La Matanza y su Historia
Entre calles y recuerdos: Interpretaciones y relaciones sobre las marcas de la memoria en la ciudad de San Justo, provincia de Buenos Aires (Argentina)
Between streets and memories: Interpretations and relationships concerning memory markers in San Justo, Buenos Aires Province (Argentina)
Entre calles y recuerdos: Interpretaciones y relaciones sobre las marcas de la memoria en la ciudad de San Justo, provincia de Buenos Aires (Argentina)
Antigua Matanza, vol. 8, núm. 2, pp. 57-86, 2024
Universidad Nacional de La Matanza
Recepción: 01 Octubre 2024
Aprobación: 09 Diciembre 2024
Resumen: Esta investigación analiza las interpretaciones de los convivientes sobre seis marcas de la memoria situadas en San Justo, partido de La Matanza, explorando sus significados, valor simbólico y su relación con eventos históricos. A través de un enfoque cualitativo basado en entrevistas semiestructuradas y desde el marco teórico de los estudios sociales de la memoria, se identificaron dos variables principales: (1) la conexión con la reivindicación del pasado reciente y la construcción de conciencia histórica, y (2) la significación atribuida a las marcas, con dimensiones emocional y simbólica. Las marcas seleccionadas incluyen iniciativas estatales y acciones comunitarias, abarcando eventos desde la última dictadura militar hasta abusos de derechos humanos recientes. Los resultados evidenciaron que estas marcas evocan emociones como honor, dolor y justicia, y actúan como símbolos de valores colectivos, contribuyendo a la reflexión social y al entendimiento de continuidades y rupturas históricas. Este trabajo complementa investigaciones previas, enfocándose en las interpretaciones comunitarias más que en los mensajes de sus creadores, y destaca el impacto de estas marcas en la memoria colectiva local. Asimismo, ofrece una base sólida para explorar dinámicas conmemorativas en otros contextos sociopolíticos, subrayando la importancia de estas prácticas en la preservación del legado histórico.
Palabras clave: marcas de la memoria, memoria colectiva, conciencia histórica, San Justo.
Abstract: This research analyzes the interpretations of residents concerning six memory markers located in San Justo, La Matanza (Buenos Aires province, Argentina), exploring their meanings, symbolic value, and connection to historical events. Using a qualitative approach based on semi-structured interviews and grounded in the theoretical framework of social memory studies, two main variables were identified: (1) the connection to the vindication of the recent past and the construction of historical awareness, and (2) the significance attributed to the markers, encompassing emotional and symbolic dimensions. The selected markers include state-led initiatives and community actions, addressing events ranging from the last military dictatorship to recent human rights abuses. The findings reveal that these markers evoke emotions such as honor, pain, and justice, and serve as symbols of collective values, fostering social reflection and understanding of historical continuities and ruptures. This study complements previous research by focusing on community interpretations rather than the messages of the creators, highlighting the impact of these markers on local collective memory. It also provides a robust basis for exploring commemorative dynamics in other sociopolitical contexts, emphasizing the importance of these practices in preserving historical legacies.
Keywords: memory markers, collective memory, historical awareness, San Justo.
Introducción
El presente artículo propone presentar los hallazgos de una investigación centrada en las interpretaciones de las marcas de la memoria. Se aborda el espacio público como un lugar de visualización de acontecimientos traumáticos a partir de las múltiples interpretaciones de las marcaciones de la memoria instaladas y reinstaladas entre los años 2010-2023 en la ciudad de San Justo, ubicada en el partido de La Matanza, provincia de Buenos Aires (Argentina). El proceso de construcción de las marcas se inicia con la recuperación de la democracia en el año 1983, tras la última dictadura militar, y la demanda de la sociedad por encontrar a sus familiares detenidos-desaparecidos durante los años 1976-1983. A lo largo de los años, este proceso ha intensificado su enfoque, adoptando diversos métodos para la concientización sobre los sucesos. Uno de ellos es la construcción de marcas físicas en el espacio público, donde se distinguen dos tipos principales: aquellas vinculadas a la recuperación de los Ex Centros Clandestinos de Detención y Tortura que funcionaron durante la dictadura militar, que dieron lugar a Espacios de la Memoria, con la participación del Estado. Acción que se ha profundizado con la sanción de la Ley N°26.691 de “Sitios de Memoria del Terrorismo de Estado”. Por otro lado, otras marcas surgen a partir de la comunidad, por ejemplo, de iniciativas barriales como Baldosas por la Memoria (Bettanin y Schenquer, 2015); cuyo objetivo es recordar a las víctimas mediante la marcación de lugares significativos con placas, baldosas, murales o monumentos en honor a las víctimas, incluyendo a aquellas afectadas por sucesos actuales como el abuso de poder por parte de las instituciones del Estado, como víctimas de violencia policial y femicidios. Así, el espacio público se ha convertido en un terreno propicio para la construcción de la memoria.
Dentro del ámbito de la historia reciente, las investigaciones sobre la memoria o la construcción de esta a través de marcas presentan diversas líneas de análisis. Algunas se centran en el proceso de construcción e instalación de marcas de la memoria en el partido de La Matanza (Biaggini, 2018; Damonte, 2021), donde se las analiza desde sus características físicas y técnicas artísticas implementadas. Otros trabajos se enfocan en examinar los actores involucrados en la construcción de marcas, ya sea por iniciativa de un movimiento social (Cáceres, 2022; Godoy, 2022) o por la iniciativa de una agrupación (Bettanin y Schenquer, 2015; Fernández Darriba y Jiménez Rosales, 2010). Estas investigaciones se centran en las intenciones de los autores en el proceso de marcación, pero no se ha profundizado en el impacto que generan en sus receptores. Por lo tanto, una línea de análisis interesante es comprender el impacto que las marcas de la memoria tienen en la comunidad. Así, resulta relevante explorar y preguntarnos: ¿Cuáles son las interpretaciones sobre las marcas de la memoria que generan las personas que conviven con ellas?
Esta investigación se sostiene en los estudios sociales de la memoria y se entiende a la memoria colectiva como el recuerdo que tiene un sector de la población sobre algún suceso del pasado (Betancourt, 2004). Las marcas de la memoria se comprenden como una expresión de esta memoria colectiva (Jelin, 2002), instalándose en el espacio público donde conviven con las personas cercanas a su lugar de instalación. Estos convivientes generan una idea sobre la marca, que se toma como interpretación (Díaz, 2002, y Miranda Tapia, 2008). Esta interpretación se aborda desde los mecanismos cognitivos que realiza el sujeto al analizar la marca, incluyendo la significación (Gutiérrez et al., 2008) y la relación (Gutiérrez Delgado, 2018). Esta última puede darse en relación con el valor histórico de la marca, entendido como la reivindicación del pasado reciente (Jelin, 2002), o estableciendo una vinculación con aspectos actuales, entendida como el proceso de construcción de la conciencia histórica (Carnevale, 2013).
El objetivo que persigue la investigación será describir los diferentes tipos de relaciones que establece el conviviente sobre la marca de la memoria.
Para organizar el artículo, este se dividirá en cuatro partes. En primer lugar, se describirán los materiales y metodologías empleados para el análisis de la fuente. Seguidamente, se expondrán los resultados obtenidos a lo largo de la investigación. Posteriormente, se llevará a cabo una discusión sobre la información recopilada. Finalmente, se presentará una conclusión que sintetizará y valorará el análisis realizado hasta el momento.
Materiales y metodología
Este artículo fue elaborado bajo un enfoque metodológico cualitativo, trabajando con una muestra teórica. A través de la aplicación de la técnica de la historia oral, se generó como instrumento una entrevista semiestructurada que permitió al conviviente realizar un comentario sobre una de las marcas de la memoria seleccionadas.
El proceso de selección se basó en tomar aquellas marcas vinculadas a los crímenes cometidos durante la última dictadura cívica, eclesiástica y militar, a la Guerra de Islas Malvinas, y marcas que evocan crímenes cometidos durante las últimas cuatro décadas a los que el Estado no ha dado resolución, en esta categoría se incluyeron marcas en honor a víctimas de gatillo fácil, femicidios, entre otros. Ubicadas en distintos puntos concurridos de la ciudad de San Justo (municipio de La Matanza, provincia de Buenos Aires), como plazas, avenidas principales, escuelas, comisarías u otros sitios donde se observa un tránsito continuo de personas.
En total, se trabajó con seis marcas de la memoria y se llevaron a cabo aproximadamente tres entrevistas por cada una, totalizando dieciocho entrevistas[1] realizadas a diferentes vecinos o empleados de comercios que interactúan de manera constante con la marca, ya sea por residir o trabajar cerca de su ubicación.
A continuación, se presenta una lista detallada de las marcas seleccionadas:
Mural en memoria de Lucas Verón, víctima de abuso policial. Ubicado en “Plaza del periodista”, Zapiola 3153, San Justo, partido de La Matanza. (Figura 1).
Mural por la memoria en honor a los detenidos-desaparecidos durante la última dictadura militar. Ubicado en “Plaza del periodista”, Zapiola 3153, San Justo, partido de La Matanza. (Figura 2).
Placa en honor a Zangani, Juan Carlos. Héroe de la Guerra de Malvinas, fallecido en combate. Ubicado en Zapiola 3027, San Justo, partido de La Matanza. (Figura 3).
Mural en honor a las mujeres embarazadas detenidas- desaparecidas del partido de La Matanza, durante la última dictadura militar. Ubicado en Hipólito Yrigoyen 2999, San Justo, partido de La Matanza. (Figura 4).
Placa en memoria de los detenidos desaparecidos durante la última dictadura militar, ubicada en Dr. Ignacio Arieta 3000, San Justo, partido de La Matanza. (Figura 5).
Monumento en homenaje a los caídos en las Islas Malvinas durante la Guerra de Malvinas, ubicado en Dr. Ignacio Arieta 3000, San Justo, partido de La Matanza. (Figura 6).
En el contexto de entrevista se realizaron las siguientes preguntas: ¿Usted transita con frecuencia este lugar? ¿Se ha percatado de la existencia de la marca de la memoria? ¿Por qué razón cree que fue construida? ¿Cree que debe permanecer aquí? ¿Por qué? ¿De qué manera cree que la marca puede reflejar la situación actual de nuestro país? ¿Qué siente al observar la marca?
Una vez saturada la muestra, se procedió a su análisis en dos variables: "relaciones que se establecen con la marca de la memoria" y "significación de la marca de la memoria".
Para la variable "relaciones que se establecen con la marca de la memoria”, se consideraron dos dimensiones: (1) reivindicación del pasado reciente (Jelin, 2002) y (2) conciencia histórica (Carnevale, 2013). Para la primera dimensión, se establecieron subdimensiones: (a) permanencia de la marca en el espacio público y (b) representación de la marca sobre la historia del país. Para la segunda dimensión, se establecieron como subdimensiones: (a) discursos negacionistas (Ranalletti, 2009), y (b) permanencia de la vulneración de los derechos humanos.
Para la variable "significación de la marca de la memoria" (Gutiérrez et al., 2008) se estableció como dimensiones: (1) significado emocional de la marca y (2) significado simbólico de la marca. Para la última, se tomaron como indicadores: (a) memoria, (b) honor por el suceso y (c) respeto hacia los involucrados, y (d) justicia.
En la presentación de resultados se avanzará también con algunas definiciones conceptuales anteriormente enunciadas.
Resultados
Las relaciones entre la marca de la memoria y el conviviente
Al observar las marcas, los convivientes establecían diferentes relaciones que se analizaron a través de dimensiones teóricas.
En la primera relación los convivientes posicionaron a la marca como un medio para la reivindicación del pasado reciente a través de la materialización física de un suceso que marcó la historia del país, por ejemplo, los crímenes cometidos durante la última dictadura militar. En esos casos la conexión se estableció entre la marca y el suceso que representaba, la vinculación de ambos factores puede ser entendida como la reivindicación de la lucha por la memoria, según lo desarrolla Jelin (2002) la idea comprende, entre varios aspectos: "La búsqueda de verdad, la búsqueda de justicia, la intención de encontrar algún sentido a ese pasado doloroso.” (p.14).
De esa dimensión surgieron dos subdimensiones relacionadas con el suceso que representa la marca. La primera exploraba la continuidad de la marca en su ubicación, mientras que la segunda se centraba en el significado de esa continuidad.
Respecto a la permanencia de la marca en su sitio, en la mayoría de los casos se expresó un acuerdo constante con su presencia. Muy pocos de los convivientes no lograron definir si estaban a favor o en contra de que la marca se mantuviera en su lugar. Además, se destacó con frecuencia la importancia de ellas para la historia del país. De esta observación surgió la segunda subdimensión centrada en las razones para mantener la marca en su ubicación.
En el caso de donde las marcas analizadas eran placas, murales o monumentos dedicados a los detenidos-desaparecidos durante la última dictadura militar, se interpretaron como representaciones de la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia, así las razones de su permanencia se basan en su función como medios para recordar, conmemorar y concientizar sobre los crímenes cometidos en ese período.
Por otro lado, cuando la valorización se realizó sobre placas o monumentos conmemorativos de los héroes de la Guerra de Malvinas, las marcas fueron vistas como formas de rendir homenaje a los veteranos y los caídos. Además, en algunos casos, se señaló que, más allá del homenaje, estas marcas también simbolizan el arduo proceso de reconocimiento que la sociedad y el Estado otorgaron a los veteranos. Esta idea se destacó en diversas interpretaciones. Por ejemplo, un exsoldado recluta de la clase 1963, cuyos camaradas de regimiento son veteranos de guerra, compartió en una entrevista “Creo que ahora están siendo más reconocidos que en el momento cuando estaban los militares. Y hubo todo un proceso para eso, para poder ayudarlos. Mucha gente vino muy atormentada” (Toloza, comunicación personal, 18 de noviembre del 2023).
El análisis no se detuvo allí, puesto que además del reconocimiento a los veteranos, la interpretación se dirigió hacia otros aspectos de la guerra, por ejemplo, en los casos que figuraba el nombre junto a la fecha de nacimiento y defunción del homenajeado, habilitaba a que el conviviente tomara dimensión de quiénes fueron enviados a la guerra, jóvenes de 18 a 20 años, y en las condiciones que vivieron durante y luego del conflicto.
La conclusión se reprodujo en diferentes fragmentos de las interpretaciones, léase algunos de ellos a continuación “Que sepan que ese héroe fue un chico de 20 años con inexperiencia, porque somos un país que nunca estuvo en guerra. Y es muy difícil enfrentarse con países que son potencias mundiales y experimentados en guerra.” (Toloza, comunicación personal, 18 de noviembre del 2023). “Tengo una conocida que también pasó por lo mismo. Tuvo a su hijo, que lamentablemente falleció. Y bueno, es como que te choca un poco, yo tengo 25 años. Y decís, ¡wow!, eran chicos, nada más de 20 años.” (Mendoza, comunicación personal, 25 de noviembre del 2023). “Creo que los chicos de hoy en día si lo llegan a leer (refiriéndose a la marca), abren los ojos y bueno, se dan cuenta que chicos con su misma edad, o menos, fueron a combatir por el país.” (Rosales, comunicación personal, 25 de noviembre del 2023).
El mismo resultado se observó en las interpretaciones de marcas conmemorativas de los detenidos-desaparecidos durante la última dictadura militar. Conceptos como hacer memoria, no olvidar la historia y representar una época oscura, se destacaron como fundamentales para justificar la necesidad de que estas marcas permanezcan en su lugar.
En relación con la segunda dimensión de la variable sobre las relaciones establecidas con la marca de la memoria, se observó que el conviviente vinculaba la marca con la situación política actual del país. La interpretación giró en torno a los cambios y continuidades en ideas, acciones, discursos y comportamientos entre el pasado dictatorial y el presente. Esta dimensión se analizó desde la perspectiva de la conciencia histórica, que, según Carnevale (2013), se entiende como:
El producto de una elaboración, de una construcción social que recibe la influencia de situaciones e ideas del pasado que se mantienen vigentes en el presente. No es la simple memorización sino el producto de la interpretación de las experiencias a través del tiempo, que se expresa mediante narraciones estructuradas que permiten expresar la evolución temporal de los hombres en el mundo. (p. 7)
Es decir, nos referimos a la comprensión que el sujeto tiene sobre su pasado, abordándolo desde la reflexión y pensándolo en función del presente. En este tipo de relación pueden surgir ideas como la permanencia de discursos negacionistas sobre lo sucedido durante la última dictadura militar: "El concepto de negacionismo permite circunscribir una empresa política tendiente a promover una desnaturalización del pasado reciente, caracterizando al terrorismo de Estado aplicado en Argentina como una 'guerra'” (Ranalletti, 2009, p. 1). En varias entrevistas se identificaba la persistencia de este tipo de discursos por parte de los candidatos políticos del momento[2]. Este fenómeno no solo se limitaba a las marcas de la memoria relacionadas con la dictadura militar, sino que también ocurría con las marcas en honor a los héroes de la Guerra de las Malvinas. A través de esta conexión, la interpretación evolucionaba hacia una reflexión personal del observador sobre el valor del ejercicio y el cuidado de la democracia. Incluso se enfatizaba la necesidad de tomar conciencia acerca de la elección de funcionarios públicos, por ejemplo, un conviviente comentaba al respecto: “Es importante que la gente entienda las cosas que va a votar, para que no sucedan las cosas del pasado, para no volver a lo mismo” (Faranna, comunicación personal, 18 de noviembre del 2023).
En el caso de las marcas que representaban a víctimas de sucesos actuales, como el mural en honor a Lucas Verón, víctima de abuso policial, se identificaron cambios y permanencias relacionados con la persistencia del abuso de poder por parte de las instituciones estatales, en especial la Fuerza Policial. En esta situación, la marca era un medio de protesta, ya que activaba la demanda de justicia frente a situaciones de violencia sujetos a estereotipos que experimentan muchos jóvenes. Incluso se mencionó que, en algunas ocasiones, los medios de comunicación optan por no visibilizar estos sucesos, como se describe en el siguiente fragmento: “Y refleja que todavía sigue pasando y va a seguir pasando, y pasa más seguido de lo que se ve en la televisión. Porque el gatillo fácil no sale en la televisión, pero siempre son los malos, así decir” (Veck, comunicación personal, 21 de noviembre del 2023)
Además, se reforzó la idea de que persisten acciones e ideas afines a estas prácticas en ámbitos donde no deberían existir: “Y nada, para que la gente tome conciencia de que hay mucha sangre azul, mucha corrupción y mucho debajo que no se ve.” (Veck, comunicación personal, 21 de noviembre del 2023).
En síntesis, los resultados evidenciaron las diversas conexiones que los convivientes produjeron entre las marcas de la memoria y diferentes aspectos de su significado e impacto. En algunos casos, estas conexiones se llevaron a cabo desde la reivindicación del pasado reciente (Jelin, 2002), donde la marca reflejaba la importancia de recordar y representar en el espacio público los sucesos que marcaron la historia del país, como la Lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia, y el reconocimiento de los veteranos de la Guerra de Malvinas. Además, los convivientes identificaron las marcas de la memoria como espacios para reflexionar sobre la realidad actual y valorar la importancia de la vida democrática.
Desde esta perspectiva, emergió una interpretación más relacionada con los cambios y continuidades entre el pasado y el presente, conceptualizada como conciencia histórica (Carnevale, 2013). En este marco, los entrevistados señalaron una continuidad preocupante en actitudes, ideas y prácticas que vulneran los derechos humanos. A pesar de cuatro décadas de democracia y de esfuerzos sostenidos para concientizar sobre los crímenes cometidos durante la última dictadura militar, persisten ideas y discursos afines a esas prácticas.
A partir de aquí continuaremos presentando los resultados obtenidos en la segunda variable de análisis, enfocada en los significados que les atribuyen los convivientes a las marcas.
El significado de las marcas para el conviviente
Cuando el sujeto interpreta, no lo hace de manera ingenua, sino que pone en marcha acciones que conducen a la construcción de un significado sobre lo que observa. Según Gutiérrez et al. (2008) esa acción forma parte del proceso de significación:
La semiosis, o proceso de significación y/o comprensión de un signo, se constituye por un objeto o referente –evento, persona, objeto, cosa, animal, circunstancia–, del cual se forma una idea, denominada fundamento del representamen. Esta idea del objeto es la parte representada por el signo o representamen. El signo, que es algo que para alguien representa a otro algo en algún rasgo, genera en ese alguien un significado que, de acuerdo con su teoría, viene a constituir otro signo creado en la mente. (p. 691)
La construcción del significado, o proceso de significación, implica atribuir una explicación o valor a un signo, en este caso, la marca de la memoria, mediante la interpretación y contextualización de elementos, eventos o ideas que influyen en su percepción o comprensión.
En sus interpretaciones, los convivientes atribuían a la marca un significado propio e independiente de la intención original del autor. Este significado se manifestaba en dos dimensiones principales: una emocional, basada en los sentimientos generados al observar la marca, y otra simbólica, que se centraba en la carga representativa de la misma.
Dimensión emocional
En la primera dimensión, la marca provocaba diversas emociones, como orgullo, honor, dolor, tristeza, empatía o alegría. Estas reacciones no diferenciaban el evento representado, ya fuesen los crímenes de la última dictadura militar, la Guerra de las Malvinas o casos de gatillo fácil, ya que la reflexión se centraba en el impacto personal de la marca.
Por ejemplo, un joven entrevistado, cuyo tío es veterano de guerra, expresó la empatía y fraternidad que sentía al observar la marca “Y la verdad que es como que siento mucha empatía, ¿entendés? Y es como que es muy fraternal también todo. Mi tío pudo haber fallecido allá.” (Zalaya, comunicación personal, 18 de noviembre del 2023).
De manera similar, el exsoldado de la clase 1963, quien realizó el servicio militar obligatorio durante la guerra y fue testigo de las consecuencias del conflicto, compartió su orgullo y dolor al observar una placa en honor a Juan Carlos Zangani, héroe de guerra:
El sentimiento es de orgullo de una vida, de un chico que dejó su vida. Dejó su vida por una causa. Y bueno, me siento… triste por una parte por lo que ha pasado, ¿no? Y haber ido chicos tan jóvenes a la guerra. Así que, es una cosa que, son sentimientos encontrados. (Toloza, comunicación personal, 18 de noviembre del 2023)
En ambos casos, el significado de la marca adquirió una identificación profundamente personal, ya fuera por haber presenciado el suceso o por un vínculo cercano con quienes lo vivieron.
En otras interpretaciones, la marca evocaba sentimientos de confort, a pesar del suceso que representaba. Un joven expresó su entusiasmo al observar una placa en honor a los detenidos-desaparecidos durante la última dictadura militar “Como... alegría, digamos, de que se pudo conseguir algo a través de la lucha de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo.” (Ramírez, comunicación personal,18 de noviembre del 2023).
Desde esta perspectiva emocional, se evidencia una multiplicidad de impactos donde la subjetividad del conviviente está acompañada de un papel central. Este aspecto subraya cómo las marcas de la memoria adquieren significados que trascienden su intención inicial, al conectar con experiencias, emociones e interpretaciones individuales profundamente arraigadas.
Dimensión simbólica
En este caso, la marca adquirió un significado simbólico vinculado a tres áreas principales: la memoria, el honor y la justicia.
En cuanto a la conexión entre la marca y la memoria, estos se interpretaron como un medio para informar a la sociedad sobre el suceso que representan, al tiempo que denunciaban los crímenes cometidos. Las marcas eran vistas como instrumentos de preservación histórica y concientización colectiva.
Cuando el significado simbólico estaba relacionado con el honor, las marcas se identificaban como una forma de rendir respeto a las víctimas y sus familias. Se resaltaba el valor de verlas representadas en el espacio público y la importancia de garantizar que nunca sean olvidadas. Este tipo de interpretación fue especialmente recurrente en las marcas conmemorativas de los caídos en la Guerra de las Malvinas.
Finalmente, cuando la marca era interpretada como un símbolo de justicia, se ponía énfasis en la búsqueda continua de reparación para las víctimas y sus familias. Desde esta perspectiva, las marcas se concebían como representaciones de la lucha permanente por la defensa de los derechos humanos y la exigencia de justicia frente al abuso de poder.
Por ejemplo, los siguientes fragmentos ilustran estas interpretaciones “Y sobre todo una lucha por los derechos, por nuestros derechos” (Montaño, comunicación personal, 18 de noviembre del 2023.). “En lo personal, más como un símbolo de lucha y de lo que se pudo conseguir, más allá de que no se hayan encontrado a todos los desaparecidos, se está pudiendo hacer algo de a poco” (Ramírez, comunicación personal, 18 de noviembre del 2023.).
Las historias detrás de las marcas
Al realizar el trabajo de campo, a menudo surgen situaciones inesperadas. En nuestro caso, encontramos a un conviviente cuya interpretación destacó la idea de "conocer la historia de la persona detrás de la marca". Al observar la placa en honor a Juan Carlos Zangani, héroe de la Guerra de las Malvinas, el conviviente comentó:
Sería bueno no solo poner el nombre, sino especificar cuál fue el motivo, dónde estuvo y todo eso en el combate. Sería lindo que cada placa que se ponga tenga... una especificación más, para que la gente entienda. A veces hay muchos lugares que ponen una placa, pero no detallan. Sería bueno que detallen mucho más de la trayectoria de la persona que quedó allá, lamentablemente. (Toloza, comunicación personal, 18 de noviembre del 2023)
Este hallazgo nos abre una línea de análisis en torno a la demanda de la sociedad sobre la identidad de las personas conmemoradas donde buscan conocer sus historias, su participación en los acontecimientos o el motivo por el que sus nombres están inscriptos en el espacio público. Así, la marca, adquiere otra función que se aleja del conmemorar o demandar, se vuelve un medio que podría activar la búsqueda e impulsar el deseo por explorar, pese a que no inscriban nombres, las marcas, al ser interpretadas, generan la curiosidad del observador.
Discusión
Las marcas de la memoria como un camino para la construcción de la memoria colectiva
Al estudiar las relaciones que los convivientes establecían con las marcas de la memoria, identificamos distintas conexiones. En algunos casos, estas marcas poseen un valor histórico por representar un suceso que marcó tanto al país como al barrio; en otros, funcionan como un medio de denuncia sobre crímenes sin resolver; y en ciertos casos, sirven para concientizar a la sociedad sobre acciones y discursos que incitan a la violencia. En todos ellos, las marcas adquirirían una significación personal. Aquí, el receptor ocupa un papel central, ya que es quien decodifica el mensaje que transmite la marca.
En nuestro primer acercamiento a estudios e investigaciones sobre marcas de la memoria, encontramos que varios autores centran su análisis en los motivos que impulsan a los autores a crear estas marcas. Algunos también incluyen descripciones detalladas sobre los materiales empleados para su construcción e instalación. Por ejemplo, Biaggini (2018), al orientar su estudio hacia estas cuestiones, abrió la posibilidad de explorar el impacto que una placa, un mural o una baldosa de la memoria tiene en el receptor.
Bettanin y Schenquer (2015), en su estudio sobre la iniciativa Baldosas por la Memoria, destacan la relevancia del receptor en el proceso de instalación de estas marcas: “Para que este material de inscripción funcione como un vector que comunica una memoria sobre el pasado reciente, es necesario que existan actores activos capaces de decodificarlas y visibilizarlas” (p. 65). En nuestro análisis, centrado en las personas que interactúan de manera constante con estas marcas, evidenciamos la importancia del receptor como intérprete activo. Para que la marca comunique su mensaje, es indispensable que alguien esté dispuesto a observarla y reflexionar sobre ella. Además, cuando los convivientes identificaban que la marca no solo representaba y condenaba el pasado reciente, sino que también invitaba a tomar conciencia y valorar la vida democrática, así quedó claro que el proceso comunicativo genera nuevos significados que pueden ir más allá de las intenciones originales del autor.
Por ejemplo, en las marcas en honor a los caídos en la Guerra de las Malvinas, se destacó tanto el reconocimiento justo hacia los veteranos como la importancia de reflexionar sobre las consecuencias de la guerra para los soldados. Esto incluye el contexto político del país al inicio del conflicto, las condiciones que enfrentaron durante la guerra y el trato que recibieron al regresar al continente. En la interpretación de un exsoldado clase 1963, se mencionaba que el reconocimiento hacia los veteranos fue prácticamente nulo durante los últimos años de la dictadura y los primeros años de la vuelta democrática, debido a que la guerra era considerada una derrota, y que actualmente se instalen placas en honor a los caídos genera una gran emoción porque les dan un lugar que muchos años les fue negado. Por otro lado, otras interpretaciones destacaron el impacto emocional de comprender la corta edad de muchos soldados al momento de combatir. Así, el homenaje se conectaba con un análisis más amplio de los distintos aspectos del conflicto bélico.
Podemos interpretar estas conclusiones a través del concepto de historicidad, como lo señala Jelin (2020):
Dada la historicidad de estos procesos, lo que puede ser vivido como “éxito” o “fracaso” en un momento puede cambiar con posterioridad, dependiendo de las interpretaciones que las generaciones futuras darán a lo que se está conmemorando, al sentido que adquiere el lugar para otros proyectos, incluyendo la posibilidad de indiferencia u olvido. (p. 458)
Se obtuvo un resultado similar al analizar las interpretaciones de marcas de la memoria en honor a detenidos y desaparecidos. Aunque el mensaje transmitido buscaba recordar un pasado doloroso, para algunos convivientes la marca representaba un símbolo de lucha. Para otros, despertaba alegría al ver inscrito en el espacio público algo que antes había sido silenciado, percibiéndolo como un símbolo de resistencia frente a quienes intentan negar o encubrir los crímenes cometidos. Esto demuestra que las marcas de la memoria no son estáticas, y sus significados varían según la generación y la perspectiva de quien las observa.
Al informar a los convivientes sobre si las marcas debían permanecer o no en su lugar, surgió un patrón constante de afirmaciones. Estas marcas no solo recordaban, sino que también denunciaban y visibilizaban formas de violencia que aún persisten. Por ejemplo, en el caso del mural de Lucas Verón, víctima de abuso policial, un conviviente argumentaba que era una manera de recordarlo, pero también de evidenciar la realidad que viven los jóvenes, una realidad que muchas personas prefieren ignorar.
Fernández Darriba y Jiménez Rosales (2010) en su trabajo sobre el programa Placas por la Memoria, retoman esta idea de “denuncia” al señalar que la placa sirve para evidenciar una ausencia y evocar un recuerdo: “Estas personas estaban aquí y ahora no están más. Eran vecinas de ustedes y ahora no pueden serlo. Este gesto evoca inmediatamente un recuerdo, trae algo del pasado, una historia, una experiencia, y lo hace presente” (p.8).
Aunque estos autores se centraron en analizar las acciones que llevan a las personas a crear las placas, no profundizaron en el impacto que estos tienen en el receptor, al igual que la investigación de Biaggini (2018). Ambos trabajos se enfocaron en las características materiales de las marcas o en lo que buscaba comunicar su autor.
Es aquí donde nuestro análisis aporta un nuevo enfoque: la interpretación del observador, conviviente o receptor, como se prefiere denominar, revela una dimensión adicional del sentido de construir marcas de la memoria, que está estrechamente relacionada con quien recibe el mensaje. Al dotarlas de significado, la marca facilita en esa persona la reflexión, la búsqueda y la valoración del mensaje transmitido.
Las interpretaciones también destacaron las múltiples funciones de estas marcas, demostrando que son un medio para construir memoria junto con la conciencia histórica (Carnevale, 2013). Además, su presencia en el espacio público y en diferentes puntos de la ciudad evidencia su gran alcance. Como señala Delgado (2019): “El espacio público es entonces el lugar en el que se materializan diversas categorías abstractas como democracia, ciudadanía, convivencia, civismo, consenso, etc.” (párr. 9).
En síntesis, el análisis de las interpretaciones de las marcas de la memoria reveló múltiples aristas. Una de nuestras líneas de investigación describió las relaciones entre las marcas y los convivientes, que se desarrollan en tres aspectos: las marcas actúan como un medio para recordar y representar el pasado, como una herramienta para comprender la realidad actual, y como un recurso valioso para colaborar en la construcción de la memoria colectiva (Betancourt, 2004), además de facilitar la identificación de signos de alerta cuando la memoria se encuentra en riesgo. En un contexto marcado por discursos que intentan borrar la memoria, distorsionar la historia y negar prácticas genocidas, se alza la voz de quienes defienden la vida democrática, ya sea mediante la construcción de una marca de la memoria o a través de políticas y acciones implementadas para preservar y construir la memoria colectiva.
Conclusiones
En el desarrollo de esta investigación nos enfocamos en analizar las interpretaciones que los convivientes establecen sobre las marcas de la memoria, con el objetivo de explorar las diferentes relaciones que surgen a partir de su interpretación. Este análisis abarcó aspectos como el significado, el valor, el suceso que representa, y la razón de su existencia, entre otros.
Para ello, seleccionamos seis marcas situadas en distintos puntos de la ciudad de San Justo, La Matanza (Buenos Aires, Argentina). Estas marcas, heterogéneas en su origen y significado, se diversifican según su procedencia: algunas surgieron de iniciativas estatales, como los Espacios de la Memoria respaldados por la Ley N°26.691, mientras que otras nacieron de acciones impulsadas por organizaciones barriales, como Baldosas por la Memoria. Además, abarcan una amplia variedad de sucesos, desde los crímenes de la última dictadura militar y la Guerra de las Malvinas, hasta eventos más recientes, como los abusos de derechos humanos perpetrados por las Fuerzas de Seguridad.
La investigación tuvo un enfoque metodológico cualitativo y se basó en entrevistas semiestructuradas para analizar las interpretaciones de quienes conviven con estas marcas. Desde el marco teórico de la construcción de la memoria colectiva (Betancourt, 2004), exploramos cómo los convivientes atribuyen significados emocionales, simbólicos o históricos a las marcas y cómo estos contribuyen a la formación de una conciencia histórica.
Nuestro trabajo buscó complementar investigaciones previas con temáticas afines, que se han centrado casi exclusivamente en la construcción de las marcas y los mensajes que sus autores desean transmitir. En contraste, nos enfocamos en el impacto que estas marcas generan en la comunidad, priorizando las interpretaciones del receptor sobre las intenciones del autor. Así, identificamos un área vacante en la literatura: las conexiones que los convivientes establecieron con las marcas.
De los resultados obtenidos se identificaron dos variables relacionadas con las conexiones establecidas por los convivientes. La primera variable se vinculó con la reivindicación del pasado reciente, donde las marcas fueron interpretadas como medios para recordar los sucesos que marcaron la historia del país. Además, se observó la construcción de una conciencia histórica a través de la reflexión sobre las marcas, basada en la identificación de cambios y continuidades entre el pasado y la actualidad. En su mayoría, estas reflexiones se relacionaron con la persistencia del abuso de poder por parte de las instituciones del Estado y la continuidad de discursos negacionistas desde ciertos sectores del gobierno.
La segunda variable, la significación atribuida a la marca, se desplegó en dos dimensiones: la emocional y la simbólica. En relación con la primera, las marcas evocaron una amplia gama de emociones en los convivientes, como honor, dolor, tristeza e incluso alegría, dependiendo de su experiencia personal. En cuanto a lo simbólico, las marcas adquirieron significados relacionados con el honor, la justicia y la lucha, destacándose como símbolos de valores colectivos fundamentales.
En ambos casos, las marcas fueron consideradas herramientas esenciales para la construcción de la memoria colectiva (Betancourt, 2004), reafirmando su papel en la reflexión social y la preservación del legado histórico.
Estos hallazgos no solo enriquecen la comprensión del impacto de las marcas ubicadas en la ciudad de San Justo, sino que también ofrecen una base sólida para investigaciones futuras. Nuestra investigación contribuye al entendimiento de las dinámicas entre memoria colectiva e interpretaciones individuales, ampliando las perspectivas sobre las prácticas conmemorativas en diversos contextos sociopolíticos.
Por lo tanto, este trabajo no solo destaca el valor de las marcas de la memoria en el ámbito local, sino que también invita a explorar su potencial en otros entornos, considerando las particularidades de cada contexto y la coyuntura histórica que los atraviesa.
Referencias
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Notas
Notas de autor
Información adicional
Cómo citar este artículo:: Toloza, S. N. (diciembre de 2024 – junio de 2025). Entre calles y recuerdos: Interpretaciones y relaciones sobre las marcas de la memoria en la ciudad de San Justo, provincia de Buenos Aires (Argentina). Antigua Matanza. Revista de Historia Regional, 8(2), 57-87. https://doi.org/10.54789/am.v8i2.3
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