocráticos que facilitaban el cobro de las prestaciones asistenciales del Estado nacional. (Massetti, 2009).

Analizada la gestión que desarrolló Barrios de Pie para facilitar la obtención de planes asistenciales, pasamos en el último apartado a investigar sobre la estrategia implementada para canalizar los reclamos de militantes y vecinos ante las autoridades municipales y nacionales.

Marchantes sí, piqueteros no

El reclamo a las autoridades nacionales por la asignación de planes sociales y ante los funcionarios municipales con el fin de obtener recursos para las copas de leche como también las mejoras barriales tan necesitadas, fueron las principales causas de las movilizaciones callejeras de Barrios de Pie. Así, pudimos encontrar coincidencias cuando Merklen (2010) sostiene:

(...) como habitantes del barrio los “ciudadanos” pueden intentar movilizar el derecho a su favor (“tenemos derecho a la vivienda”), pero difícilmente estarán en condiciones de modificar la ley o de tener influencia sobre el orden institucional. Por ello se afanan en una interminable búsqueda de recursos cuya distribución no está garantizada por ningún derecho, o a los que no es posible acceder a causa de las disfunciones y de las insuficiencias institucionales (...). Es por ello que en lugar de modificar la situación contra la cual luchan, estas estrategias terminan por reforzar sus lógicas de funcionamiento ya demasiado bien establecidas en los barrios pobres. (Merklen, 2010, p. 182).

Además, volvimos a encontrar un sustento teórico para nuestro análisis en la “inscripción territorial” que veía al barrio como “una vía de conexión con las instituciones” y “un punto de apoyo para la acción colectiva” siempre tironeados sus habitantes en esa “tensión entre la urgencia (representada por los planes, las mejoras de infraestructura) y el proyecto” (conseguir un trabajo formal y también obtener del municipio un hábitat más confortable)” (Merklen, 2010, pp.14-15, 82). Agrega el autor:

Desde comienzos de los años ochenta, y en especial a partir de los años noventa (...) se desarrollaron episodios de cooperación, movilización y protestas colectivas que encontraron su centro organizativo en el barrio (...) es por esta vía de lo local que los individuos y las familias entran en relación con las instituciones públicas (la escuela, los servicios públicos, las políticas sociales), lo cual significa una transformación mayor en las formas hasta entonces comunes de socialización y de ciudadanía. (Merklen, 2010, pp.76-77).

Por otro lado, la “confrontación” (Massetti, 2009) en el espacio público fue notoria pues todos los vecinos consultados acerca de la decisión de realizar movilizaciones resaltaron, con mayor o menor énfasis, la necesidad de organizarse para salir a movilizarse en la calle con el único objetivo de ser escuchados por las autoridades y ejercer legítimamente su derecho a participar democráticamente:

Somos más que nada marchantes, no somos piqueteros. Está mal dicho piqueteros. En esa época, en el 2001, éramos piqueteros (...) somos marchantes que venimos y pedimos cosas (...) nosotros tenemos una fuerza, están ciento cincuenta, ciento veinte compañeros de Catán. Generalmente les pedimos a los compañeros que traigan a sus familiares, a sus vecinos para que nos ayuden a los que vamos a pedir (...) Nosotros somos muy vehementes a la hora de pedir y hacer valer nuestros derechos (...). (García, comunicación personal, 7 de enero de 2016).

(...) vayamos todos juntos a pelear por lo que nos corresponde (...). Siempre movilizamos por algún derecho vulnerado (...). Para nosotros [las marchas] son fundamentales porque consideramos que es la única forma que determinados representantes del gobierno te escuchen. Siempre intentamos hablar y dialogar por el camino que tiene que ser (...) la mayoría de las cosas que pudimos conseguir, las conseguimos en la calle (...) siempre tuvimos que salir a pelear por lo que tenemos. (Militello, comunicación personal, 3 de abril de 2017).

Asimismo, fue recurrente la percepción que tenían sobre la mirada estigmatizante de la ciudadanía hacia ellos por el sólo hecho de ejercer el legítimo derecho al reclamo, como afirma Svampa (2010):

Los desocupados se hallan “fuera” de la estructura social, pero no ocupan “ningún lugar”, que son por ello “irrepresentables” (...)” y continúa “(...) desde adentro el piquete tiende a configurarse como lugar de producción de una identidad positiva; desde afuera tiende a aparecer como el espacio de una alteridad amenazante, que da cuenta de la existencia de “otros mundos”, cuya proximidad se advierte como peligrosa (...). (pp. 235, 250).

Los siguientes testimonios –entre todos los obtenidos– nos han parecido los más contundentes para reafirmar el análisis de la autora: “Nosotros no estamos reclamando nada a lo que no tengamos derecho (...). No somos vagos (...) Mucha gente es como que se quedó al margen de la sociedad, como descartados, como si fuesen cosas que no sirven”. (González, comunicación personal, 6 de septiembre de 2016).

(...) es como que somos discriminados por ser de planes sociales (...) es como que si cobrás un plan es como que sos poca cosa. Se me hace a mí que la gente piensa eso (...) Antes se veía cuando íbamos a las marchas. Ahí nos decían de todo, nos gritaban de todo (...) pero ahí se siente que la otra gente opina distinto, nos dicen – ¡Vayan a trabajar vagos! – y nosotros no tenemos trabajo, no hay trabajo (...). Yo siento eso. (Gómez, comunicación personal, 26 de agosto de 2016).

El apoyo vecinal a las movilizaciones de Barrios de Pie fue frecuente en distintas localidades matanceras, por ejemplo, en Ciudad Evita: “Muchos vecinos míos sin integrar el Movimiento [marchaban] porque era en agradecimiento a la copa de leche que abría el Movimiento, a los bolsones de mercadería que les daban (...)”. (Miranda, comunicación personal, 22 de julio de 2016). En Laferrere:

Participan porque nosotros tenemos una copa donde ninguna organización les ayuda como nosotros (...). Entonces por agradecimiento van a las marchas (...). Eso es lo bueno de los vecinos, no quieren cobrar nada pero sí van a las marchas porque les damos una mano en el barrio (...). (Guzmán, comunicación personal, 14/06/2016).

Para finalizar, reforzamos nuestros argumentos sobre la inscripción territorial que consiguió Barrios de Pie en La Matanza con el siguiente análisis:

La supervivencia o la integración social de los individuos depende de una movilización permanente ante el sistema político. La movilización colectiva aparece como un elemento más dentro de la amplia y heterogénea lista de herramientas de la que se sirven los individuos y las familias para proyectarse en el futuro garantizándose el día a día, que se construye con trabajo, aunque también con movilización colectiva, con solidaridades locales. (Merklen, 2010, p. 217).

Conclusiones

La investigación nos ha permitido demostrar que en el período 2003-2015 el Movimiento Barrios de Pie fue una organización sociopolítica abocada, por una parte, a la resolución de las necesidades de los vecinos de La Matanza porque a través de ella se canalizó la necesidad de participación de los ciudadanos pobres del partido que estaban desenganchados de la representación política y sindical, fundamentalmente esta última por su condición de desocupados. Por otra parte, en tanto brazo territorial del partido político Movimiento Libres del Sur, atravesó momentos de alineamiento con el kirchnerismo –manteniendo siempre su autonomía ideológica- integrando la transversalidad (2003-2008). Fue entonces que Barrios de Pie adoptó internamente el funcionamiento de una ONG, que luego mantuvo hasta 2015, organizando su trabajo por Áreas y desarrollando emprendimientos laborales entre la militancia vecinal. También éste fue el lapso en el que el Movimiento Barrios de Pie se integró al organigrama del Estado nacional ocupando dos de sus máximos referentes – Tumini y Ceballos – cargos dentro de la órbita del poder ejecutivo nacional. Así, quedó demostrado que Barrios de Pie, entre 2006-2008, atravesó el estadio de “inserción” de los movimientos sociales dentro del “ciclo de institucionalización”. (Massetti, 2009).

Apartados de la transversalidad partidaria en 2008 decidió asumir definitivamente su rol de oposición y retomar la herramienta de la “confrontación” en el espacio público, estrategia que mantuvo hasta 2015. Sin embargo, pese a la coyuntura política, el trabajo y la construcción territorial “desde abajo” con el vecino del barrio fue el horizonte que siempre guió a la organización Barrios de Pie y que pudimos demostrar con los resultados de nuestro trabajo de campo; arribando a la comprobación que los estadios de “ongización” y “confrontación” fueron, dentro del “ciclo de institucionalización”, los que transitó Barrios de Pie en nuestro período de análisis.

La dispersión territorial del Movimiento Barrios de Pie en La Matanza fue amplia desde sus orígenes -entre 2001-2003- en la localidad de Rafael Castillo. El contacto con la dolorosa realidad del sostenido desempleo entre los vecinos y sus secuelas de desnutrición y falta de previsibilidad en el porvenir, motivó la apertura de copas de leche en los barrios y la concreción de microemprendimientos laborales para que los vecinos carentes recuperaran la dignidad del trabajo. Esta fue la causa categórica que acercaba a los matanceros a Barrios de Pie y la piedra basal de su construcción territorial.

También pudimos concluir que ayudaron al afianzamiento en los barrios la preocupación por conseguir del municipio el mejoramiento de la infraestructura urbana y la atención solidaria que brindaban en situaciones límites como lo fueron las inundaciones. Todas las acciones enumeradas posibilitaron el apoyo de los vecinos hacia el Movimiento Barrios de Pie aunque no fueran integrantes de la misma. Reclamar a través de movilizaciones fue la estrategia confrontativa que les permitió a militantes y vecinos obtener respuestas a sus solicitudes. Si bien era –y continúa siéndolo– una forma legítima de participación ciudadana, siempre ha generado posiciones encontradas porque se desarrollaban en el espacio público compartido por transeúntes que veían alterada su normal circulación a causa de la militancia y los vecinos movilizados. La consecuencia fue la estigmatización del “marchante” con el mote de vago.

En suma, pudimos comprobar que los vecinos de los barrios matanceros donde se insertó territorialmente Barrios de Pie entre 2003 y 2015 canalizaron a través de su integración al Movimiento Barrios de Pie una forma legítima de participación ciudadana que les permitió por un lado, satisfacer moderadamente sus necesidades gracias a la cobertura asistencial que les brindaban los planes sociales nacionales gestionados por mediación de esta organización sociopolítica y, por otro lado, capacitarse laboralmente gracias a los microemprendimientos que a modo de ONG les brindaba la organización. Esto fue para ellos una manera de recuperar la dignidad fundamentada en el trabajo diario.

Reiteradamente militantes de la organización y vecinos matanceros debieron apelar a otra forma de participación ciudadana como fueron las movilizaciones que los llevaron a la “confrontación” con los gobiernos nacional y municipal ante la insatisfacción a sus reclamos. Esta necesidad de confrontar nació y se organizó en los barrios por las múltiples carencias que padecían sus vecinos, siendo canalizadas por Barrios de Pie que, a través de su inscripción territorial, logró afianzarse en el partido de La Matanza.

En fin, la explicación de esta permanencia en los barrios de La Matanza la obtuvimos de boca de sus militantes: “La contundencia de muchos de nosotros en Matanza ¿Por qué trascendemos? Porque tenemos mucha continuidad, muchos años. Y eso tiene que ver con la dedicación y el aprendizaje”. (Oscari, comunicación personal, 28 de enero de 2016). “El que se sigue quedando es que entendió porque estamos acá. Eso me parece que es importante”. (Militello, comunicación personal, 4 de febrero de 2016).

Como lo hemos explicitado, nuestro período de análisis fueron los doce años de gestión kirchnerista (2003-2015). Sin embargo, la conflictividad social visibilizada a través de Barrios de Pie se mantiene al momento de la presente publicación. El fin de ciclo de los gobiernos progresistas es un hecho verificable en nuestro país a partir de la asunción del presidente Mauricio Macri, cuyas políticas golpean más fuertemente a los sectores sociales vulnerables.

Esta situación ya era avizorada por la militancia barrial matancera. En oportunidad de una reunión de coordinadores del Movimiento Barrios de Pie de La Matanza en la cual se decidiría la coordinación de un plan de lucha para conseguir un aumento para los cooperativistas, una referente territorial manifestó: “(…) Vienen tiempos jodidos, ya estamos empezando con esto (…)”. (Villarroel, comunicación personal, 28 de enero de 2016). En apoyo a esta afirmación, durante la inauguración de una Copa de leche en el barrio La Celeste de González Catán, un responsable social de Barrios de Pie expresó:

(…) la necesidad que hoy estamos viviendo, porque yo soy vecino de ustedes, no vivo muy lejos y a mí me da una tristeza, la verdad [lo] que el gobierno está haciendo… cuando hablan de “Pobreza Cero”, creo que esto no lo quiere ver (…). (Gómez Aranda, comunicación personal, 22 de febrero de 2016).

Para finalizar y manteniendo la actitud crítica, en una entrevista realizada a comienzos de la gestión macrista y preguntando por el motivo de las movilizaciones en nuestro período de referencia, la referente de Rafael Castillo nos dijo: “(…) bueno (…), la de la inflación ahora, en este momento (…) o como hoy en día, supuestamente iba a haber “Pobreza Cero” y cada vez hay más pobres y vamos a seguir luchando y cortando la ruta si es necesario (…)”. (Villarroel, comunicación personal, 07 de junio de 2016).

La lucha callejera continúa y sin duda, la pauperización y el asistencialismo de muchos compatriotas persiste y, peor aún, va en aumento. Por lo que, el problema desarrollado desde los barrios no ha perdido vigencia, pudiendo ser un tema de análisis para futuras investigaciones.

Referencias

Barrios de Pie. Recuperado de http://www.barriosdepie.org.ar//article.php3?id.-article1034

Cortés, M. (2008). Movimientos sociales y Estado en Argentina: entre la autonomía y la institucionalidad. Recuperado el 09 de febrero de 2017, de hht://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/becas/2008/gobpro/cortés.pdf.

La Nación. (28 de junio de 2016). Recuperado de www.lanación.com.ar.

Massetti, A. (2009). La década piquetera (1995-2005). Acción colectiva y protesta social de los movimientos territoriales urbanos. Buenos Aires: Nueva Trilce.

Merklen, D. (2010). Pobres ciudadanos. Las clases populares en la era democrática (Argentina 1983-2003). Buenos Aires: Gorla.

Rudnik, I., y Menéndez. (2012). ¡¿Por qué no van a trabajar?! 10 de años de lucha por trabajo digno y contra la pobreza en la Argentina. Lanús Oeste: Nuestra América.

Svampa, M. (2010). La sociedad excluyente. La Argentina bajo el signo del neoliberalismo. Buenos Aires: Taurus.

Svampa, M., y Pereyra, S. (2009). Entre la ruta y el barrio. La experiencia de las organizaciones piqueteras. Buenos Aires: Biblos.


[1] Profesora de Historia y Geografía. Licenciada en Historia egresada de la Universidad Nacional de La Matanza.

[2] Refiere a la solidaridad entre iguales, estando vinculado al concepto de capital social ya explicitado.

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