Antigua Matanza. Revista de Historia Regional

ISSN 2545-8701

Junta de Estudios Históricos de La Matanza

Universidad Nacional de La Matanza, Secretaría de Extensión Universitaria, San Justo, Argentina.

Disponible en: http://antigua.unlam.edu.ar

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

Agostino, H. N. (diciembre de 2021 – junio de 2022). Los conceptos regional y local y su aplicación al estudio de La Matanza desde una perspectiva histórica. Antigua Matanza. Revista de Historia Regional, 5(2), 1-10.

https://doi.org/10.54789/am.21.12 

 

Imago Mundi

El sismo de la ciudad de Chillán (Chile, 1939), antecedente previo al impacto del terremoto de 1944 en la provincia de San Juan, Argentina. Obra de reconstrucción de emergencia habitacional y educativa

Luciana Bustos[1]

Universidad Nacional de San Juan, Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes, Instituto de Investigaciones de Historia Regional y Argentina “Prof. Héctor D. Arias”, San Juan, Argentina.

Mariela Inés Zappalá[2]

Universidad Nacional de San Juan, Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes, Instituto de Investigaciones de Historia Regional y Argentina “Prof. Héctor D. Arias”, San Juan, Argentina.

 

Fecha de recepción: 6 de noviembre de 2021.

Fecha de revisión: 29 de noviembre de 2021.

Fecha de aceptación: 14 de diciembre de 2021.

 

Resumen

Mediante el método historiográfico de la Historia Comparada, se realizó un acercamiento entre la ciudad de Chillán 1939 (Chile) posterremoto, y la Ciudad de San Juan de 1944 (Argentina) posterremoto, para describir similitudes y diferencias generales en los procesos de Reconstrucción de Emergencia. Las dos ciudades cuentan con antecedentes de ser zonas sísmicas, sin embargo, no se previno correctamente en ninguna de ellas una situación de tal magnitud. La falta de profesionales en la construcción, el ahorro en costos de materiales, la ausencia de técnicas para edificar y el mal pago de honorarios a los trabajadores, todo esto es considerado por los especialistas consultados la causa directa de la destrucción y de las pérdidas humanas.

Mediante el uso de fuentes inéditas de primera y segunda mano, tales como artículos de revistas y material hemerográfico recuperado de repositorios online de la Biblioteca Nacional Digital de Chile (El Diario de los Damnificados), fuentes Hemerográficas relevadas del Archivo General de la Provincia de San Juan (Diario Tribuna) y del Archivo General de la Nación Argentina (Diario Esquiu y Periódico Ilustrado Ahora), el trabajo de investigación elaborado por Alfredo Castellanos con los resultados obtenidos de su diagnóstico situacional-ambiental al llegar a San Juan, y fotografías tomadas in situ por los equipos de profesionales que arribaron a la provincia en el momento de los hechos, fue que se logró abordar ambas ciudades para trabajar sus historias en común, dándole un giro novedoso y generando un aporte teórico significativo que promete futuras indagaciones.

Palabras-clave: terremotos, Chillán, San Juan, Argentina, Chile, reconstrucción de emergencia, historia comparada, historia regional

El sismo de la ciudad de Chillán (Chile, 1939), antecedente previo al impacto del terremoto de 1944 en la provincia de San Juan, Argentina. Obra de reconstrucción de emergencia habitacional y educativa

Presentación

El presente trabajo se enmarca en lo que se conoce como Historia Social (siglo XX) como enfoque específico de análisis de los procesos históricos, abordando el estudio de los hombres y las mujeres en su contexto; a aquellos que conforman una comunidad, una memoria colectiva.

Por otro lado, la construcción de una identidad regional se fundamenta en diversos elementos, entre ellos, el marco geográfico es de importancia en el caso de Chillán y también de San Juan, la cuenca del río, la cercanía al mar en el caso de Chile, los valles, el entorno montañoso.

Las características geográficas se instalan en el imaginario colectivo como signos identitarios, como también el pasado en común, la historia compartida que contribuye fuertemente a la pertenencia y arraigo sobre un territorio. El espacio y la memoria se complementan con elementos de la estructura económica, social o cultural. (Arriaga, 2015)

De esta manera se puede hablar también de un regionalismo compartido por varias ciudades chilenas como Concepción, Talca, Chillán y, del otro lado de la cordillera argentina, la cadena cordillerana afectada por movimientos volcánicos y sísmicos. Una Región Histórica no tiene que ver con los límites políticos o geográficos, sino que gira en torno a los condicionamientos geográficos que conforman una identidad colectiva diferente.

Mediante la Historia Comparada, como método historiográfico, se realizó un acercamiento entre la ciudad de Chillán (Chile) posterremoto de 1939 y la ciudad de San Juan (Argentina) posterremoto de 1944 para describir similitudes y diferencias generales en los procesos de reconstrucción de emergencia. Utilizar el método comparativo permitió llegar a este nivel exploratorio de investigación, que promete futuras indagaciones que no solo admitan avanzar en los demás niveles, sino que además ayude a estrechar lazos académicos con equipos de la Universidad Bio Bio de Chile, con quienes se pudo establecer una reciente conexión gracias a esta propuesta de trabajo.

Apartado Metodológico

Se aplicarán procedimientos metodológicos vinculados al trabajo historiográfico:

a. Método histórico con sus etapas básicas de heurística, crítica, construcción, síntesis y exposición de resultados a nivel exploratorio.

b. Entre las técnicas cualitativas, se optó por dos:

b.1. Explicación documental

b.2. Comparación

 b.2.1 Propuesta de categorías de análisis

 b.2.2 Elaboración de instrumentos para el análisis categorial.

 b.2.3 Análisis interpretativo.

 b.2.4 Elaboración de conclusiones parciales.

 b.2.5 Elaboración de conclusiones.

                Para la aplicación de dichas técnicas, se proyectaron una serie de actividades, enumeradas a continuación:

a. Relevamiento y fichaje de bibliografía de carácter teórico metodológico.

b. Relevamiento y fichaje de bibliografía de carácter general y específico.

c. Relevamiento y fichaje de fuentes documentales.

d. Relevamiento y fichaje de fuentes hemerográficas.

e. Selección y ordenamiento de los datos.

f. Análisis e interpretación de la información.

g. Construcción y síntesis.

El siguiente artículo entonces, se estructura en torno a ambos estudios de caso y presentándose, en base a información documental los sucesos y, posteriormente se ahonda en los procesos de reconstrucción. Finalmente, se concluye, estableciendo puntos de encuentro y presentando posibilidades futuras de indagación.

Ciudad de Chillán, Chile, 1939

La ciudad de San Bartolomé de Chillán, ubicada al sur del vecino país de Chile, ha sido fundada al menos cuatro veces en sus más de cuatro siglos de existencia. Esta particularidad, lejos de ser un capricho, se debió a que, a lo largo de su historia, ha vivido la destrucción en carne propia, ya sea por la mano del indígena que buscaba repeler al español invasor, o debido a la naturaleza que ha puesto freno a su desarrollo urbano. (Cerro Lagos y Reyes Coca, 2010).

Nacida en 1580 como fuerte, un bastión militar español para asegurar la frontera española en la empresa de fundar ciudades como enclaves de la conquista, ayudando a Concepción, Chillán surgió entre la inestabilidad. Fue fundada el 26 de junio de 1580 por el Mariscal español Martín Ruiz de Gamboa, y se erigió con el trazado español característico, plaza, iglesia, cabildo y solares y su influencia alcanzaba los territorios entre los ríos Maule e Itata. (Cerro Lagos y Reyes Coca, 2010). En la figura 1 se incluye el plano de ciudad de Chillán recuperado de Parada Ulloa (2000).

Figura 1. Plano de la ciudad de Chillán. Fuente: Parada Ulloa (2000).

Varios sucesos naturales, inundaciones y terremotos (1751, 1835) azotaron la ciudad, pero fue el sismo de 1939, en una calurosa noche de verano, el más destructivo y fatal. El 24 de enero de dicho año, en Chillán se produjo uno de los terremotos más intensos de Chile (8,3 magnitud), su destrucción material fue total, con más 30.000 muertos. Las noticias periodísticas desde Chillán retrataron el desastre y presentaron imágenes aterradoras (véase figura 2).

Figura 2. Se conocen más detalles impresionantes. (1944, 18 de enero). Diario La Razón.

Hay que advertir, que la cifra de los fallecidos no es totalmente exacta debido a que se tenían difusas noticias de su cantidad. Se contabilizaron unos pocos en el registro oficial, ya que los inscriptos como fallecidos eran escasos, para acercarse al número se debe observar los casos en que los mismos deudos o parientes llevaban el cadáver al cementerio.

La acción militar en este contexto cobró importancia tanto en la ayuda como en el orden, debido al inicio de una gran ola de saqueos.

Enterado de la tragedia el presidente Pedro Aguirre Cerda, marchó hasta Talca en ferrocarril acompañado del ministro del Interior Pedro Alfonso y de un grupo de oficiales del ejército en servicio (y de otros que gozaban de su feriado y que voluntariamente se pusieron a órdenes de sus respectivos comandos), además de médicos, enfermeros, personal sanitario y funcionarios públicos. Talca se convirtió en centro de abastecimiento y un verdadero contingente médico recorrió la ciudad de Chillán.

Si bien el edificio del Hospital San Juan de Dios sufrió importantes daños, de igual manera fueron utilizadas parte de sus dependencias para atender la aflictiva población, junto a ello dependencias de los edificios que no sufrieron daño.

Fue en este episodio tan triste para una comunidad tan castigada como la de Chillán, en el que Argentina prestó su intensa colaboración así lo refleja el diario emitido por el Órgano Oficial del Comité General de Damnificados de Santiago. La imagen de portada impresionantemente representativa “O’Higgins y San Martín” junto a los dos presidentes del período “Aguirre y Ortiz” (figura 3).

Figura 3. Gracias hermanos Argentinos. (1939, 17 de junio). Los Damnificados del Sur.

El Diario Los Damnificados del Sur, tuvo su origen tras la partida de habitantes de Chillán hacia Santiago de Chile donde fueron albergados durante un tiempo hasta que la ciudad fue reconstruida y pudieran regresar a sus tareas cotidianas. En Santiago, maestros, escritores, dibujantes, se unieron en un Comité General de Damnificados de Chillán, desde donde crearon este diario de difusión nacional, interamericana e internacional.

Con miles de muertos, la ciudad devastada debió construir fosas de 150 metros cuadrados y un metro y medio de profundidad con el fin de ser utilizadas como sepulturas colectivas para evitar la propagación de enfermedades. La destrucción fue pronunciada debido a que, en su mayoría, las edificaciones eran de adobe y las normas de ingeniería no eran las adecuadas para una zona de riesgo sísmico. A los hogares destruidos se sumaron las calles y las vías del ferrocarril, en donde también se pudo observar el impacto del terremoto. Los habitantes de la ciudad debieron dormir a la intemperie, en vagones de tren u otros espacios que hubieron sobrevivieron al sismo.

Reconstrucción de Emergencia.

Estudiosos de diversos ámbitos viajaron hacia Chillán para conocer cómo había quedado la ciudad y, de alguna manera, dilucidar cómo ocurrió, estudiar los terremotos y plantearse cómo manejar el plan de ayuda y reconstrucción posterior. Entre ellos se encontraban: el sismólogo Takitaro Saita, quien arriba el 12 de julio comisionado por su país a estudiar las características del terremoto, la Comisión Gubernativa y el Arquitecto Bastiancing.

Luego del análisis efectuado el resultado fue que de 144 manzanas aproximadamente 20 quedaron en pie y esto se debió a la forma de la edificación: pesados muros de adobes, ladrillos o ambos materiales, asentados en mezcla de barro, madera putrescible, techos pesados, decoraciones presuntuosas pegadas a los frentes pero no sólo cayeron estas construcciones de adobe, sino que edificios de concreto armado, albañilería reforzada o entramada que estaba débilmente armado o sin armar, también sucumbieron. (Cerro Lagos y Reyes Coca, 2010)

A partir de este análisis comenzó un duro debate en torno a la recuperación que concluyó con la ley nº6334, de “Reconstrucción y Auxilio y Fomento de la Producción” promulgada el 29 de abril de 1939.

La ley creó la “Corporación de Reconstrucción y auxilio a los damnificados del terremoto” y estableció, además, sus funciones: el auxilio inmediato posterremoto y en conjunto del fomento productivo. Esta Corporación cumpliría tareas durante seis meses y reemplazó a la Comisión de auxilios para los damnificados.

A la demolición de las estructuras con riesgo de derrumbe le siguieron las construcciones de emergencia que tendrían que soportar las inclemencias del tiempo. Las mismas se centraron en sectores públicos, pero también privados. En este contexto, las construcciones de emergencia se propusieron como la solución frente al colapso de la mayoría de la infraestructura de la ciudad, por lo tanto, la habilitación de albergues fue prioritaria, así mismo como espacios dedicados para la salud y educación.

La forma de la construcción social de emergencia era en forma de pabellón, todos de un mismo tipo de 45 metros de largo por 12 de fondo, contando cada departamento con 4, 3 o 2 piezas, con sus respectivas cocinas, baño y servicios higiénicos y un patio de acuerdo con las necesidades de cada casita.

La obra total incluyó:

·         70 pabellones para habitación.

·         10 escuelas, una Normal.

·         1 Liceo.

·         1 Hospital.

·         Reparaciones, pinturas, instalaciones de alcantarillado rehabilitación de instalaciones eléctricas, etc.

Implicando una inversión total por contratos de: $ 12.206.845.

En las figuras 4 y 5, se incluye un ejemplo de una estructura que fuera destruida por el terremoto y que debiera ser reconstruida: la Catedral de Chillán.

 

Figura 4. Vieja Catedral de Chillán, destruida en el terremoto de 1939.

 

Figura 5. Nueva Catedral de Chillán, se observa la cruz que se erigió como homenaje de los que perecieron en el terremoto de 1939.

A continuación, veremos lo que sucedió en el país colindante, Argentina, unos años después, al producirse un episodio de similares características.

San Juan de la Frontera 1944, Argentina

El terremoto de 1944 fue otro suceso del siglo XX en Sudamérica, que tuvo repercusiones mundiales. Mientras Chillán trabajaba en la tarea de reconstrucción, en San Juan, el 15 de enero de 1944, un terremoto provocó la destrucción de la provincia. El impacto se debió a que el 90% de las construcciones eran de adobe y edificadas sin las técnicas adecuadas a las normas de edificación sismo resistente. Ambos sucesos fueron noticia mundial, lo que sorprende para ambos casos y en especial para San Juan, fue la falta de previsión, de alerta ante terremotos previos a nivel mundial.

Chile, mientras aún ayudaba solidariamente a Chillán, contribuyó de manera activa en la campaña proayuda por los damnificados de San Juan.

En efecto, a las pocas horas del tremendo sismo que se cobró miles de vida, comenzó a llegar a San Juan, sin descanso, la ayuda de Buenos Aires, Mendoza y Chile principalmente. El domingo 16 de enero aterrizaba un avión militar chileno trayendo ayuda, y desde entonces todos los días llegaría un avión del hermano país de Chile con medicinas, mercadería e insumos hospitalarios.

El 20 de enero, en horas de la mañana, partieron de Santiago con destino a San Juan dos bimotores Lockheed Lodestar 503 de la Línea Aérea Nacional (LAN). El primer avión se reabasteció de combustible en Mendoza y continuó su vuelo a San Juan sin inconvenientes.

El segundo avión traía medicamentos y leche fresca en damajuanas. La tripulación estaba compuesta por el capitán Eduardo Lazo (piloto), el teniente Eduardo Bischoffshausen (copiloto), Fernando Mella (mecánico) y Alberto Pulido como representante del gobierno chileno.

Ya en El Plumerillo, se le informó al capitán Lazo que había más de dos mil heridos sanjuaninos en hospitales mendocinos, por lo que era conveniente descargar en aquel mismo lugar los medicamentos transportados, para su uso inmediato. Realizada esta operación, la nave debía seguir viaje a destino con la carga de leche fresca, pero como ahora quedaba un espacio libre, se autorizó a subir al avión a un grupo de médicos y enfermeras que esperaban ser trasladados a la provincia en desgracia.

Aparte de los cuatro tripulantes que venían de Chile, embarcaron los médicos Hugo Bardiani y Ernesto Vicente Ponce (argentinos); los enfermeros cabo 1° Eduardo Caicedo y soldado Fernando Fernández (argentinos); y las enfermeras Ángela Medina, María Josefina Ghiglione, Blanca Clermont y Argentina Zárate (argentinas). Una vez completado el pasaje, la aeronave decoló de Los Tamarindos a las 19 horas de ese jueves 20.

No bien el capitán Lazo hizo despegar el avión, las damajuanas de leche se desprendieron de los cordones que la sujetaban, lo que provocó un desequilibrio que hizo entrar al avión en tirabuzón. Cuando todavía se encontraba a poca altura, al no poder sortear una hilera de árboles, el avión se precipitó a tierra, produciéndose una violenta explosión. Los doce integrantes de la tripulación perecieron carbonizados sin posibilidades de rescate. (Salcedo, 2018, párrs. 4-9)

Las obras de emergencia iniciadas duraron hasta abril de 1944, donde la ciudad de San Juan se levantó de las cenizas, los ciclos lectivos concluyeron y las familias comenzaron poco a poco a sentir la vida rutinaria de un hogar.

Dicha obra la llevó adelante el Ministerio de Obras Públicas de la Nación, con la creación de un Departamento Técnico para la Construcción de San Juan. Mientras tanto, entre idas y venidas, el Consejo de Reconstrucción de San Juan se fue organizando.

En estas circunstancias, igual que en la ciudad de Chillán, llegaron a nuestra provincia técnicos para el análisis de la situación acaecida, uno de ellos fue el profesor Alfredo Castellanos representante del Instituto de Fisiografía y Geología, junto a un ayudante de cátedra, el Sr. José Rubíes. Cuando Castellanos se enteró del terremoto se encontraba haciendo estudios en las sierras cordobesas, y de inmediato se dirigió a San Juan.

Acompañado por el ingeniero Juan Victoria y, también, por el ministro de Obras Públicas de la Nación Argentina, el General Pistarini, y una comisión de técnicos e ingenieros, Castellanos procedió al recorrido para planificar la reedificación de la ciudad. Los primeros días del recorrido, se observó la edificación, las paredes caídas, los sistemas de grietas, el rumbo de inclinación de las edificaciones, etc. También se visitó Concepción Chimbas, Santa Lucía, Trinidad, Villa Krause, Desamparados, etc. Posteriormente visitó Albardón, La Laja, Caucete, 9 de Julio, Quebrada de Zonda, entre otros.

De estos recorridos, Castellanos (1944) estableció las causas de la catástrofe, las cuales enumeramos:

Se hace necesario presentar también la caracterización que realizara de las construcciones de San Juan:

Antes de avanzar sobre la obra de reconstrucción, se presentan datos de importancia para la comprensión de la propuesta de emergencia.

Obra de Emergencia Habitacional y Educativa en San Juan

La obra de emergencia tenía como objetivo reintegrar a su actividad normal a la población, dando techo a sus habitantes para que pudieran esperar en condiciones de vida aceptables la reconstrucción definitiva de la capital y zonas devastadas. Para cumplir dicha misión el Ministerio de Obras Públicas (M.O.P) ordenó realizarlo antes de los primeros fríos y debían continuar hasta el 30 de abril de 1944.

Según fuentes primarias consultadas, dentro de la obra de reconstrucción, se priorizó:

1.                       Viviendas.

2.                       Hospitales y salas de emergencia.

3.                       Iglesias.

4.                       Escuelas.

En este artículo se avanzará en dos de ellas: las viviendas y las escuelas.

El M.O.P, por intermedio del Departamento Técnico para la reconstrucción de San Juan y sus representaciones autárquicas, construyó en San Juan y alrededores 25 barrios, que agrupaban en total 2.926 viviendas con 6.422 habitaciones. Poseían, además, 144 servicios sanitarios colectivos y 497 baños individuales. Todos los barrios de emergencia disponían de agua corriente

En la figura 6, se agrega una fotografía para ejemplificar el modelo-tipo de una vivienda de emergencia. En este caso, contaba con 4 habitaciones, baño y cocina.

Figura 6. Modelo tipo de vivienda de emergencia.

En la figura 7, se incluyen dos vistas panorámicas pertenecientes a los barrios 4 de junio y Capitán Eduardo Lazo, ocupaban 51 hectáreas y contaban con 1.493 viviendas y 3.234 habitaciones.

Figura 7. Vistas panorámicas de barrios construidos por el M.O.P.

Finalmente, en la figura 8, se incluye un plano de la ciudad de San Juan y zonas colindantes, en donde se encuentran resaltados en color rojo los barrios de emergencias construidos por el Ministerio de Obras Públicas de la Nación inmediatamente después del terremoto.

Figura 8. Plano de la ciudad de San Juan y zonas colindantes, se resaltan los barrios de emergencia construidos por el M.O.P.

 

La obra de reconstrucción educativa incluyó las escuelas nacionales y provinciales, la enseñanza universitaria y la escuela de fruticultura y etnología. Las escuelas se habían instalado en su mayoría en casas residenciales en caso del casco urbano y en zonas rurales los ranchos hacían las veces de escuelita. Existían muchísimas aulas clausuradas desde el sismo, por lo que la urgencia de una solución a esta problemática generaba una necesidad imperiosa para la provincia. Ante las circunstancias y las prioridades en este orden, se solicitaba al gobierno, que en época de receso escolar se repararan y mejoraran las escuelas que estaban en uso, ya sean de emergencia o no, para no tener la necesidad de clausurar el próximo ciclo lectivo. En el Barrio Capitán Eduardo Lazo se crearon cuatro aulas cada una con casas para directora y maestras, además de una Biblioteca y Registro Civil.

Se construyeron 42 galpones destinados a alojar las escuelas provinciales y las nacionales. La Escuela de Ingeniería de Minas, reabrió sus puertas y funcionó en 4 galpones. Para la escuela de Fruticultura y Enología se construyeron: pabellones para la práctica de la fabricación de dulces, un pabellón bodega para práctica de fabricación de vinos y pabellones para aulas. En los mismos terrenos de la escuela se construyeron 8 cuerpos con amplias comodidades con las mismas condiciones anteriores al sismo, y en ellos se albergaron las oficinas de gobierno y ministerio de obras públicas.

Reflexiones Finales

La falta de técnicos en la construcción, la falta de previsión pese a los antecedentes en ambas ciudades, el ahorro en costos de materiales, el mal pago de horarios en construcción, la falta de profesionales, la ausencia de control en las construcciones, todo esto es considerado por los especialistas consultados la causa directa de la destrucción y de las pérdidas humanas.

El Dr. Martín S. Cappelletti encargado de la sección sísmica de la Dirección de Meteorología, Geofísica e Hidrología de Buenos Aires para el año 1944, expresó lo siguiente: “la necesidad de constructores, arquitectos, ingenieros, es imperiosa en una zona sísmica donde los edificios deben ser tener estas características: homogéneos, elásticos, e indeformables”. En San Juan un año antes se había conmemorado un Congreso Nacional Minero, donde precisamente se llegó también a esta conclusión, la falta de profesionales para el laboreo de las minas, de técnicos, era necesaria y urgente para la mayor producción minera y para el aprovechamiento de la minería en la obra pública. Otro antecedente más que se suma como previsión a las consecuencias expuestas.

Basándonos en el uso comparativo de los sucesos históricos, es inevitable hablar de varios puntos en común:

Con todo esto decimos que el presente estudio amerita un trabajo exhaustivo de investigación que conlleve no solo a recuperar la memoria histórico colonial de estas ciudades borradas por los terremotos, sino también un trabajo académico binacional donde se puedan intercambiar datos, fuentes y hermanar las casas de altos estudios. Un deseo pendiente en la comunidad académica argentina.

Referencias

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[1] Especialista en Políticas Educativas. Profesora en Enseñanza Media y Superior en Historia, graduada de la Universidad Nacional de San Juan. Investigadora del Instituto de Historia Regional y Argentina “Prof. Héctor D. Arias”. Trabaja en la ciudad de San Juan, Argentina, en docencia e investigación.

Correo de contacto: luchis_connected@hotmail.com 

[2] Especialista en Políticas Educativas. Profesora en Enseñanza Media y Superior en Historia, graduada de la Universidad Nacional de San Juan. Investigadora del Instituto de Historia Regional y Argentina “Prof. Héctor D. Arias”. Trabaja en la ciudad de San Juan, Argentina, en docencia e investigación.

Correo de contacto: marielazappala@hotmail.com