Bazán, L. T., y Gonzalez, N. N. (junio de 2022 – diciembre de 2022). El edificio propio del Instituto Superior de Formación Docente N°82: un logro de la movilización estudiantil. Antigua Matanza. Revista de Historia Regional, 6(1), 54-102. https://doi.org/10.54789/am.v6i1.123
La Matanza y su historia
El edificio propio del Instituto Superior de Formación Docente N° 82 de La Matanza: un logro de la movilización estudiantil
The building of Instituto Superior de Formación Docente No. 82 of La Matanza: an achievement of student mobilization
Lourdes Tatiana Bazán[1]
Instituto Superior de Formación Docente N° 82, Isidro Casanova, Argentina.
Natacha Noelí Gonzalez [2]
Instituto Superior de Formación Docente N° 82, Isidro Casanova, Argentina.
Recibido en 16/12/21
Revisado en 28/12/21
Aceptado en 25/04/22
Resumen
El objetivo general del presente artículo se dirigió a observar las acciones colectivas promotoras de la infraestructura del Instituto Superior de Formación Docente n° 82, situado en la localidad de Isidro Casanova, La Matanza, provincia de Buenos Aires, que finalizaron en la institucionalización de la lucha y de la participación de los estudiantes. La metodología utilizada consistió en etnografía virtual, análisis de contenido de fuentes de diversas tipologías e historia oral, desde un enfoque cualitativo. La investigación puso en evidencia la importancia que tuvo el movimiento social que gestaron los alumnos de este instituto para obtener un edificio propio, el camino que tuvieron que transitar, los obstáculos que se presentaron y los cambios institucionales que surgieron de este proceso.
Palabras-clave: educación superior, movimientos sociales, movimientos estudiantiles, edificio educativo, escuela, política educativa, historia de la educación, memoria colectiva, La Matanza, Isidro Casanova
Abstract
The general objective of this article was to observe the collective actions promoting the infrastructure of Instituto Superior de Formación Docente No. 82, located in the town of Isidro Casanova, La Matanza, province of Buenos Aires, which ended in the institutionalization of the struggle and student participation. The methodology used consisted of virtual ethnography, content analysis of sources of various types and oral history, from a qualitative approach. The research revealed the importance of the social movement that the students of this institute created to obtain their own building, the path they had to travel, the obstacles that arose and the institutional changes that arose from this process.
Keywords: higher education, social movements, student movements, educational building, school, education policy, Education History, collective memory, La Matanza, Isidro Casanova
El edificio propio del Instituto Superior de Formación Docente N°82 de La Matanza: un logro de la movilización estudiantil
Introducción
Como estudiantes del Instituto Superior de Formación Docente N°82 (ISFD) de la localidad de Isidro Casanova, al encontrarnos con la entrega del tan ansiado edificio de nuestra institución (2018), comenzamos a indagar sobre los años de lucha que llevó a la construcción del mismo y al encontramos con la inexistencia de relatos históricos escritos, nos propusimos investigar formalmente y hacer tangible lo resultante. Por lo expuesto, este artículo resulta de una investigación mayor, que fue el trabajo final para la obtención del título de Profesor de Historia y se presenta como una propuesta en la generación de la historia escrita de la institución, que aún resulta un vacío en la literatura, si bien se han encontrado algunos trabajos previos sobre la educación superior en el partido de La Matanza (Agostino, 2004, 2012), no se cuenta aún, con uno específico de esta institución en particular. Para la construcción del estado del arte, se utilizaron estudios sobre las políticas de corte neoliberal con respecto a lo educativo, sus efectos y la situación edilicia de las instituciones educativas estatales hacia fines del siglo XX en nuestro país. Destacamos los de Alejandra María Castro (2015) que trabajó sobre el contexto político educacional y Romina Cingari (1999) que se ocupó del mantenimiento y calidad de los edificios escolares en la provincia de Buenos Aires, entre otros utilizados.
Para analizar la lucha estudiantil para la obtención del edificio propio, atendiendo a la Ley de Educación Superior (n° 24521) y las medidas de fuerza tomadas por la comunidad educativa para acceder al derecho vulnerado, se utilizó como marco de referencia la conceptualización de acción colectiva y ciclos de protesta que explica Sídney Tarrow (1994) en su libro “El poder en movimiento: Los movimientos sociales, la acción colectiva y la política”. El autor diferencia entre una acción colectiva y un movimiento social, la primera subyace a un movimiento social, aunque esta sea inherente a la segunda, no siempre culmina en un movimiento social. La acción colectiva es aquella que se produce por grupos constituidos por gente que carece de acceso regular a las instituciones (en este caso la irregularidad sería no tener acceso al edificio) que actúa en nombre de reivindicaciones nuevas o no aceptadas y que se conducen de un modo que constituyen una amenaza fundamental para otros:
la acción colectiva adopta muchas formas: puede ser breve o mantenida, institucionalizada o disruptiva, monótona o dramática. En su mayor parte se produce en el marco de las instituciones por parte de grupos constituidos que actúan en nombre de objetivos que difícilmente harían levantar una ceja a nadie […] esto supone la puesta en escena de desafíos colectivos, La concepción de objetivos comunes, la potenciación de la solidaridad y el mantenimiento de la acción colectiva; las propiedades básicas de los movimientos sociales. (Tarrow, 1994, p.19)
Los movimientos sociales son grupos de personas organizadas que acometen la cotidianeidad de los grupos hegemónicos, causando intranquilidad a los mismos. Estos grupos que irrumpen comparten un objetivo, tienen y reconocen una finalidad, se mantienen en el tiempo. ”Los movimientos sociales son desafíos planteados por personas que comparten objetivos comunes y solidaridad en una interacción mantenida con las elites” (Tarrow, 1994, p. 19).
El mismo autor señala que, las acciones colectivas dependen del contexto histórico, el paradigma social, el sistema de gobierno imperante y las oportunidades o restricciones que este le proporcione. La interacción de estas, da espacio a huecos que facilitan el inicio de la acción colectiva y dan forma a los diferentes repertorios de protesta que se tomarán.
También, se utilizaron herramientas conceptuales de la Dra. Alejandra María Castro (2015), desarrolladas en su trabajo de tesis “Espacio escolar y sujetos. Políticas y experiencias” para describir de manera idónea los espacios arquitectónicos de las sedes que el I.S.F.D N° 82 utiliza y utilizó a lo largo del tiempo y que fueron responsables directos del movimiento social subsiguiente.
Para este artículo, en un primer momento, contextualizamos la realidad institucional previa al edificio propio y se efectuó la descripción de la infraestructura que se utilizaba, observando, a su vez, el marco político educativo, interpretado como marco de oportunidades favorables que propició la respuesta al legítimo reclamo de la comunidad educativa. Luego, nos detuvimos en la observación de las acciones colectivas radicales y el movimiento de lucha, finalizando en las características de la institucionalización de la lucha y la participación que dieron lugar a la generación de un Centro de Estudiantes y del Consejo Académico Institucional.
Contexto histórico
Para poder analizar la realidad política, económica y social que atraviesa la educación superior pública y estatal debemos remitirnos a la década de 1990, más precisamente, a los gobiernos de Carlos Saúl Menem (8 de julio de 1989 – 10 de diciembre de 1999). Las políticas neoliberales que nos competen encuentran su punto álgido en esta etapa. En el plano político se puede nombrar la reforma del Estado con la aplicación de transformaciones administrativas y tributarias, privatizaciones y descentralización. Con respecto a las privatizaciones, el objetivo era “achicar el estado”, liquidar toda empresa que dé pérdida, a través de decretos, dichas empresas pasaban a la competencia del libre mercado. Dos leyes fueron las que hicieron posible el programa de privatizaciones. En agosto de 1989 se sancionaron las leyes de reforma del estado (n°23.696) y emergencia económica (n°23697).
Mientras la ley de emergencia económica suspendió subsidios y regímenes de promoción y autorizó el despido de empleados estatales; la ley de reforma del estado permitió al poder ejecutivo privatizar empresas estatales y vender sus bienes inmuebles según su propio criterio. De igual forma, se autorizó la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, la eliminación del sistema de “compre nacional” y se liberalizaron las inversiones extranjeras. Estas leyes constituyeron los ejes estratégicos a partir de los cuales se moverían las políticas del gobierno en los años sucesivos y llevaron a socavar el papel del estado en la economía. Al mismo tiempo, se buscó asegurar las reformas con un Poder Judicial propenso a resguardar las medidas de reestructuración. Así, el presidente Menem promovió y obtuvo del congreso la ampliación de los miembros de la Corte Suprema de Justicia, que pasó a contar con nueve integrantes.
El otro aspecto central de la estrategia económica fue la reforma del estado que redujo el empleo público, la producción estatal de bienes y servicios y, por último, su disminución en la capacidad de regulación e intervención.
Los índices de desempleo comenzaron a subir. El proceso de privatizaciones, cuyo máximo ejemplo fue YPF, se tradujo en despidos masivos de trabajadores estatales, esto contribuyó en alto grado a la creación y conformación de un mercado laboral inestable, flexibilizado y caracterizado por una alta tasa de desocupación. En la industria, la intensificación de la productividad y la inversión tecnológica expulsaron a casi un tercio de los obreros, acrecentando el desempleo estructural.
La caída del empleo y la reestructuración del estado llevaron a un deterioro del nivel de vida de amplios sectores, se visibilizó, ante todo, en la distribución de ingresos. En 1999, el 30 por ciento más pobre de la población había reducido en casi el 38 por ciento de su participación en el ingreso, con respecto a 1974, mientras que el 10 por ciento más rico lo había incrementado un 28 por ciento. Ante este panorama las políticas de asistencia social resultaron insuficientes, los programas se caracterizaron por la escasez de fondos, la dispersión, la falta de coordinación y su utilización con fines políticos (Ferrer, 2012, p.437). La descentralización del estado también se expandió hacia el sistema de salud, donde se generaron conflictos en las unidades hospitalarias los nosocomios tuvieron que buscar formas alternativas de financiamiento y seleccionar a sus pacientes de acuerdo con el nivel de ingresos. Como explica Ferrer (2012):
Las condiciones sociales reflejaron el impacto del comportamiento del mercado de trabajo, el deterioro de la prestación de bienes públicos como salud y educación (aun cuando el porcentaje de analfabetos cayó en el periodo del 7,2 al 2.6%) y de la desarticulación de los tejidos productivos y sociales, principalmente en los grandes centros urbanos. La línea de pobreza, determinada por el valor monetario de una canasta de bienes y servicios básicos de costo mínimo, y la línea de indigencia marcada por una canasta mínima de alimentos, son indicadores reveladores del deterioro social. (p.440)
Desde la sanción de la Ley Federal de Educación en 1993 los años posteriores de su implementación fueron mostrando las limitaciones y dificultades de dicho proceso de reforma que llevó un poco más de una década y que ha sido fuertemente cuestionado y derivó en el debate y sanción de nuevas leyes educativas.
La profundización de la crisis socioeconómica y política, que se fue gestando en el país con el modelo neoliberal y las políticas de ajuste de la década del 90, estalló con virulencia en la crisis de fines de 2001. Esto implicó, entre otros problemas, pauperización, desempleo y demás problemáticas en las familias de la comunidad educativa y en la sociedad en general, asimismo la reducción de los fondos estatales destinados a educación. La reducción del financiamiento en la educación contrajo aparejado el aminoramiento de recursos estatales para el sistema escolar, hubo recortes presupuestarios a planes educativos, sociales, de capacitación docente, que obviamente, afectaron la marcha de la reforma educativa (Khodr, 2015).
Las diferencias entre jurisdicciones se profundizaron durante una década por la desigualdad de recursos económicos, de infraestructura y técnicos pedagógicos que generaron procesos de diferenciación y segmentación respecto de la aplicación de la ley. Se configuró así un abanico de situaciones y encuadres administrativos y pedagógicos que afectaron la unidad pedagógica y administrativa del sistema educativo nacional y la movilidad de los sujetos dentro de él (Regno y Díaz, 2011).
Por tanto, la política educativa fue uno de los aspectos donde los pobres resultaron los más desprotegidos. La deserción escolar, crónico problema de la educación argentina, no pudo solucionarse, puesto que, la presión de la pobreza sobre niños y adolescentes en edad escolar terminó por apartarlos de las aulas y volcarlos al mercado laboral. Las escuelas a su vez se vieron asediadas por las reformas que llevaba a cabo el gobierno de turno, y fue inexcusable su papel asistencialista, debido a que la inestabilidad golpeaba a los más desprotegidos y resultaba más considerable alimentar a los niños que darles educación.
En diciembre de 2001, se produjo una insurrección popular debido a la profunda crisis económica y social que produjo todas las políticas neoliberales anteriormente mencionadas. A partir de esto, se produjo la renuncia del presidente Fernando De La Rúa (electo en 1999). Desde entonces comenzó un periodo de inestabilidad política, en la cual transitaron cinco presidentes en diez días. En reemplazo de De la Rúa, asumió la primera magistratura de la Nación en forma provisional, el senador Ramón Puerta. El Congreso debía, según la Ley de Acefalía vigente, elegir a un funcionario como presidente de la Nación hasta una nueva convocatoria a elecciones. El cargo recayó en el gobernador de la provincia de San Luis Adolfo Rodríguez Saá, quien, debido a los conflictos internos del peronismo, renunció una semana después. Fue reemplazado por el presidente de la Cámara de Diputados Eduardo Camaño, hasta que el 1º de enero de 2002 la Asamblea Legislativa eligió como presidente al senador y ex vicepresidente del gobierno de Carlos Menem, el doctor Eduardo Duhalde. Una de las medidas clave de este gobierno fue devaluar la moneda argentina y por lo tanto dar fin a la “convertibilidad del uno a uno”. La protesta social continuó. Los problemas eran enormes y múltiples y la respuesta del gobierno duhaldista fue, en muchos casos, la represión.
La represión agudizó las tensiones existentes y, en ese marco se tuvieron que adelantar las elecciones para el 27 de abril de 2003. Entre los candidatos estaban el ex presidente Carlos Menem, Adolfo Rodríguez Saá y Néstor Kirchner. Ninguno de los candidatos obtuvo el porcentaje suficiente para ser presidente. Menem y Kirchner fueron a ballotage, pero ante el descrédito popular del ex presidente se bajó de la candidatura, lo que permitió que Néstor Kirchner llegara a ser presidente en mayo del 2003.
Durante su gobierno hubo una mejora progresiva de los salarios de los trabajadores y jubilados, se profundizaron acuerdos con el MERCOSUR y se intentó resolver el problema de la deuda externa con los organismos de crédito internacionales. En el 2005, la Argentina pagó el total de su deuda con el FMI. La política de desendeudamiento le permitiría al gobierno argentino ganar independencia para la toma de decisiones.
En los planos científico y educativo, comenzó a advertirse una mayor presencia del Estado. De hecho, una de las primeras cuestiones que abordó Kirchner al asumir fue un conflicto docente: en su tercer día como presidente viajó a Entre Ríos, donde los maestros reclamaban desde fines del año anterior por deudas salariales. En enero de 2006, la sanción de la Ley de Financiamiento Educativo estableció un aumento paulatino del presupuesto destinado a la educación, la ciencia y la tecnología, que se haría efectivo en los siguientes cuatro años. De esta forma, la inversión en el área pasó del 4% del PBI al 6% en 2010. Estas políticas tuvieron efectos concretos, como la repatriación de científicos argentinos que en épocas anteriores habían dejado el país ante la falta de oportunidades para desarrollar sus carreras. El retorno comenzó en 2003 y se incrementa especialmente a partir de 2008, para superar en 2011 los 800 científicos repatriados.
La presidencia de Kirchner terminó a fines de 2007 con un país muy distinto al que había encontrado cuando asumió. Además de los logros económicos y sociales, y quizás también por ellos, el resultado más importante que dejó su gestión fue el haber generado, nuevamente, confianza en la política.
Cristina Fernández de Kirchner sucedió en la Presidencia de la Nación a su esposo Néstor Kirchner. Gobernó el país desde 2007 hasta el 2015, ya que fue reelecta en el 2011. Así dando continuidad al proyecto transversal de país, con medidas de crecimiento e inclusión social, como la Asignación Universal por Hijo, Asignación Universal por Embarazo, el PRO CRE AR (Programa de Crédito Argentino del Bicentenario para la Vivienda Única Familiar), ley del estatuto nuevo del peón rural, regulación de las empleadas domésticas, conectar igualdad, etc.
Fuentes y metodología
Se trabajó desde un enfoque cualitativo, realizando la triangulación de fuentes de diversas tipologías. La metodología utilizada consistió en la una etnografía virtual del blog y de las publicaciones en el facebook de una agrupación estudiantil, la ejecución de seis entrevistas semiestructuradas a ex alumnos del instituto vinculados con las acciones de lucha por el edificio propio (2019) y el análisis de contenido de otras fuentes como documentos expedidos por organismos oficiales, actas de reuniones y de resultados de elecciones, volantes y folletos de distribución en la comunidad educativa, fotografías personales, artículos de periódicos locales y otros materiales emergentes de la lucha.
La demanda: la institución y su infraestructura
La institución educativa tratada siempre se localizó en distintos puntos de Isidro Casanova, pues resultó un punto neurálgico para el corredor oeste. El municipio de La Matanza tenía necesidad de nuevos profesionales, y la cercanía que tenían muchos estudiantes con esta localidad de fácil acceso hizo crecer la matrícula de manera exponencial desde sus primeros años. Alrededor del año 1986, se dictaron clases en la escuela primaria N° 85 ubicada en República de Portugal 3302, con todo lo que eso acarrea ya que la infraestructura está adecuada para niños de una edad determinada. Con el paso del tiempo, y con la Ley Federal de Educación en funcionamiento se convierten las carreras y se ofrecen nuevas opciones: Maestros Especializados en Educación Inicial se transforma en Profesorado Especializado en Nivel Inicial, Maestros Especializados en Primaria en Profesorado Especializado en Enseñanza General Básica 1 y 2, el Profesorado en Historia en Profesorado en EGB 3 y Polimodal en Historia y Ciencias Sociales. La carrera de Asistente Educacional no continuaría y se abriría el profesorado en EGB 3 y Polimodal en Geografía. (Agostino, 2012, p. 33).
La modalidad de Geografía surgió nuevamente por una necesidad del municipio, se planeó su apertura para el año 1999. Alrededor de ese fecha y con el paso del tiempo, el instituto se nucleaba en distintas sedes; en la primaria N°85 “Sánchez de Thompson” situada en República de Portugal al 3302, en la primaria N° 50 “Marina Argentina” ubicada en la calle Juan Llerena 1422, en la primaria N° 15 “José Hernández” que se emplaza en Lascano 6213 y por último, en la escuela N° 37 ex CONIC con dirección en Juan Jofré 3252. La sede principal, salvo un periodo excepcional, siempre fue la primaria N° 85 Escuela Primaria N° 85 “Sánchez de Thompson”.
Partiendo desde la sede principal, la primaria N° 85, la segunda sede ubicada en la calle Lascano dista un km, y la tercera sede situada en Juan Llerena se encuentra a 2,5 km de distancia. Entre la sede N°37 y la N°50 había unos pocos metros entre ellas. Estos detalles no son un dato menor pues, cuentan con un contexto político sociocultural y económico similar, estas distancias a la vez fueron un factor al momento de crear una situación de pertenencia con el Instituto N°82.
Las instituciones educativas que forman parte de este estudio están localizadas en diferentes barrios, relativamente cercanos, siempre en la localidad de Isidro Casanova. Las tres sedes que utilizaba para su funcionamiento el Instituto N°82 no se ubicaban en avenidas principales, pero donde se sitúan tienen pavimento y sus calles aledañas también, todas las escuelas tienen cercanía con la Ruta Nacional N°3 (no más de seis cuadras), donde hay una gran cantidad de líneas de colectivos que comunican con el resto del partido o a Capital Federal, lo cual permite un fácil acceso para cualquier habitante.
Interesa destacar que la Municipalidad de La Matanza cuenta con 2.185.597 vecinos (Durand, 2018) y en particular, la localidad de Isidro Casanova cuenta con 180.000 habitantes (Nuestra ciudad, 2017) según el censo de 2010.
Los distintos entrevistados, ex alumnos, refieren que su elección en cuanto al lugar donde realizar sus estudios, se debió principalmente por su cercanía: “Yo vivía en ese tiempo en Laferrere y empecé a averiguar dónde se podía estudiar historia y por cercanía llegué al 82 en el 2009” (Marina Rojas, 2019, comunicación personal); “compañeros de camadas anteriores, muchos chicos de González Catán y Laferrere iban en bicicleta o de Ciudad Evita o de tantos otros lugares”(Juan Romero, 2019, comunicación personal); “El 82 no fue la primer opción, había elegido al Joaquín V. González. Era un momento en el que yo trabajaba muy cerca de ahí, me quedé sin trabajo y me anoté en el 82, por su cercanía” (Leonardo López, 2019, comunicación personal).
Como se ha visto, las escuelas son edificios cedidos para el uso del Instituto, que se denominan sedes. Otro testimonio refiere:
El tema de infraestructura en las escuelas y especialmente en los institutos terciarios, ningún instituto terciario tenía edificio propio, salvo el 56 que tenía dos aulas en el 29 eso no es una institución propia. Es un reclamo histórico de los matanceros (Juan Romero, 2019, comunicación personal).
Descripción de los espacios físicos
Consideramos de vital importancia describir brevemente el espacio físico y arquitectónico, de los distintos anexos para percibir el uso que los sujetos hacen de estos las mutaciones que sufren en consecuencia y cómo puede afectar o beneficiar a los distintos grupos que utilizan el edificio.
En el espacio escolar perteneciente a la primaria y secundaria básica “Sánchez de Thompson” se diferencian dos componentes: el arquitectónico, que es imposible de cambiar y lo que se llama la parte blanda compuesta por elementos semipermanentes, desde carteles hasta pizarrones (Castro, 2015). La escuela cuenta con dos niveles; en planta baja se encuentra, la entrada, y un total de seis aulas, un patio al descubierto que se ubica al centro, a la derecha de las aulas, cocina, dirección, secretaria, baños para profesores y baños para los estudiantes. En planta alta hay cinco aulas, baños para estudiantes, biblioteca, preceptoría y dirección (funciona como escuela secundaria básica).
Se analizan brevemente muchos de los lugares antes mencionados ya que resulta de vital importancia los usos que hacen, las mutaciones que necesitan estos sitios y cómo afecta estas disposiciones a los estudiantes del Instituto 82.
La entrada, puede facilitar o no la conexión con el exterior y vincular de distintas maneras: “Los espacios de entrada a los edificios son lugares de circulación y comunicación entre dos modos de vida distintos que permiten captar momentos o situaciones en los cuales el vínculo social se construye o deteriora” (Monnet, 2007). La misma cuenta con una reja en principio, luego una escalera con 5 escalones de material, no hay rampas ni tampoco barandas, la misma desemboca en la puerta principal que es amplia y cuenta con dos hojas, pero de las cuales se utiliza sólo una para el ingreso y egreso de las personas. La reja se mantiene abierta a lo largo del día, en cambio, la puerta se encuentra cerrada toda la jornada perteneciente a primaria y secundaria, durante el turno nocturno esa puerta se deja abierta entre las 18:00 y las 22:00 H, los estudiantes pueden circular al exterior en el momento que crean oportuno.
Se debe destacar que en toda la fachada exterior hay muchas obras de arte hechas por alumnos, donde la bandera argentina tiene protagonismo. El nombre de la escuela primaria es muy visible y se localiza arriba de la puerta de entrada, se visibiliza en colores estridentes “Sánchez de Thompson”. A su vez, a los lados de la puerta hay muchos carteles con información referente a la primaria y la secundaria, en solo uno de esos carteles se encuentra algún tipo de información sobre el Instituto Superior.
Los pasillos son la conexión entre aulas, baños, cocina y dirección y su uso es crucial para la interrelación entre las partes y en sus paredes los distintos niveles primario y secundario comparten con la comunidad sus experiencias, conocimientos, su evolución a través del año escolar, si hay un acto escolar crean un “clima” para el mismo y realizan los actos escolares dentro, puesto que ahí se encuentra el escenario. Por su parte, el nivel terciario no expone en los pasillos por disposiciones entre los directivos del instituto superior y la primaria, nunca se usa el escenario y pocas veces se hacen actos escolares.
Existen 11 aulas, todas con la misma cantidad de espacio en promedio, en el turno nocturno los salones están divididos por comisión y en esta sede se albergan las carreras de Historia y Ciencias Políticas. Esta distribución, por lo tanto, no se centra en la cantidad de alumnos puesto que las aulas son uniformes en cuanto a metros cuadrados. Por ende, el espacio que se le otorga a cada comisión es intransferible a lo largo del año. En cuanto a los elementos blandos del aula sucede lo mismo que con los pasillos, los estudiantes del Instituto Superior no hacen uso alguno de las paredes, porque están ocupadas por las creaciones de los alumnos de primaria. El uso del pizarrón muchas veces se ve dificultado para los alumnos adultos, ya que está plagado de recursos didácticos ajenos a su edad, lo que minimiza el espacio disponible para el uso por parte del profesor. Es una regla implícita tanto para alumnos y profesores del Instituto Superior el no mover o sacar nada de las paredes o el pizarrón, debido a que, según palabras de muchos profesores “nos prestan el espacio y no queremos que las seños se enojen”.
Una de las aulas tiene mobiliario específico para niños de 1° grado; mesas largas, sillas pequeñas, esto dificulta la mayoría de las veces a los educandos adultos que cursan por la noche en el mismo espacio.
En cuanto a la secretaría y dirección, la administración del Instituto utiliza ese mismo espacio para la dirección que la primaria. En cambio la secretaria de primaria es usada como la sala de preceptores durante la noche. El espacio de cada una es muy reducido, muchas veces se atienden a los estudiantes desde la puerta por esa problemática.
En lo que respecta a sala de maestros, los profesores del terciario no cuentan con una, muchos de sus encuentros se dan en pasillos o en la sala de preceptores. La primaria y secundaria básica cuenta con una biblioteca y bibliotecario. Está equipada con mobiliario, libros y elementos adecuados para el uso de niños y adolescentes. A pesar de que la biblioteca se encontraba abierta durante la noche, muy pocos eran los recursos que podían usar los adultos del nivel terciario.
En cuanto a esta escuela, al igual que la primaria N°50, no se pudo acceder a ella en distintas ocasiones, se cuentan con fotos provenientes del blog “estudiantes de pie”. Se sabe que hasta finales del 2010 fue utilizada para el uso del I.S.F.D N° 82. Según Marina Rojas (2019): “En la 37 estaban historia, ciencias políticas y geografía. En la 50 estaban economía, psicología y filosofía (comunicación personal). El ex alumno de la Carrera de Ciencias Políticas, Cristian Blanco (2019), coincide con esta distribución de las carreras. Tenemos referencias de sus características de otros ex alumnos. Según Marina Rojas (2019) en referencia a la secundaria N° 37:
Éramos muchísimos, muchísimos, te estoy hablando que seguramente había más de 100 personas para cursar y claramente no entrabamos en un aula de la 37 que no sé si conocen, pero son aulas chicas, relativamente o sea, más de 50 personas cómodas no entran. (Comunicación personal)
En la imagen (figura 1), tomada en el año 2010, se puede observar como decenas de estudiantes se agolpan en las puertas de cada aula, con una silla plástica para poder cursar, estas fotos fueron sacadas del blog “estudiantes de pie” (En el primer blog spot de “Estudiantes de pie”, hay entradas desde principios del año 2009, se evidencia que desde el primer momento abogan por los derechos de los estudiantes). Esta agrupación acompaña con el siguiente reclamo:
Acá está la prueba de una de las principales problemáticas que atravesamos al día de hoy en nuestro instituto. Aquí hay compañeros de primero, pero en el anexo se repite la misma situación, aulas repletas, chicos estudiando parados o en el marco de la puerta y hasta sentados en el piso. Allí vemos como en la planta alta los compas de primero de histo hacen cola para poder acomodarse con los simpáticos banquitos de plástico que se pusieron para paliar la situación; pero esta situación no puede mantenerse en el tiempo. (Centro de Estudiantes ISFD n° 82, 2010)
Figura 1. Estudiantes del ISFD n°82 ingresando a las aulas de la EEMN N°37 (2010)
En la actualidad, el edificio de la secundaria N°37 cuenta con una ampliación, al momento de ser utilizada por el I.S.F.D N° 82 hasta el año 2009 no contaba con ella.
En este caso, solo se utilizaron fuentes orales en cuanto a las condiciones al momento de cursar en esta escuela. Según Griselda Amaya (2019) ex alumna de la carrera de Psicología:
Estábamos en un aula que debe tener cinco por cinco. Esas son las aulas de la 50, me acuerdo que una, la que nos tocó a nosotros, no tenía puerta y muchas de las aulas de la 50 no tenían vidrios. Ya de por sí, están ornamentadas con materiales para los chicos, te podés encontrar un abecedario, no sé, un cuento que estaba leyendo en ese momento todas las cosas por el estilo. Bueno, primero el tema que si llegabas tarde no tenía silla, lo más seguro era que no tenías ni mesas y sillas y si llegabas temprano, también, a veces, no tenías ni mesas ni sillas. Había gente que se quedaba fuera del aula, cálculo que en la mayoría de la cursada éramos 60, 70 personas. (Comunicación personal)
El edificio cuenta con dos plantas y 14 salones en total. En la planta baja hay ocho salones, baños para el personal docente, dos baños para los alumnos adecuados para discapacitados o personas con movilidad reducida, salón para maestros y dirección. También, cuenta con cocina, biblioteca y kiosco. El patio para recreación se encuentra como elemento central en la planta baja. Hay dos accesos a la planta alta en ella hay seis salones de medida estándar, todos en hilera con vista al patio, pero con las medidas de seguridad correspondientes. Las paredes gozan de arte variado y hay exposiciones de los trabajos realizados por los alumnos de menor edad, pero no hay ningún indicio de alguna exposición de los alumnos del profesorado.
Como se observa, los edificios cedidos por escuelas primarias, creadas para albergar a niños de determinadas edades y con una determinada cantidad de matrículas, presentaban múltiples incomodidades para los adultos que tenían que cursar en el turno nocturno. Al momento de abrir las carreras de Historia, Geografía, Psicología, Ciencias Políticas y Economía la administración del instituto se vio desbordada ante la cantidad de alumnos que se presentaban año a año y, por esa causa, aparte de los documentos burocráticos necesarios para anotarse a la carrera se hizo uso del curso de ingreso o taller de nivelación. En estos talleres debían asistir los aspirantes, una vez finalizado se tomaba un examen. Con la cantidad de cupos establecida con anterioridad por la institución, solo los mejores promedios podían acceder a la carrera. Los demás debían intentarlo el año entrante, puesto que, las inscripciones siempre fueron anuales.
En este momento sí, hasta el 2010 fue con ingreso restrictivo, tenía que rendir un examen de ingreso. Te daban un cuadernillo, creo que era un cuadernillo básico para la mayoría de las carreras y depende la nota que sacaban en el examen final que te tomaban quedabas en una posición. Sí quedabas hasta el número 60, creo, que eran los que ingresaban, tenías posibilidad de ingresar al primer año y si no que dabas afuera de la carrera. (Griselda Amaya, 2019, comunicación personal)
Otro testimonio, de Zulema Villarrubia (2019) afirma:
Vos tenías un pequeño curso de ingreso en donde tenías que dar un examen, era una capacitación, como de un mes, no recuerdo el nombre de la materia pero sí teníamos que hacer un escrito. Hacer unos trabajos prácticos y, luego, una evaluación, el trabajo práctico tenía una nota y la evaluación también y si aprobabas entrabas, si aprobabas esas dos instancias, ingresabas o si no, no. (comunicación personal)
Una vez sorteado el curso de ingreso, solo había una comisión por carrera, esto fue así hasta el año 2010, puesto que gracias a la lucha estudiantil se desdoblaron los cursos. En promedio eran unas 60 personas por comisión, que asistían en un solo turno, el nocturno, debido a que el edificio debía ser usado por la primaria durante el día. La cantidad de estudiantes adultos, ya mencionada, debía caber en salones estándar para una capacidad menor, equipados para niños y evidentemente acondicionada a sus necesidades. El mobiliario no alcanzaba, el espacio era insuficiente y la situación edilicia no era de las mejores, los estudiantes relataron que debían cursar sentados en el piso en los pasillos, mirando desde una ventana o simplemente ver como las puertas de su clase ya estaban cerradas, cuando solo llegaron cinco minutos tarde.
Otro estudiante aseguró: “Hubo un momento en donde si el aula quedaba chica, no había sillas, no había mesas. Una anécdota, una vez tuve que sentarme en un tacho de basura” (Juan Romero, 2019, comunicación personal).
La mayoría de los alumnos entrevistados concuerdan en que había parte de la institución que naturalizaba este hecho de aprender en condiciones paupérrimas, mientras que otra parte quería que los educandos tomaran conciencia de esa condición. Se debe mencionar que en esa concordancia también destacan la inactividad por la gran mayoría de la comunidad educativa.
El contexto político educativo de “oportunidades favorables”
Con el propósito de analizar el movimiento social que se desató en 2010 en el instituto seleccionado, se reflexionará en torno al concepto ciclos de protestas que expone el investigador en ciencias políticas, Sídney Tarrow (1994): “me refiero a una fase de intensificación de los conflictos y la confrontación en el sistema social, que incluye una rápida difusión de la acción colectiva de los sectores más movilizados a los menos movilizados” (p.263).
Se debe considerar que los procesos sociales no se caracterizan por ser episódicos, lo hacen por ser fluctuantes y extensos. En el instituto N° 82 se libraron luchas desde sus comienzos, que sirvieron como catalizador del movimiento social desencadenado en 2010, se centrará la atención principalmente en el año mencionado.
Un supuesto del que se parte es que, para que un movimiento social se convierta en tal, la gente debe explotar y crear oportunidades, del mismo modo debe haber oportunidades políticas. Durante el año 2010, en el segundo mandato de la presidente Cristina Fernández de Kirchner había un estado fuerte con visible acceso a la participación, que se considera un escenario propicio para los movimientos sociales. Con respecto, a las políticas en educación el crecimiento de los aportes del Estado (figura 2) permitió aumentar las transferencias a las universidades nacionales y la creación de nuevas universidades (Agencia Telam, 2011).
Figura 2. Gasto en educación, ciencia y tecnología 2005- 2012, en millones de pesos corrientes y como porcentaje del PBI.
Aumentaron los recursos destinados a otras universidades, como la Universidad Nacional de La Matanza, cuyo presupuesto creció un 820 % (Todo Noticias, 2012). Pero el financiamiento que reciben los terciarios desde la creación de los INFD por parte de la provincia solo alcanza para poder pagar salarios (Villareal y Seni, 2014).
Expresa Tarrow (1994):
En efecto, si son las oportunidades políticas las que traducen el movimiento en potencia en movilización, incluso grupos con demandas moderadas y escasos recursos internos pueden llegar a ponerse en movimiento, mientras que los que tienen agravios profundos y abundantes recursos -pero carecen de oportunidades- pueden no llegar a hacerlo. (p. 49)
Las condiciones en las que se encuentran todos los terciarios en La Matanza son similares; la ausencia edilicia significó falta de desdoblamientos de cursos, mobiliarios insuficientes e inadecuados, un solo turno de cursada, hacinamiento, interrupción en la continuidad pedagógica, etc. En este contexto, los estudiantes crearon sus oportunidades para comenzar a luchar “Los descontentos encontrarán oportunidades favorables no sólo cuando hay pendiente una reforma, sino también cuando se abre el acceso institucional” (Tarrow, 1994, p. 148).
Pero ante todo, el entorno en el que se encontraban y las redes sociales en las que se vieron inmersos fueron determinantes para organizarse en torno a un objetivo en común, “las instituciones son entornos huésped particularmente poco costosos en los que se pueden germinar los movimientos” (Tarrow, 1994, p. 55).
Las redes sociales que se tendieron, en ese periodo en particular, fueron tan fuertes que perduran en la mayoría de los ex alumnos hasta la actualidad, al momento de indagar sobre su sentido de pertenencia para con la institución respondieron: “soy un convencido que la identidad se construye luchando. Yo tengo una concepción de la identidad, y de patria, que tiene que ver con lo que me rodea con lo que comparto” (Juan Romero, 2019, comunicación personal). Leonardo López (2019) afirmaba:
Pasé unos años en la lucha con muchos compañeres (sic) ahí en la 82 que se había convertido en un referente. Yo te diría, no, a nivel Gran Buenos Aires, sino a nivel provincia, de la lucha del terciario por la construcción del edificio propio. A nosotros nos habían dicho los directivos en la cara e inspectores de infraestructura en La Plata que era imposible que nosotros logremos la construcción de un edificio propio para un terciario, porque en la provincia de Buenos Aires no se construían edificios propios para terciarios. Y todo eso obviamente va generando un cariño, se relaciona con la institución desde otro lugar ¿no? Se referencia. Yo hoy en día donde voy digo que soy de la camada del 82 y de aquella época en que era una especie de referencia para todos los que querían salir a luchar. (Comunicación personal)
Mientras que Zulema Villarubia (2019) también, enfatizaba:
Hoy yo ya terminé la carrera. ¿Me cuesta despegarme? Sí, me cuesta despegarme porque la verdad es un ambiente lindo, más allá de todo, he encontrado buena gente. Buenos compañeros, buenas amistades y también, el día de mañana, nos vamos a cruzar en los actos públicos y en las escuelas y eso está lindo, tener buen contacto. ¿Te acordás cuándo estábamos en la 82? Me gusta. (Comunicación personal)
El proceso de la acción colectiva
Recuperamos algunos testimonios con respecto al momento fundacional del movimiento:
Pero, cuenta la leyenda que esto arrancó un día en donde un alumno cansado de estar sentado del lado de afuera del aula, porque venía de laburar, dijo en joda o en serio “bueno, vamos a tener la clase en el patio” y espontáneamente lo acompañaron el resto de los estudiantes, después el resto de los cursos, después el resto del aula y después el resto de la escuela. (Leonardo López, 2019, comunicación personal) Pero a partir de ahí se da un debate, estábamos en la hora del compañero Kipersain, y bueno se da un debate y obviamente que los delegados del curso Leonardo López, yo…, planteamos al compañero docente que teníamos que tener el debate, el compañero da lugar y la primera acción fue esa ir al patio y empezar a aplaudir. (Juan Romero, 2019, comunicación personal)
El conflicto estaba claro y se comenzó a difundir la acción colectiva. Los alumnos fueron los encargados de despertar al resto y conseguir adhesión de sus compañeros. Lo hacían de las formas más variadas: relatos orales, volantes, asambleas públicas, fanzine, festivales, carteles, blog spot y, por último, utilizaron la red social Facebook “Estudiantes de pie”.
Los repertorios de lucha y el marco son de vital importancia para el alcance que representó posteriormente el movimiento. El marco es como se interpreta el mundo seleccionando determinados acontecimientos, secuencias u objetos dentro del presente o el pasado. En la acción colectiva se remarca aquello que es injusto o intolerable y que, hasta ese entonces, pasaba desapercibido por la mayoría. “la actividad de los movimientos sociales consiste en inscribir agravios en marcos globales que identifican una injusticia, atribuir la responsabilidad de la misma a otros y proponer soluciones” (Snow, 1986, p. 6.).
Un testimonio afirmaba:
El germen de todo esto fue la necesidad de tener un lugar que sea propio nuestro para poder cursar, para poder disponer de nuestros espacios, de la comodidad de tener también en la 82 en ese momento ahora no sé cuántos años tiene la 82 como 30 y pico, en ese momento que una institución con 20 años no tenga un edificio propio era como hacía mucho ruido porque es más, ya le habían construido la primera parte del instituto 56 que ya estaba hace rato y al 82 que tenía toda esta superpoblación, un excedente de matrícula, todavía no pasaba nada. Y siempre se hablaba de que sí, que hace mucho se había pedido y que se pidió y que nunca se lo habían construido pero ya estaba el terreno, pero que faltaba esto, faltaba aquello. (Griselda Amaya, 2019, comunicación personal)
Como se ve, el marco estaba dispuesto, cursar en un edificio de primaria resultaba hasta ese entonces tolerable, pero ya había personas marcando aquello naturalizado por los directivos, los profesores, e incluso la mayoría de los alumnos, es decir por todos, durante décadas. Asimismo, se identificó a los responsables de la injusticia que vivía la comunidad del Instituto n°82, y ahora debían reclamarles.
Y esto atrajo indefectiblemente, cada vez a más participantes y se definieron los repertorios de lucha, que fueron: las asambleas, pintadas, toma de espacios públicos, toma de escuelas, cortes de calles, movilizaciones a infraestructura, presentación de firmas, sentadas.
El primer repertorio utilizado fueron las asambleas que se daban dentro de la institución, estas eran multitudinarias, de libre participación y con horizontalidad en la toma de decisiones. En cada una de ellas, se ponía al tanto de las eventualidades a los estudiantes y se votaba los siguientes pasos a dar (Cristian Blanco, 2019, comunicación personal).
Lourdes Frías (2019) expresó:
El primer método que se utilizó fue la asamblea de estudiantes y ahí se decidió tomar el edificio. Una vez que se decide esto, tratamos de llevarlo a la práctica y no se pudo. La siguiente vez programamos un corte de ruta que fue para el “veintipico” de mayo, ya se va a cumplir el aniversario de ese corte, nueve años. (Comunicación personal)
Coinciden los testimonios, sobre los momentos iniciales:
En el año 2010, se arrancaron haciendo asambleas, empezaron a ser masivas, la participación empezó a ser realmente activa, no te digo que la mitad de la 82 en ese momento participó, pero sí, había sido gran parte. (Zulema Villarrubia, 2019, comunicación personal)
Este tipo de repertorio fue el que posibilitó que un grupo heterogéneo de personas se pudieran aglutinar en torno a un objetivo en común. Del mismo modo, el consenso que se daba en asambleas logró una mayor participación en los siguientes métodos de lucha a utilizar como los cortes de ruta y la toma de la escuela n° 37.
Se logró amalgamar esos distintos puntos que en determinadas cuestiones, por ejemplo, política nacional se divergía pero en lo que tenía que ver con -bueno vamos a hacer esta actividad, corte de ruta y asamblea (para exigirle al gobernador Scioli o Solá, no recuerdo bien quien estaba) el edificio propio-. Entonces era unidad y acción, asamblea y a votar. De esa manera se accionaba, no había otra forma de llevarlo adelante. No quiere decir que no existía en algunos sectores estructuras partidarias, que si las había. Pero… a ver… Para decirlo en criollo, la cancha estaba marcada, lo que era estudiantes de pie movía 300, de los 350 estudiantes y, por lo tanto, se lograba llevar adelante una misma línea de pensamiento, en las asambleas multitudinarias. (Leonardo López, 2019, comunicación personal)
Las asambleas se volvieron multitudinarias, una de sus primeras, y más importante, acción colectiva propuesta, fue la toma de la institución, pero este primer intento se vio obstaculizado por las autoridades escolares, quienes suspendieron las clases ese día.
La toma de la 37 fue fallida la primera vez, porque lo habíamos discutido ahí en la 37 y habíamos votado ahí, y bueno, toda la gente que trabaja ahí vio que tal día íbamos a tomar la institución entonces la cerraron antes de que ingrese algún estudiante del profesorado. (Griselda Amaya, 2019, comunicación personal)
El 21 de mayo de 2010 se realizó un corte de ruta, previamente decidido en asamblea, en la que se dispuso que si las fuerzas eran suficientes se procedería a tomar el edificio de la escuela N° 37, ex CONIC. El corte se llevó a cabo durante la tarde, a la altura de Ruta Nacional n°3 y Juan Jofre. Un grupo numeroso de estudiantes se manifestó pidiendo mejoras en la cursada principalmente, pero, a su vez, reclamaban edificio propio y único, algo que nadie en el partido aún tenía. Desde dónde se gestó el corte de ruta, se marchó hasta la escuela N°37, allí ya se encontraban estudiantes dentro del edificio y se procedió a la toma indefinida del mismo. Las autoridades, por segunda vez, intentaron evitar la toma pacífica de la Institución, pero era muy tarde, los alumnos ya habían ocupado la escuela sin que ellos lo notaran.
Las entrevistas afirman que para la toma de la escuela habían pactado que no se divulgara la fecha de la misma, y ese día, fueron ingresando sin llamar la atención. Las autoridades institucionales de la escuela N° 37 fueron las que se ocuparon de la toma y las que se opusieron ante esta medida de los estudiantes. Griselda Amaya (2019) comentó que: “En ese momento está el director de la 37 que nos dijo “¡cómo van a hacer eso! tenemos clase al otro día” (comunicación personal).
En asamblea se decidió que la toma de la escuela sea indefinida hasta que alguien dé respuesta a sus pedidos, no solo por el pedido del edificio, sino otras más inmediatas, como una resolución al hacinamiento en las cursadas. Debido a que la superpoblación que había en cada carrera ya se hacía insostenible. La toma duró toda la noche, pero llegada la mañana, por diferentes motivos se decidió levantarla. Lo único que se consiguió en ese entonces fue el desdoblamiento de cursos.
Estábamos decididos que si no traían un papel firmado en donde dijera que íbamos a tener respuesta a lo que nosotros estábamos pidiendo en ese momento que era que no se traslade los cursos de geografía e historia a otra sede y que se dé la división a los primeros y que haya lo necesario para poder cursar, que no nos íbamos a mover de ahí. Después por una cuestión de desgaste, una cuestión de no poder sostenerlo. Al otro día trajeron el papel y nosotros ya habíamos levantado la toma. (Griselda Amaya, 2019, comunicación personal)
El conflicto continuaba porque con más comisiones, los salones que tenían las escuelas n°50 y n°37 resultaban insuficientes. Por lo tanto, las autoridades determinaron volver a la primaria n° 85 y así lo hicieron. Las sedes quedaron configuradas de la siguiente manera: la n°37 se abandonaba por completo, en la escuela primaria n°50 se encontraban las carreras de Psicología y Filosofía, en la n° 15 Economía y Geografía y en la primaria n°85 Historia y Ciencias Políticas.
Otro episodio similar, ocurrió con la ocupación del espacio en una oficina en La Plata, todos los entrevistados nombran este hecho, pero no hay concordancias respecto a los sucesos, algunos afirman que fue una toma mientras que el Sr Cristian Blanco afirmó que la ex alumna Ivana Torres fue retenida en contra de su voluntad. A partir de allí, los repertorios cambiaron y la difusión era cada vez mayor, profesorados de otros lugares, se acercaban a brindar apoyo. Otras instituciones, el profesorado de teatro de Morón, el profesorado de Moreno, la Escuela Leopoldo Marechal, se unieron a la lucha.
Los métodos que se utilizarían, a partir de ahí, serían cortes de ruta principalmente y festivales para visibilizar la causa. El corte de ruta más participativo y de mayor importancia que recuerdan los participantes fue el corte que se hizo en General Paz y Ruta 3:
Siempre lo discutíamos en los debates con los compañeros en la asamblea que no era algo menor la ruta 3, o cuando en algún momento fue Ruta 3 y General Paz. General Paz es la puerta de entrada a La Matanza y la puerta de entrada a la Capital Federal que es otro mundo. Y la ruta 3 es una ruta na cio nal (sic). Para nosotros, esta cuestiones icónicas que por ahí, es demasiado conceptual para muchos, no era algo menor porque implicaba un montón de otras lecturas y que en esos debates acalorados se argumentaba. (Juan Romero, 2019, comunicación personal)
En la figura 3, se observa un volante de la convocatoria al mencionado corte de ruta.
Figura 3. Volante de la Coordinadora de Terciarios del Oeste
Puesto en marcha el movimiento, los integrantes del mismo se encontraron con mucha burocracia por delante, entonces las organizaciones se fueron haciendo cada vez más visibles. Las mismas se polarizaron y se conformó, en primera instancia, “Estudiantes de pie” y en segunda, aquella organización denominada por los entrevistados y documentos como “La Jauretche”. La primera se define, según información en el blogspot como:
Somos un grupo de estudiantes de distintas vertientes partidarias o ideológicas, algunos independientes; que decidimos convertirnos en sujetos políticos para transformar la realidad de nuestro profesorado.
Venimos luchando desde hace 4 años por la construcción de nuestro edificio, los desdoblamientos de cursos iniciales y en definitiva por una educación digna y de calidad para todos.
“Estudiantes de pie” no abraza la bandera de ningún partido político, sí reconoce que muchos de sus integrantes pudieran llevar adelante una militancia partidaria o ideológica, lo que en vez de alejarnos nos enriquece en la construcción desde la diferencia. De esta concepción es que “EP” se enorgullece, de mantener una unidad estudiantil más allá de las fronteras partidarias. Teniendo eso sí, ciertos parámetros innegociables como son la pluralidad, la horizontalidad, la defensa de la educación pública, la solidaridad, el clasismo, la lucha constante por la defensa de los trabajadores y los estudiantes”.
La segunda, según su blogspot, es una agrupación estudiantil del I.S.F.D N°82, de La Matanza, conformada por compañeros de diferentes carreras de los profesorados en: Ciencias Políticas, Historia, Psicología, Economía y Gestión, Filosofía y Geografía. Cuyo objetivo es “Sumar y construir”, la unión, el compañerismo y la igualdad de todos, defendiendo la educación pública.
Estas organizaciones eran disímiles entre sí y en los métodos de lucha que proponían.
Estas agrupaciones, no solamente surgieron para capitalizar el movimiento social, sino porque la lucha burocrática que también se libraba, así lo requería. Hasta ese entonces, el Instituto de Formación Docente n° 82 no contaba en su historia con un Centro de Estudiantes. Este se debió conformar con urgencia a pesar de las dificultades que eso implicaba. Una de las ex alumnas explica el porqué de la necesidad de un centro de estudiantes de la siguiente manera:
Se gestó después el centro de estudiantes porque también era necesario porque los métodos… En general, nos encontramos con muchísima burocracia en frente, tanto infraestructura en el Consejo Escolar, hasta en la misma dirección nos decían -¿Ustedes a quién representan? Ustedes no representan a nadie, ustedes si no son centro de estudiantes, peguen la vuelta y váyanse-. (Marina Rojas, 2019, comunicación personal)
No se ha encontrado en los testimonios, una sola razón por la que el movimiento social se fue desvaneciendo. Se pudieron identificar episodios cuya sumatoria, conformó el declive de la lucha.
El 28 de diciembre de 2010 se llevó a cabo una reunión entre el jefe distrital, Pablo Karasiewicy: la inspectora, Silvia Vendramin; el director del Instituto n°82, Norberto García y el vicedirector de la Escuela de Educación Secundaria Técnica N°6 (EEST), David Viegabano. También, se encontraban presentes los docentes Ignacio González, Lorena Gil y los alumnos Lourdes Frías, Sergio Almirón y Alfio Licata en representación del ISFD n°82.
En el cenáculo se trataron las condiciones con respecto al terreno necesario para la construcción del edificio propio que el instituto de formación docente necesitaba. El vicedirector Viegabano presentó documentos de Dirección General de Cultura y Educación que dictaminaban que los terrenos pertenecían a la EEST N°6. Por otro lado, el profesor González sugirió que se revisen ambos proyectos para que se puedan llevar a cabo ambos sin superposición. Por último, quedó pactada una próxima reunión para el mes de marzo del año 2011.
El 15 de marzo de 2011 se firmó el acta de acuerdo en la Jefatura Regional III donde estuvieron presentes distintas autoridades educativas: Jefe regional III, María del Carmen Hayet; Jefe de Infraestructura Regional, Guillermo Lucero; Jefe de Inspector de Escuelas Técnicas, profesor Alfredo Such y vicepresidente del Consejo Escolar La Matanza, profesor Silvio Maffeo. En representación del Instituto se presentaron integrantes de la agrupación “Estudiantes de pie”: Lourdes Frías y Maximiliano Vallejos; Liliana Cisneros, Alfio Licata y Dallinson Edgar en representación de la agrupación estudiantil “Arturo Jauretche”. Asimismo, se presentaron los directores de los respectivos institutos Lic. Sergio Orelia director de la EESTN°6 y el Lic. Norberto García, director del ISFD N°82.
Se decidió que los terrenos serían de uso compartido y que se designaría un espacio para la construcción del Instituto de Formación Docente. Se otorgaron 50 metros de frente y 100 metros de fondo y se estipuló que estarían ubicados sobre Ruta Nacional 3.
Estos son los primeros pasos que se dieron para obtener el edificio propio, que es un hecho significativo para el momento de declive, puesto que Tarrow (1994) afirma que es mucho más fácil convocar acciones colectivas, que mantenerlas en el tiempo, y es especialmente difícil cuando se pasa de las calles a la política.
Luego de la toma en la escuela n° 37 y el respectivo logro de desdoblamientos de cursos, las autoridades tomaron la decisión de volver a la primaria n° 85, según ellos, porque en esa escuela había más espacio. Pero, en esa situación, las sedes quedaban a una distancia considerablemente mayor entre ellas y la comunicación para continuar la lucha se complicaba.
Griselda Amaya (2019, comunicación personal) explicaba “Porque cuando se hacía la división de sedes iba a ser más difícil juntarse, más difícil hacer tareas, coordinar, más difícil hacer asambleas, juntarse a hacer esta lucha que se estaba gestando”.
Cristian Blanco (2019, comunicación personal) coincidió con el testimonio anterior y agregó que las autoridades tomaron esa decisión, no por el espacio sino para separar a los estudiantes y por consiguiente, que las acciones colectivas mermaran, los educandos barajaron esta posibilidad, se opusieron a ello, pero fueron estériles sus peticiones.
Durante el año 2011, la organización llamada “La Jauretche” tomó mayor relevancia, por lo tanto, según los testimonios recolectados, las acciones colectivas votadas en asamblea van cambiando, se vuelven más moderadas y burocráticas. “Un elemento clave en el ocaso de los movimientos son las disputas sobre la táctica, en las que algunos militantes insisten en radicalizar su estrategia mientras otros intentan consolidar sus organizaciones y ofrecer beneficios concretos a sus seguidores” (Tarrow, 1994, p. 269). Con esta nueva interacción los métodos de lucha van bajando su intensidad.
Como se visualizó previamente, al reclamar por la vía burocrática los alumnos del instituto n°82 crearon un Centro de Estudiantes, algo que todavía nadie había hecho. Las causas de la falta de este organismo hasta ese momento son múltiples, pero se puede inferir de los relatos que hasta ese entonces, no se habían dado las condiciones para ese acontecimiento y una vez que se formó, también fue difícil que se los escuche y respete.
Cristian Blanco (2019, comunicación personal) refiere que a su parecer, las energías cambiaron de lugar; la prioridad pasó del edificio propio, a crear un centro de estudiantes y esto debilitó la lucha. “Un movimiento social logra mucho más que un centro de estudiantes”.
En resumen, de las entrevistas realizadas se obtiene que la sumatoria de la burocracia, la distancia entre las nuevas sedes elegidas por las autoridades, la pugna entre las organizaciones que surgieron en el movimiento social, y la obligación de conformar un centro de estudiantes, fueron responsables del declive de la lucha que se dio a lo largo del tiempo.
En este apartado, se pondrá en evidencia como el movimiento social cambia estructuras institucionales; se logra la formación del Consejo Académico Institucional (CAI) y la mencionada conformación de un Centro de Estudiantes.
Los Consejos Académicos Institucionales, considerando Ley de Educación Superior nº24.521, se dictaminan mediante la resolución Nº 918/01, fechada en Marzo del 2001. En resumen, el CAI debe ser compuesto por autoridades educativas, docentes y alumnos. Son tareas del mismo: Elaborar el Plan anual, realizar de manera periódica un seguimiento y evaluación de programas alternativos de desarrollo académico, aportar sugerencias para la toma de decisiones sobre asuntos de carácter técnico, administrativo y social en donde la escuela deba estructurar un criterio, aprobar los programas de trabajo y desarrollo de actividades académicas de la escuela, participar en la elaboración del Plan Anual Escolar, coordinar el establecimiento de comisiones académicas internas, organismos colegiados y acuerdos interinstitucionales relevante. El CAI será instalado mediante un acto solemne, participando alumnos, personal docente, directivos y autoridades educativas. Los miembros del CAI serán renovados o ratificados anualmente, al inicio de cada ciclo escolar (Cano, 2010).
Ya en el año 2011 había dos posiciones con respecto al CAI, estudiantes que estaban totalmente de acuerdo y veían en él una herramienta más para la lucha. Por otro lado, detractores que expresaban la poca o nula utilidad que tendría el CAI para la lucha que estaban llevando a cabo, se puede identificar a la agrupación “estudiantes de pie” como aquellos alumnos que no estaban de acuerdo. A pesar de esto, presentaron listas, prefirieron “pelear desde adentro”, ya que no presentarse, sería aceptar la verticalidad y la falta de democracia del mismo (Centro de estudiantes ISFD n° 82, 2010).
Durante el año 2012, se vio que el Centro de Estudiantes era un derecho inalienable que debían poner en marcha, se planeó votar un estatuto, llamar a elecciones y realizarlas, todo en el plano de medio año. Este corto plazo, fue con la intención de seguir con acciones colectivas y que la participación no mermara. Los plazos no se cumplieron, y en efecto las acciones colectivas se dejaron en segundo plano.
Hubo varios estatutos que fueron presentados por varias organizaciones estudiantiles, con variadas posiciones entre ellas. El estatuto elegido por la mayoría de la comunidad educativa fue el presentado por la organización “Estudiantes de pie”, ganó con el total de 12 votos. Sus ex integrantes, mencionaron que el estatuto se caracteriza por ser horizontalista y pluralista.
Las elecciones por el Centro de Estudiantes y CAI se cerraron el 7 de septiembre de 2012. En ella se presentaron las siguientes agrupaciones:
● Tribuna Estudiantil.
● Frente de Izquierda Independiente.
● Frente estudiantil para la victoria.
● Estudiantes de pie.
● Renovación Estudiantil.
El Centro de Estudiantes fue ganado por Renovación Estudiantil con 192 votos, en segundo lugar se ubicó Estudiantes de pie, con 117 votos.
Para el Consejo Académico Institucional, Renovación Estudiantil obtuvo cuatro representantes, Frente Estudiantil dos representantes, por último, Frente de Izquierda Independiente y Tribuna Estudiantil, obtuvieron uno cada uno.
Mientras tanto, en el 2012, se llamó a licitación para la construcción del instituto N°82, más precisamente el 11 de julio con un presupuesto de más de siete millones de pesos. El aviso daba un plano de ejecución de 450 días, siendo así, en el 2013 el edificio debía ser entregado. La empresa que ganó la licitación fue Cunumi S.A ya que presentó la oferta más baja. Los planos presentados prometían los elementos que se detallan en la figura 4.
Figura 4. Detalle de las características constructivas del Programa de Apoyo de Mejoramiento de la Equidad Educativa del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios.
Con el paso del tiempo, la obra no comenzaba. Los estudiantes se reunieron de nuevo, para luchar por su edificio. Los repertorios de lucha elegidos, otra vez, fueron los cortes de ruta y las pintadas.
En 2013, se hizo una marcha hacia el Consejo Escolar; ubicado en la calle Monseñor José Francisco Marcón 3265, en la localidad de San Justo. Se realizó con intenciones de tomar el edificio, pero finalmente los estudiantes realizaron una pintada, con la inscripción “Edificio ya, Estudiantes 82”, que hasta la fecha se conserva.
En mayo de 2013, a partir de este hecho, el presidente del Consejo Escolar Prof. Silvio Maffeo se comprometió con los estudiantes a un seguimiento para que la obra comience en un plazo máximo de 90 días, asimismo prometió que los responsables de la obra y una comisión de estudiantes del ISFD n°82 se reunirían cada quince días. Las acciones tuvieron que seguir aunque muy alejadas una de otras, y nunca tuvieron la misma fuerza del año 2010, pero fueron necesarias puesto que, el edificio fue entregado recién en 2018, cinco años más tarde de lo estipulado.
Para concluir, las falencias que tiene son múltiples, en primer lugar, el edificio fue entregado sin el mobiliario correspondiente. Pero es notable que todas las carreras no pueden cursar en el edificio propio, por consiguiente, los estudiantes siguen en las mismas escuelas primarias cedidas para su uso, pasando las mismas incomodidades que al comienzo de esta lucha.
Por último, hay que destacar que cada uno de los pasos que se dieron, desde la obtención de un terreno, el llamado a licitación, el inicio de la obra, el seguimiento de la misma, la entrega del edificio, fueron y son, logros exclusivamente del movimiento estudiantil.
Conclusiones
La escritura de este artículo permitió observar desde perspectivas multidisciplinares nuestro objeto de estudio, las condiciones edilicias y sociales del instituto n° 82. Nos posibilitó reconstruir parte de su historia, y la repercusión de las políticas de la década de 1990 sobre el sistema educativo y, en particular, a la construcción del edificio de dicha institución.
Las políticas neoliberales se fueron configurando para inaugurar un instituto de formación docente, sin tener intenciones de construir un edificio propio en un futuro inmediato, dejando libre albedrío a las autoridades de turno para seleccionar las sedes que se utilizarían para cursar. Así también, estas medidas incidieron en el retraso de la adjudicación del terreno, que tuvo que ser gestionada por estudiantes años más tarde, y por último obstruyeron la iniciación de la obra por falta de presupuesto.
El propósito modular estuvo enfocado en visibilizar el accionar del movimiento estudiantil. Como se demostró, las condiciones materiales a las que eran sometidos diariamente los alumnos, es decir, la falta de edificio propio y cursar en escuelas primarias, perjudicándolos desde lo pedagógico hasta lo espacial, incidieron directamente para comenzar a reclamar por algo que les correspondía y que les era negado, por consiguiente se agruparon con un objetivo en común.
Se estudió la lucha de la comunidad estudiantil -en su punto álgido- para ver si se cumplía, y en qué condiciones cada paso del “ciclo de protestas” expuesto por Tarrow. Cabe destacar que la lucha estuvo conformada por distintas organizaciones, que no eran homogéneas entre sí, pero lo percibido y vivido por los sujetos durante ese momento, son congruentes con lo narrado durante la entrevista.
Se observó que la cuestión fue encabezada por la agrupación “estudiantes de pie”, la cual estaba integrada por estudiantes, sin participación de docentes o directivos, de igual modo se logró rastrear la participación activa de un solo docente de la institución. Se debe agregar que, a medida que la difusión era mayor, terciarios del distrito y de municipios aledaños se solidarizaron con la causa que perseguía el Instituto n°82.
El éxito de esta lucha se dio debido a la variedad de repertorios desde los más radicales hasta los más pacíficos o burocráticos, todos utilizados para visibilizar y efectivizar de alguna manera el pedido, se pueden nombrar como a las más útiles y usadas; la toma de edificios pertenecientes a escuelas, cortes de ruta y fundamentalmente la asamblea democrática y horizontal.
Además, se abordó el proceso de conformación del Centro de Estudiantes y Consejo Académico Institucional, ya que fue un requisito exigido desde distintas autoridades gubernamentales e institucionales para la lucha desde el ala burocrática.
Se confirmó que los requerimientos demandados para conformar el centro de estudiantes; elecciones, estatutos, y conformación de bloques estudiantiles influyeron principalmente en el declive del movimiento estudiantil. En segundo lugar, a partir del 2011, la lucha se volvió más burocrática y fue otro de los motivos que serenó a los alumnos quienes dejaron de participar poco a poco. Por último, la entrega de los planos para el futuro edificio presentados en 2012 se puede marcar como el cierre del movimiento.
A pesar que luego se retomó la lucha por distintos motivos, esta no fue ni tan radical, ni tan extendida, en el tiempo como la que se describió en este trabajo. Estos motivos iban desde exigir, la iniciación de la obra, su finalización y entrega en los plazos pautados y acordados.
En el presente trabajo se sostiene que la lucha estudiantil fue primordial, siendo el factor clave que incidió en la decisión política de efectuar la obra. Gracias a la constante movilización estudiantil, la unión, el cuerpo y alma que pusieron estos, hoy toda la comunidad cuenta con edificio propio, aunque insuficiente para la matrícula actual.
A modo de prospectiva, se señala que es importante la ampliación y la complejización de la historia del Instituto Superior Docente n° 82 “Carlos Fuentealba”, ya que cuenta con pocas investigaciones publicadas. Consideramos que la articulación e incorporación de análisis desde otras disciplinas sociales podrían enriquecer la lectura y análisis del objeto de estudio, que lamentablemente no fueron consideradas en esta investigación. Esto último, queda planteado como un desafío a futuro.
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[1] Es profesora de Educación Secundaria en Historia y Especialista Docente de Nivel Superior en la Enseñanza de la Construcción Histórica, Social y Cultural de las Identidades Bonaerenses. Desempeña su labor docente en La Matanza y en distritos vecinos como Morón y Merlo. Cursando sus estudios de Especialización Docente de Nivel Superior en Análisis y Enseñanza del Mundo Contemporáneo, y el Postítulo Docente en Educación Sexual Integral, dictado por el Instituto Nacional de Formación Docente.
Correo de contacto: bazanlourdes@abc.gob.ar
[2] Es Especialista Docente de Nivel Superior en la Enseñanza de la Construcción Histórica, Social y Cultural de las Identidades Bonaerenses. Profesora de Educación Secundaria en Historia recibida en el Instituto de Formación Docente N°82, actualmente ejerce su profesión en el Partido de La Matanza. Cursando el Postítulo docente en Educación Sexual Integral, dictado por el Instituto Nacional de Formación Docente.
Correo de contacto: natacha.n.gonzalez@gmail.com